KING DRAGON [ WONGLUNG] BANANA FISH.

Capitulo Doce: Traición

—Sí, Hong, pero tráelo cuando Yut se levanté... Estoy seguro que le hará mejor.

La voz de Shorter retumbaba en mi oído, mi cabeza dolía como el mismo demonio. Me intenté mover pero el dolor que sentía en mi brazo me hizo soltar un suave quejido.

—Bueno, ya se despertó... Tráelo.

Abrí con suavidad mis ojos para verlo mirarme fijamente, me acomodó con sus brazos con sumo cuidado para sentarme mejor en la cama apoyándome con una almohada en mi espalda. Me moví ligeramente hacia donde estaba él para mirarlo un poco más de frente.

—Buenos días. —Su mano fue directamente hasta mi mejilla, deslicé la mirada hasta su cuerpo para darme cuenta que no tenía camisa haciéndome fruncir un poco mi frente.

—No tienes camisa... —Dije sonando un poco confundido, Hong-Li nos había visto ya de esa forma y si no me equivocaba también Shorter se dirigió a el con mucha confianza.

—Me lo pediste anoche... —Mis labios se abrieron ligeramente en forma de sorpresa, Shorter tomó mi mentón para dejar un beso en mis labios, llevó su mano hasta mi cabello atrayendo un mechón hasta el frente. No recordaba habérselo pedido, tampoco el por qué de mi cabello mojado.

—No recuerdo.

—Lo imaginé. —Siguió acariciando mi cabello atrayendo hacía adelante, sus ojos eran muy hermosos y su cabello estaba tan largo que las raíces se notaban mas oscuras, aparte que dónde no tenía cabello ahora le estaban creciendo.

—Tienes que ir al estilista. —Apreté mis labios. —Te ves feo.

—Ayer no me detallaste tanto ¿por qué no estás con tu nuevo amante? —Ladee mi cabeza, no quería tocar ese tema. —Bueno, bueno. —Dejo un beso en mi mejilla. —¿Me corto el cabello?

—No. —De nuevo llevé mi vista hacia él. —Ya no quiero que lo lleves de otra manera. —La puerta se abrió dejando que Hong-Li entrara con una bandeja que encima traía, jugo, agua y una taza con un líquido que supuse automáticamente que era una sopa. Dejó las cosas en la mesa de noche para retirarse rápidamente, sabía muy bien que me incomodaba su presencia y más cuando estaba de esta forma tan intima con Shorter. —No tienes que cuidar de mi. —El chino se acercaba con la taza de sopa hacía mi, llevando la cuchara a mis labios.

—Shh, abre la boca. —Regañó, entrecerré un poco mis ojos y abrí la boca para dejar que la cuchara entrara en mi boca. Estaba en la temperatura ideal, el caldo de pollo sabía muy bien, tenía una sazón distinta.

—¿Quién cocino? —Volvia a tomar otra cucharada que Shorter llevaba a mis labios.

—Yo. —Frunci el ceño. —No me veas asi.

—No tienes que cocinar, Shorter. —Lo regañe pero antes de que pudiera seguir hablando metió otra cucharada en mi boca para callarme.

—Me gusta hacerlo, y no tengo problema con hacer un simple caldo. —Miré hacia un lado, seguía tomándome la sopa para luego volver a abrirla por más. —Y si es por cuidarte... —Estaba seguro que mis mejillas estaban rojas, sentía que no tenía control de mi cuerpo y que mis reacciones, palabras, todo era porque Shorter estaba conmigo.

Me sentía un poco mal al pensar que ayer quería deshacerme de el y lo peor es que tenía que hacerlo. Hasta Hong-Li sabía todo, ya no era un secreto para nadie de esta casa que entre nosotros pasaba algo pero aunque no me importaba la opinión de ninguno, ni mucho menos si aprobación, el hecho de que lo supieran ahora me dejaba en desventaja ya que si seguía teniendo infiltrados fácilmente lo identificarían como mi punto débil. Todo esto no dejaba de darme vueltas mientras comía el caldo con la mirada perdida.