Capitulo 4

446 47 16
                                    

Durante todo el trayecto hasta el trabajo no pudo sacarse de la mente la caótica situación del desayuno. Talvez para el resto del mundo era algo banal y sin importancia pero para ella significaba que su matrimonio se estaba derrumbando frente a sus ojos y ella no podía hacer nada para evitarlo.

Trataba de decirse a sí misma que ya no sentía absolutamente nada por su esposo, ese hombre que la estaba haciendo sufrir como nunca nadie lo había hecho pero lo cierto estaba más lejos de esa mentira que trataba de meterse en la cabeza para dejar que las circunstancias siguieran su camino.

Apretó los labios con rabia sintiéndose frustrada pero sobre todo impotente. No podía engañarse a sí misma.

Odiaba en el fondo a Lana Smith. Su mejor amiga y la mujer que le estaba quitando a su esposo. La odiaba por haberse enamorado de Noah y haber logrado que el pusiera sus ojos sobre ella.

Y odiaba a Noah por hacerle esto. Por traicionar el amor que una vez se juraron.

Quería creer que en una parte de su ser aún existía la mujer capaz de perdonarlos pero simplemente ya no estaba allí. Se engañaba diciéndose una y otra vez que el perdón estaba allí pero no era así. No los había perdonado ni lo haría jamás. En cambio, el odio y el resentimiento es el que estaba ganando terreno en su corazón y conociendo su carácter y personalidad tal vez no tardaría en explotar y que todo se vaya al infierno.

= Señora Moriarty = Exclamo su guardaespaldas desde el asiento del conductor mirándola por el retrovisor = Llegamos.

La castaña salió de sus pensamientos de golpe asintiendo con la cabeza sin prestarle realmente atención.

El guardaespaldas era un hombre atractivo y con gran presencia. Siempre como atuendo un impecable traje negro. Su cabello azabache peinado hacia un lado haciéndole ver más serio. Sus ojos miel escondidos detrás de unas gafas de sol oscuras. En una de sus orejas siempre llevaba un comunicador que lo tenía en constante comunicación con el resto de los de seguridad que estaban a cargo de cuidar a Angel y Noah Moriarty.

Cuando se casaron, la pareja decidió quedarse con el apellido de Angel ya que era la familia con mucho más poder y prestigio. Aunque por supuesto ella seguía sin tener contacto con su familia luego de escapar y casarse con Noah.

El guardaespaldas no tardo en bajar del auto y abrirle la puerta a Angel que bajo de forma elegante y desinteresada.

Para cuando levanto la mirada no pudo disimular la expresión de sorpresa que se dibujó en su rostro al ver la impresionante cantidad de seguridad para el hombre que la esperaba frente al edificio "Moriarty".

= ¿Ahora piensa acosarme? = Pregunto la castaña al acercarse lo suficiente como para estar frente al pelinegro de ojos aceitunados.

Este sonrió abiertamente ante su comentario lo cual por alguna razón logro irritarla a tal grado de fruncir el ceño con molestia. Acto que por supuesto no pasó desapercibido para el pelinegro.

= Tal vez no estés tan equivocada = Afirmo el pelinegro con cierta diversión = pero esta vez estoy aquí por algo especial en particular.

= ¿Algo especial? = Pregunto Angel con una ceja alzada acercándose de manera inconsciente al pelinegro que la miraba atentamente = ¿Cómo qué?

El pelinegro sonrió abiertamente sacando sus manos de la espalda mostrando un enorme ramo de rosas que dejo a la castaña sorprendida. Dio un paso hacia atrás. Estaba tan sumida en la imponente presencia del hombre frente a ella que nunca miro sus manos escondidas detrás de su espalda.

= Tú = Sentencio con firmes palabras llenas de tantos sentimientos ocultos que ella se sintió abrumada.

Pestañeo varias veces hasta que sus mejillas se sonrojaron por completo. El pelinegro se sintió el más afortunado al ver esa adorable reacción de parte de la castaña que se sentía tan conmovida con ese pequeño acto.

Besos que enamoran #2 [Sin Corregir]⭐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora