Besos que enamoran #2 [Sin Corregir]⭐

Capitulo 34

Un mes después

El tiempo se estaba agotando y las cosas se estaban saliendo de control. Los problemas apenas estaban comenzando y ya sentía la adrenalina escurrir por los poros de su piel.

Su respiración acelerada y los latidos de su corazón desbocados eran la primera señal de que algo grande se estaba cocinando y lamentablemente ahora ella estaba en el centro de las balas cruzadas, o simplemente ella era el objetivo y ya.

Cualquiera que fuera el motivo, lo cierto es que el mundo de la mafia la estaba convirtiendo en un ser despreciable y sin escrúpulos que para poder alcanzar sus objetivos haría lo que hiciera falta, y el mejor ejemplo lo tenía frente a ella al estar sosteniendo un arma contra la frente del idiota que había tratado de asesinarla unos momentos atrás.

El último sobreviviente de los cuatros hombres que la tenían en la mira. El último que podía darle respuestas ya que los otros tres se habían negado a hablar, y por consiguiente habían muerto con un disparo limpio en la cabeza.

-Habla de una buena vez sino quieres terminar como tus amigos – Amenazo Angel con los labios apretados y su cabello alborotado por tanto ajetreo - ¿Quién es tu jefe?

El hombre tembló debajo del arma levantando la mirada con la poca esperanza de seguir con vida. Ya había visto actuar a la castaña y por primera vez desde que estaba en ese mundo, temía por su vida. Trago saliva en grueso sabiendo las consecuencias de lo que estaba a punto de decir.

-Si se lo digo acabara con mi familia y luego conmigo – Soltó con temor y voz temblorosa.

La castaña apretó la pistola con todas sus fuerzas y empujo el arma contra la frente del pelinegro de profundos ojos grisáceos, que la miraban con el ya conocido temor a la muerte.

-Solo te asesinare a ti y tu familia estará bien – Respondió la castaña con un poco de compasión por el muchacho – Nadie se tiene que enterar de que abriste la boca. Es tu última oportunidad y espero que sepas aprovecharla.

El hombro bajo la mirada y cerró los ojos con fuerza. El sudor escurrió por su frente y su respiración paso de ser irregular a algo más tranquilo. Acepto su destino. Prefería mil veces morir pero manteniendo a salvo a su familia.

-Moriarty – Soltó de golpe provocándole un estremecimiento a Angel. La castaña soltó un suspiro de sorpresa – Le puso un precio a tu cabeza hace dos semanas.

La mirada de Angel se perdió en alguna parte pero sin mirar nada en específico. Que su propio padre le pusiera un precio a su cabeza solo quería decir una cosa.

Lo sabía.

Sus planes tenían que acelerarse antes de todo se fuera a la mierda.

La castaña bajo la mirada hacia el hombre para dedicarle una sonrisa cálida, que provoco que los hombros del muchacho se relajaran creyendo que le perdonaría la vida.

No fue así.

Angel apretó el gatillo sin pestañear.

El cuerpo inerte cayo de golpe al suelo con un sonoro ruido que desagrado a la castaña, que sin miramientos se dio la vuelta comenzando a caminar por la calle.

Saco el teléfono celular de su bolsillo y marco un número. Tan solo sonó tres veces cuando le contestaron la llamada.

-Necesito tu ayuda – Dijo la castaña sin más, con una voz sorprendentemente fría – El plan tiene que ponerse en marcha. Moriarty lo sabe.

No espero a obtener la respuesta. Ya todo se había hablado previamente. Solo habían estado esperando el momento perfecto para actuar. Las piezas del tablero se estaban moviendo según el plan. Solo quedaba esperar y ver que pieza caería primera.