Besos que enamoran #2 [Sin Corregir]⭐

Capitulo 16

Maratón 3/3

Nota: En multimedia esta el baile de como me imagino mas o menos esta parte.

La pista de baile se había vaciado y solo quedaban dos personas en ella. Una pareja que llamaba siempre bastante la atención por ser a la vista de todos, simplemente perfecta.

La castaña llevaba un semi largo y hermoso vestido color azul marino con una collar bellísimo colgando se cuello. Sus aretes a juego y su largo cabello castaño suelto ondulado cayendo sobre sus hombros

Frente a ella su esposo llevaba un traje negro que le quedaba a la perfección. Su cabello oscuro en un peinado revuelto y un tanto juvenil que le sentaba bastante bien.

Se miraban fijamente hasta que la música comenzó a sonar. Solo entonces se acercaron y se pusieron en posición.

Se movieron al son de la música olvidándose de todas las personas que estaba a su alrededor.

Lo que más los había acercado como pareja había sido el baile. Los dos eran buenos en ello y no les avergonzaba serlo. Siempre se sintieron orgullosos de ello y algunos ya los conocían por ser siempre la pareja que llamaba más la atención en ese tipo de evento y no solo por su dinero y sus negocios sino que por su forma tan cercana e íntima de bailar que hipnotizaba a cualquiera que los viera hacerlo.

Angel se dejó envolver en los brazos de Noah y ambos se dejaron llevar por el ritmo de la música.

Sus miradas siempre se encontraron. Sus corazones latían el mismo ritmo. Y su respiración entre cortada se mezclaba como siempre lo hizo.

Mientras bailan ahí en el centro de la pista bajo la atenta mirada de todos los invitados recordaron aquellos momentos que los enamoraron. Recordaron cada sonrisa que compartieron. Incluso recordaron los días grises en los que lloraron y tuvieron que levantarse para estar juntos.

Las palabras hirientes y las peleas también se colaron en sus recuerdos pero sobre todo aquellas reconciliaciones que los hizo más fuertes y los unió mucho más.

La castaña sentía que volaba en los brazos de su esposo. Su corazón latió acelerado por todas aquellas emociones encontradas que la envolvían en un irremediable huracán de amor incondicional pero sobre todo de tristeza porque iba a dejar ir su primer y único amor.

Ese que te marca por el resto de tu vida. Ese que no quieres soltar sin importar nada. Ese que te enseño lo que era el dolor pero sobre todo te enseño el dulce sabor de la alegría y la felicidad. Ese amor que te enseño quien eras y quien puedes ser.

Noah también estaba sumergido en el rincón de su mente en donde guardaba los recuerdos de Angel, esos a los que con tanto recelo se aferraba.

Su pecho ardía por la profunda tristeza que sentía. Antes no quiso verlo pero había lastimado a su esposa mucho más de lo que alguna vez se hubiera imaginado. Se comportó como un cobarde y poco hombre.

Ahora iban a tener un hijo juntos y no se sentía preparado para seguir adelante con un matrimonio en donde no se sentía del todo feliz. Le hacía falta la mujer que amaba y esa ya no era Angel.

Sus ojos se cristalizaron. Él nunca fue el tipo de hombre que se anduviera por las ramos. Siempre fue sincero con respecto a lo que sentía. Sin darse cuenta se había dejado sumergir en un mundo en donde se olvidó de qué clase de persona era en realidad.

Por su falta de decisión fue que todos salieron lastimados y eso ahora le pesaba una tonelada sobre los hombros. Pero nunca es tarde para remediar las cosas. Tal vez el perdón no llegaría ese día pero esperaba y un día Angel volviera a ser esa chica dulce que conoció y sobre todo que volviera a sonreír como antes solía hacerlo.