Entre nobles, lo que no se contó.

2

La historia de Peter.

Narrador omnisciente

Tres semanas después.

Peter se estaba ajustando el corsé, pero le dolía demasiado la espalda, las heridas de los latigazos aún eran presentes. Trato de apretarlo lo menos posible.

Esa noche se celebraría el cumpleaños del la duquesa de Alba. Y su amo no quería ir sólo.

_ Peter. Portate bien. Ya estoy cansado de tocar tus cicatrices _ dijo el mayor asqueado.

_ Si, amo _ respondió sin sentimiento alguno.

Esa noche Peter sentía nervios por toparse con el duque, miraba a todos los lugares. Y sin darse cuenta, tomaba copa tras copa.

De hecho iba en busca de una copa de vino cuando alguien toco su hombro.

_ Ben. Sabía que nos encontraríamos pronto.

Peter se dio la vuelta para encarar al alfa.

_ Yo también, de hecho quería.

Peter estaba un poco ebrio, sólo un poco. Pero sintió que no debió decir lo último. Pues parecía personal.

_ Ho.

Peter creía que su vista estaba mal, por que parecía que el mayor se encontraba levemente sonrojado.

_ ¿Te gustaría bailar conmigo?

Peter sabía que no se lo permitía su amo, si lo veía, le iba a dar más azotes.

_ Mm me gustaría.

El mayor asintió contento. Pero antes de que el alfa fuera cerca de la pista. El menor tomó su muñeca.

_ Pero aquí hay mucha gente. ¿Que tal afuera?

El Duque no lo entendía, pero se dejó guiar por el menor que lo llevo a un corredor fuera de la mansión. Estaba solitario pero se escuchaba la música que se tocaba dentro de la mansión.

_ ¿Eres tímido? _ pregunto el mayor tomando la cintura y la mano del contrario.

_ Si. Lo soy _ respondió avergonzado.

El menor sabía que debía decirle quien era. Esa misma noche lo haría. Pero primero disfrutaria de su pequeño baile.

Se sintió ligero cuando el mayor lo hacía girar. Era la primera vez que se sentía nervioso y a gusto bailando con otra persona que no era su amo.

_ mi nombre es Matt, no es justo que yo sepa tu nombre y tú no el mio _ Carraspeo, le colocaba nervioso los ojos cafes que lo miraban _  también he de confesarte que he pensado en ti.

Peter abrió sus ojos sorprendido. ¿el alfa pensaba en él?

_ Deseo verte, conocerte más.

Peter empezó a negar.

_ Se que tu padre se interpondrá. Pero mis intenciones no son malignas. Simplemente te quiero conocer.

Peter se mordió el labio inferior. Eso era imposible.

_ Debo ser sincero _ dijo Peter.

Lentamente dejaron de bailar.

_ Yo también lo debo ser _ hablo el mayor _ siento algo por ti.

Peter negó mientras se alejaba unos pasos.

_ No lo entiendes. Yo-

Ambos miraron aterrados hacia los árboles que estaban A unos metros. se podía ver como los árboles se quemaban de a poco.