Manual para sobrevivir a la secundaria

El Plan

Dos semanas de vacaciones las necesito desde hace tiempo, al fin han llegado podía sentir la libertad en cada parte de mi ser. Ya habíamos entregado el último trabajo y sentí cómo me relajé por completo estuve tan presionada en la semana finalmente podía respirar con tranquilidad. Todavía no con tanta tranquilidad ahora si se ponía en marcha el plan vendetta.
Hoy empezaba todo el plan, no estaba tan emocionada como se encontraba Joce y Aria pero no era el momento para echarme hacia atrás, además no era tan malo lo que íbamos hacer la primera parte es bastante sencilla, las siguientes esas si eran mas complicadas y las haríamos en el transcurso de las vacaciones. Solo esperaba que todo saliera bien.

-¡Oye! ¡Tú la que me está ignorando! - reconozco la voz de Travis entre la multitud de estudiantes en el pasillo, giró mi cabeza en dirección a donde proviene su voz, cuando me alcanza ambos volvemos a caminar -¿Me estás ignorando? - pregunta Travis a lo que respondo con un "¿Qué?" Al parecer no lo escucha. - Te intente hablar está mañana y me esquivaste - esa era una verdad a medias. No lo esquive, al llegar mis amigas decidieron ultimar los detalles del "plan", Travis no podía participar en esa conversación, traté de no hacer contacto visual pero aparentemente no lo logré. - Si es por algo que dije ayer o lo último que te dije, no te tienes que sentir la obligación de decirlo, yo lo dije porque es verdad y quería que lo supieras - puedo notar en la voz de Travis nerviosismo y un poco de miedo, quiero golpearme en la cara pero ya tenía un moretón en la frente después del golpe con la mesa. Ya salimos del colegio, caminamos por el estacionamiento ahora me doy cuenta que voy siguiéndole porque yo debería estar caminando hacia mi casa, me paro en un lugar que considero "seguro" aunque no estoy muy segura que un estacionamiento sea un lugar seguro. Travis imita mi acción y también deja de caminar, me mira fijamente esperando a que diga algo, claramente los ratones se comieron mi lengua, porque no puedo hablar.

Sé lo que deseo decir, el asunto es que no tenía idea de como empezar, no debería ser difícil porque no tenía que declararme solo responder, mejor dicho corresponder - Trav, todo lo que dijiste ayer -exceptuando las partes de Sophie - fue muy lindo, tu ya me dijiste tu momento favorito del día, no te he dicho el mío. - respiró hondo ante la mirada de Travis. - Es un poco tonto, cuando sonríes, bueno más bien cuando me sonríes mi día, ya se vuelve uno bueno - Por si fuera poco Travis sonríe, siento el calor en mi mejillas pero aún no he terminado. - Y créeme que ganas no me faltaban pero tú no esperaste, yo Katherine Isabella Montrose, te quiero mucho - Si su sonrisa pudiera ser más grande, ya sería el gato risón. - Ahora tú deberías volverlo a decir, me gusta como suena cuando lo dices. - suelto una carcajada que se debe a mis nervios, Travis me rodea con sus brazos, coloco mi cabeza en su hombro podría pasar una vida entera en esta posición sin cansarme, quería que este momento se pudiera congelar y guardarlo siempre conmigo.

Todavía tenía tanto que decirle, pero no estaba preparada para ese todo, tampoco sabía si él estaba preparado para eso.

-Yo también te quiero linda - dice Travis mientras seguimos abrazados, en el estacionamiento. - Me encanta estar así, pero creo que deberíamos desalojar el estacionamiento. - se ríe, nos separamos y él deposita un beso en mi coronilla. - Te llevó a tu casa ¿tienes algo que hacer? - en ese instante recuerdo que mis amigas se reunirían conmigo en casa, es que... Travis me lleva a otra galaxia, una donde no hay vendettas, ni problemas, solo él y yo.

-¡Si! Las chicas deben estar esperándome en casa, lo olvidé - sin más que decir caminamos hasta el auto de Travis, que no se encontraba muy lejos, nos subimos en el carro. A los pocos minutos ya estacionamos en frente de mi casa, no están las chicas a fuera, Nana debió abrirles gracias al cielo, sino me querrían matar con más ganas. - Gracias, nos vemos luego - le doy un beso en la mejilla, antes de bajarme la voz de él me hace parar.