Capítulo 23

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Ok, no soy una niña, no tengo 15 años, es completamente normal que Daniel quiera pasar la noche conmigo, pero ¿Por qué se me hace tan difícil pensarlo si quiera? Es Daniel, me gusta, me encanta ¿Qué me pasa?

–¿Mary?

–Ahhh...

¿Ahhh? En serio no puedo decir algo más, vamos María, puedes hacerlo mejor... Sí... Claro...

–Ya es algo tarde y me da mucha flojera volver a casa, además tu sofá y yo nos llevamos bien. –Dice Daniel con calma.

Espera ¿qué? ¿Dijo sofá? Un momento ¿es tarde? Vi el reloj y tenía razón, es casi medianoche, cielos, Daniel es un ángel.

–Claro, que puedes quedarte, amor– pude decir al fin.

Sentí como toda la tensión abandonó mi cuerpo. Nos sentamos a comer pastel y vimos el capítulo de una serie que empezamos juntos; las escenas subidas de tono de "Game of thrones" me volvieron a poner incómoda, pero Daniel no parecía notarlo, luego le llevé sus sábanas y almohada favorita y le di su beso de buenas noches. Él no hizo ninguna insinuación de querer algo más ¿Cuánto tiempo será así? ¿Estará esperando algún tipo de señal mía? ¡¿Y si no le despierto esos deseos?! Se me hizo difícil dormir y cuando al fin lo logré, soñé que Daniel y yo caminábamos por las calles de Barranco cuando Carla, con un vestido muy sexy, se cruzó en nuestro camino y Daniel se iba trás ella.

Apenas Daniel se fue, cité a Gabriela y le dije que era algo urgente, por si tenía algún plan con Gino y tenía que cancelarlo. Fui a su casa a eso de las 2:00PM, le conté prácticamente todo durante el almuerzo y ahora, cada una con una copa de vino en la mano, discutíamos los detalles importantes.

–¿Qué es lo que estás esperando? - Me preguntó Gabriela muy seria –Virgen no eres.

–¡Gabriela!

–¡Quééééé! Es la verdad.

–Sí, pero lo dices como si fuera... No sé...

–¿Qué estás esperando, María?

–No sé si estoy esperando algo en específico.

Dije eso totalmente desalentada y me acerqué a la mesa a llenar mi copa de vino.

–Seguro que con Carla lo hacía día y noche. –Dice Gabriela muy fresca.

–¡Gaby! ¡Ya basta!

–¿Crees que no?

–¿Has visto a Carla? Es una bomba sexy, seguro que lo tenía loco, pero no me voy a dejar presionar por eso. No me siento lista, no sé porque, pero no lo estoy.

–Pero ¿acaso no te prende? ¿Acaso no le has sentido el amiguito cuándo se han besado apasionadamente?

No me sorprende lo descarada que es mi amiga, pocas veces hablamos de estos temas, pero ella nunca ha guardado ningún pudor y yo intento seguirle el ritmo.

–Claro que sí, hemos llegado hasta cierto punto, pero nunca hemos hablado de eso.

–Yo tengo una teoría, no te va a gustar, a mí no me gusta.

Hace una pausa dramática mientras se sirve más vino y yo espero impaciente.

–¿Has pensado que tal vez el hacerlo con Daniel sería cruzar una línea que te alejaría definitivamente de José? Es decir, que no podrías estar con él nunca, que es como si lo traicionaras...

Escucho lo que dice Gaby y pienso que es una locura, aunque muy en el fondo sé que no es tan disparatado. Sé que quiero a Daniel, pero lo de José terminó de una forma tan... Es que ni siquiera terminó, porque nunca pudo empezar.

–¿Qué intentas decir exactamente? –Le pregunto.

–Yo soy team Daniel, totalmente, pero creo que no has resuelto tus asuntos del todo con José.

–¿Crees que aún siento algo por él?

–Creo que no te has dado tiempo de siquiera pensar en eso y deberías.

Analizo las palabras de mi amiga y pienso que no siempre dice puras locuras, o tal vez sí, pero está tiene algo de sabiduría, si aún queda algo por cerrar con José, pues será mejor que lo haga de una vez.

Matando ilusionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora