Había tropezado al salir de la enorme residencia de los Kim.
Caí de rodillas al final de las inmensas escaleras en espiral hiriéndome las rodillas.-------¡Mierda!-------Maldije.
Cojeando y con las rodillas heridas me dirigí a duras penas hacía la cocina en busca de algo de papel para poder parar el sangrado cuando me percaté que El señor Kim había llegado a casa e iba entrando a la cocina.
Él miró mis rodillas lastimadas y sin decir nada caminó con un baño de angustia en su rostro a mi auxilio levantándome sin decir nada en sus brazos caminando con urgencia hacia su habitación dejando descansar mi rígido cuerpo sobre el suave y elegante colchón.
Con toda la elegancia y tranquilidad del mundo abrió la puerta de uno de sus cajoneros sacando un botiquín de primeros auxilios.----¡Deberías dejar de correr como una niña traviesa!. Arqueo su ceja izquierda en seña de desaprobación.
Sentí mi corazón acelerado.
-----¿Y entonces que soy si sólo tengo dieciséis años... Señor?---Reproche tímida.------¿Dieciséis? Espeto asombrado.-----Pero si ya eres toda una mujercita ¡Mírate! Ahora entiendo porque mi hijo no puede alejarse de Ti.
———¡Eres tan bonita!. Buscó mis ojos para ensartar su mirada coqueta y erguida en mis alborotados e iluminados ojos.Con naturalidad salían de su boca esos halagos que llenaban de mil aleteos de mariposas mi estómago. Sonrojada, apenada y fingiendo una inocencia que no tenía roce con mis dedos "accidentalmente" su mano.
-----¡No! No... Señor, usted malinterpreta la amistad que tenemos Seokjin y yo.----Aleje mi mano avergonzada, sólo somos... amigos, él es mi mejor amigo.----
-------Es bueno escuchar eso, me sentía un poco... celoso.-----Una leve mueca apareció en sus generosos labios.
-----¿Celoso? ¿Usted? ¿Porqué? -----Pregunté sorprendida.
------Porque eres una mujercita muy adorable y hermosa y porque me gustas y se que yo te gusto a ti ¿o vas a negarlo? ---- una sonrisa de victoria apareció en su rostro al acertar ante sus sospechas.
-------Bu-Bueno, ¿gustar? ----- No podía hablar correctamente, sólo podía balbucear como tonta al sentirme descubierta.
--------Vez como tengo razón-----
Dio una pequeña palmada en uno de mis muslos a lo que di un pequeño salto del susto y es que sus manos eran un tanto raposas como muestra de su arduo trabajo, pero no era desagradable... era la primera vez que un hombre maduro y experimentado tocaba mi cuerpo y se sentía jodidamente bien.
Seokjin y yo habíamos echo cosas como besarnos y fajar en cualquier lugar, provocarnos en lugares públicos o hacernos sexo oral cada que estabamos cachondos pero jamás hemos tenido sexo. Habíamos prometido que sería nuestro regalo a la mayoría de edad.
Lo que teníamos Él y yo era una amistad tan pura que podíamos confiarnos incluso nuestro cuerpo sin miedo alguno. Nuestros sueños, nuestras fantasías o fetiches... Seokjin era único quién sabía todo de mí y a quién prometí entregarme pero... las manos de su Padre me estaban poniendo y mucho.
Cerré mis ojos ante la corriente de excitación que comenzaba a recorrer mi cuerpo y mil imágenes pasaban por mi mente imaginando que el Padre de mi mejor amigo metía su polla en mi virginal vagina, así olvidando el ardor de mi rodilla ante tal situación. Su mano subió cada vez más y más y al ver que no me oponía ante sus caricias y manoseo de mi cuerpo colo sus manos por debajo de mi falda tomando los costados de mis paties entre sus dedos llegando a tocar parte de mi trasero por lo que me estremecía por completo.
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HELENA
Fanfiction"HELENA" Cuenta detalladamente su trágica historia de lo complicado que es amar al hijo del hombre que durante años abusó sexualmente de ella. "Y lo que mejor sabía hacer era llorar en silencio mientras sus manos cortaban mi piel con cada caricia."