Capítulo 2. Under the bridge

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La semana había pasado muy rápido entre apuntes y pacientes. Cada vez me gustaba más Madrid. Había conseguido crear mi propia rutina. Mañanas en el hospital, tardes entre libros haciendo trabajos en el pequeño apartamento que había alquilado en la zona de Moncloa, y paseos nocturnos descubriendo rincones de la capital. Hoy Viernes no iba a ser una excepción. Tenia pensado pasear por el Templo de Debod. Es un parque verde, situado en el medio de la ciudad con un monumento increíble que por las noches suele estar iluminado. Me solía evadir por completo de cualquier preocupación que rondase mi cabeza. No suelo ser una persona que le da muchas vueltas a las cosas. Mi madre dice que soy muy despreocupada, pero yo prefiero llamarme práctica. ¿Para que voy a darle vueltas a las cosas si eso no va a cambiar nada? Tal y como mi oso favorito de disney canta, "busca lo más vital y olvídate de la preocupación." Qué puedo decir, soy una chica disney.

- Bueno Marcos me voy ya. Disfruta de tu fin de semana libre y no me eches mucho de menos.- Digo mientras me pongo la chaqueta de cuero negra y la bufanda de cuadros que me regaló mi madre las pasadas navidades.
- Oye Caro, no me creo que este fin de semana no vayas a hacer nada más que no sea pasear. Vente conmigo y mis amigos mañana al partido del Madrid. Tenemos alguna baja de última hora y así sales un poco de casa acompañada, que te hace falta.
- No sé Marcos, no se me da bien hacer nuevos amigos. Y ya sabes que soy culé, me tendría que comprar una bufanda del equipo contrario y se me va el presupuesto.- La verdad es que no estaría mal salir con gente de mi edad, pero me cuesta bastante salir de mi zona de comfort.
- Venga, si vienes, te la compro yo. No te hagas de rogar que sé que te encanta. El partido empieza a la una, te quiero ver a las 11:30 bebiendo una caña con nosotros. Espero que aguantes la previa.- el gallego termina por convencerme nada mas que la palabra caña sale de su boca. No se puede decir que no a una cerveza, sin importar la hora del día, esa es mi regla numero uno.

El templo de Debod está imponente. Me cruzo con un grupo de chavales a los cuales les falta todavía bastante para cumplir la mayoría de edad. Están sentados en unos bancos, alejados de la luz con un par de bolsas de hielos y una botella de negrita en sus manos. Esto me recuerda todas las noches que pase entre risas y alguna que otra botella de alcohol barato, con mi grupo de amigos del instituto. Con el tiempo nos hemos ido distanciando ya que cada uno vive en una punta de España, y la mayoría ya están trabajando. Es lo que tiene estudiar una carrera de seis años, que cuando todos tus amigos tienen vidas de adultos ganando su propio sueldo, tú dependes de tus padres incluso para comprar tiritas.

Está entrando la noche cuando llego a casa. Me pongo mi pijama largo de cuadros rojos y grises y me siento en el sillón orejero del salón con una taza de Colacao. Se acabó. Enciendo el ordenador y tecleo hasta tener un boceto de lo que será mí currículum vitae. Esta semana me pondré manos a la obra a ver si consigo un trabajo.

Son las 11:35 cuando salgo de la boca de metro. Hay un ambiente increíble en la Castellana y eso que todavía queda más de una hora para que comience el partido. Llamo a Marcos al móvil y no me contesta. Camino hacia los puestos que hay fuera del estadio y me hago con una bufanda del Levante y una bolsa de pipas. Estoy tan concentrada guardando mi cartera en el bolso negro que no me doy cuenta de que alguien ha gritado mi nombre. No es hasta que me tocan el brazo que reacciono. Igor está en frente de mí con una sonrisa en la cara y una bufanda del Madrid en el cuello.
- Hola Caro, veo que estás muy entretenida. Me caías bien pero ahora que veo los colores de tu bufanda creo que ya no eres mi médico favorita.- me da dos besos mientras se ríe de su propia broma. Durante los dos días que estuvo ingresado en el hospital nos vimos bastante. Pasé mucho tiempo en su habitación hablando con Domingo y con él de fútbol, comida y música. Es divertido ver lo diferentes que se puede llegar a ser, y quizás por eso, Igor y yo nos habíamos llevado tan bien.
- Qué bien te veo ahora que puedes levantarte de la cama, eh valiente.- Igor se ríe y me presenta a un par de chicos que iban con el como la persona que le salvó la vida. Vaya cuento que tiene este chico, y luego a quien llaman drama queen es a mi... en fin.
- Hola Marcos, vale genial. En dos minutos estoy ahí, vete pidiéndome una caña.- me despido de Igor asegurándole que el Levante va a ser quien se lleve los 3 puntos para casa mientras él se ríe de mí mal gusto para elegir equipo.

Después de 4 cañas, soy una más del grupo. Los 5 fantásticos, tal y como nos he bautizado nos dirigimos hacia la correspondiente puerta de entrada del Bernabéu. Voy caminando con Noe, una sevillana que llegó a Madrid de casualidad siguiendo a su novio del Erasmus, pero que se quedó en la capital con un trabajo en la redacción de Television Española.
- De verdad Carolina eres nuestro fichaje estrella, aunque seas del Barça te esperamos en los siguientes partidos.- David pronuncia arrastrando un poco las palabras ya que tal y como él dice, en la previa hay que beber kalimotxo que para algo es del norte.

Ya dentro localizamos nuestros asientos y para el final de la primera parte varios aficionados del Madrid me miran de manera hostil. Puede que se deba a mi euforia celebrando los 2 goles del levante en los primeros minutos del encuentro. En el descanso tomo dos buenas decisiones: ir al baño y quitarme la bufanda del levante. De camino a los servicios me encuentro con uno de los amigos de Igor que me sonríe. No recuerdo muy bien su nombre, ¿Alvaro, Alberto? Le devuelvo la sonrisa y regreso a mi asiento cuando el árbitro pita el inicio de la segunda parte. Minutos después el Real Madrid pide cambio y el número 29 se ilumina en rojo en la banda. No se porqué me siento así pero la forma en la que Marco abandona el campo lleno de rabia, cabizbajo y entre los pitos de su propia afición hace que me levante de mi asiento y me vaya. Es verdad que no ha sido su mejor partido pero tampoco lo ha hecho tan mal como otros de sus compañeros.
- ¿Te vas ya? Pero si la segunda parte acaba de empezar y seguro que remontamos.- Marcos intenta que me quede pero le digo que no me encuentro muy bien y abandono el estadio.

En la salida me vuelvo a cruzar a Igor, parece ser que no soy la única que ha decidido irse. Me mira sin saber muy bien que es lo que me pasa y yo solo le sonrío.
- No soy del Madrid y es verdad que llevan una mala racha, pero no se merecía eso. Ha sido de los mejores. Dile que no se martirice y que el próximo día lo hará mejor.- Igor me da las gracias y un pequeño abrazo asegurándome que se lo dirá a su hermano. Me pongo los auriculares y me dispongo a coger el metro. Me espera un viaje de una media hora a casa y preparo una lista de reproducción en Spotify que empieza con los primeros acordes de mi canción favorita de los Red Hot Chili Peppers. Entro en instagram y decido darle al botón de seguir en el perfil del mayor de los Asensio. Aprovecho para subir una foto de la previa de hoy, y me rio del comentario de Marcos. El lunes se meterá conmigo por haberme ido antes del final.

 El lunes se meterá conmigo por haberme ido antes del final

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CarolinaGV New season, new team.
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3 comments
DeividdGonz La estrella del equipo😎
Ana_lopez Espero que el cambio solo sea temporal 😳😳
Marcosbarreiro91 mucho equipo pero bomba de humo🤷🏼‍♂️🤷🏼‍♂️

Bloqueo el móvil y me encuentro dándole vueltas a las palabras que le dije al mallorquín mientras la música suena de fondo y las paradas hasta casa pasan volando.

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