Narrador Omnisciente:

Akemy y Minho estaban durmiendo cómodamente, juntos, abrazados... Tipo así:

Hasta que un pequeño rayo de luz se colaba por las cortinas pegando en el rostro de nuestro hermoso Minho

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Hasta que un pequeño rayo de luz se colaba por las cortinas pegando en el rostro de nuestro hermoso Minho... Este al percatarse de que ha amanecido intenta estirarse, sin embargo, algo se lo impedía, abrió los ojos ahora si del todo, y un pequeño sonrojo llegó a su cara, Akemy estaba dormido entre sus brazos, con una pierna rodeándolo, como si fuese un oso de peluche y Akemy fuese ese niño que no se separa del mismo. 

Minho intentaba moverse sin despertarlo, lo cual, Akemy siendo un chico de sueño profundo pero solo con su querido "Peluche", si se lo quitan, se despierta. Además de un reflejo en defensa al despertar... Por lo que, Minho al moverse despertó a Akemy, y como dije antes, tenía un reflejo al despertar... Entonces Akemy termino encima de Minho... Y ambos, se sonrojaron a mil, Akemy se bajó de el inmediatamente estuvo consciente, y no dijo nada, solo salió corriendo.

Narra Minho:

-Que fue eso...? - No se exactamente que acaba de pasar... Pero de repente Akemy estaba encima de mi, con una mirada amenazante, pero luego se puso demasiado rojo y salio corriendo.

A la hora del desayuno después de darme un baño baje al comedor, no había llegado Akemy, me senté en un extremo de la gran mesa, Alfred llego y me dejo el desayuno, como igual dejo varias frutas en medio de tooda la mesa.

Akemy es realmente muy amable con todos sus empleados, siempre desayuna con todos. Lentamente los empleados se iban sentando en la mesa con gran sonrisa, todos se llevaban bien, hasta que después del sonido de una campanita todos guardaron silencio, Alfred fue quien la sonó, se paro en el arco del salón de comedor y entro Akemy con su bata real.

-Buenos días a todos! - Se sentó he hizo una seña levantando sus manos dando a entender que pueden empezar su desayuno, el estaba al otro lado de la mesa, nuestras miradas conectaron pero con un leve sonrojo ambos retiramos la mirada y empezamos nuestro desayuno.

Después de que todos se retiraran, cada uno recogió su plato y por ley, al menos en el desayuno, cada uno lavaba lo que usó, luego cada quien volvía a sus labores, quedamos Akemy y yo de últimos. En un movimiento inconsciente por dejar un vaso en donde va, el lugar estaba justo arriba de Akemy, así que me acerque y vi como su cuerpo se erizó, cuando me aleje me di cuenta de que estaba pálido y se había quedado estático.

-Estas bien...? -Se dio vuelta para responderme.

-Ah? Que? Ah! Si! si! - Se dio vuelta rápido y lavo lo que le faltaba, cuando terminó iba a salir corriendo. Así que lo acorrale contra la pared. Se quedo paralizado, no se que hago, pero quiero saber que paso. 

-Que fue lo que pasó esta mañana? - Lo veía directamente a los ojos, el intentaba evadirla pero no podía. Suspiró y luego habló.

-Okay! Te contaré pero por favor aléjate un poco... -Dándome cuenta en la posición en la que estamos me aleje y carraspeé.

-Me contaras? -Asintió sonrojado y me hizo que lo siguiera, fuimos al jardín, allí había una pequeña hamaca y nos sentamos allí. 

-Okay... Veras, desde niño me enseñaron a pelear, ya que desde allí mis rasgos eran muy delgados a comparación de otros niños... Así que aprendí a pelear, pero... No salio bien, creo que se pasaron... Y... Ahora nadie puede despertarme... Ya que inconscientemente lo tomo como una amenaza... -Lo veía estupefacto, la manera en la que hablaba con la voz casi quebrada me sorprendió, al haberlo visto solo... Feliz. - Eso solo pasa... Y... Me asusta, si no te hubiese reconocido quien sabe que hubiese pasado... Lo sien.. -No lo deje terminar, lo estaba abrazando, al parecer la vida en palacio tampoco es tan buena... Cuando se alejo lo tomé de la barbilla

-Tranquilo, mejoraras, lo prometo - Le sonreí y las lagrimas empezaron a bajar por sus ojos, las quite con suavidad, lo seguí abrazando hasta que se tranquilizó. Luego empezamos a dar vueltas por el jardín mientras hablábamos de todo un poco 

-Entonces... Nunca tuviste amigos? Bueno además de Alfred que se nota que se llevan bien

-Eso creo, nunca tuve a alguien con quien desahogarme lo suficiente, ya que aunque Alfred fue prácticamente el que me crió y le tengo confianza, no soy de los que lloran frente a alguien... -Lo miré asombrado y el noto mi mirada. Se rió. -Fue el momento, además me generas confianza...

-Vale... Pero antes nombraste otros niños, venían al palacio? - El asintió.

-Eramos entrenados juntos, eran de familias reales o incluso solo los hijos de las familias adineradas, digamos que una escuela para ser un Feudo respetable... - Se quedo pensando un momento y luego hablé.

-Me gusta que tengas consideración por tus empleados al desayunar juntos, es humilde y lindo... - Una gran sonrisa apareció en su rostro, al igual que un extraño brillo en sus ojos... Esos ojos color ámbar tan... Hermoso... Moví mi cabeza de un lado a otro quitando esos pensamientos de mi mente...

Narra Akemy:

No se que fue eso, pero Minho puso esa mirada en mi... Y luego simplemente de repente la aparto, note un sonrojo casi invisible en sus mejillas... Ya debería saber que soy como un niño... Así que me puse al frente de el caminando hacia atrás... Vamos a ver que sale de esto...

-Que haces? Te puedes caer! -Tropecé, esperaba el golpe con los ojos cerrados pero nunca llegó, al abrir mis ojos Minho me tenía en sus brazos, me estaba sujetando por la cintura, por su mirada tampoco sabía como llegamos a esto, sus ojos color esmeralda parecían asustados, con una de mis manos rocé su mejilla, no se que esta ocurriendo... Íbamos a besarnos?... Solo me estaba acercando a el, y el a mi... 

-Majestad! - Maldición Alfred! - Oh lo siento! - Hizo una reverencia, Minho y yo nos incorporamos, carraspeé

-Em dime Alfred, que sucede?

-Majestad... Hay una persona esperándolo en el gran salón, desea hablar con usted, dice que es un viejo amigo... 

-De acuerdo ahora iré. - Alfred se retiró y lo seguí hasta que sentí que alguien me tomo de la mano y me jaló, choque contra el pecho de Minho, no quería alzar la mirada, el con una mano la alzó... Que le sucede hoy? Yo sentía que mi cara se me iba a caer de la vergüenza! -Em me tengo que ir Minho...

-De acuerdo -Se acercó a mi oído y dijo -  pero tenemos algo pendiente - Luego de eso escuchamos a Alfred gritando.

-Por favor! No puede pasar así! Debe mostrar respeto a su Rey! - Un chico se paró en seco cuando me vio, luego miró a Minho, demonios, sigo en sus brazos, me aleje. Me mostró una sonrisa, me hizo temblar... Oh no...

-Majestad! Lo siento no lo pude detener! Si desea llamaré a seguridad.

-No es necesario Alfred...

-De acuerdo... Majestad le presento a... - Alfred volvió a ver al chico esperando una respuesta.

-Si, yo me presentaré, gracias. - El estilo, su voz, todo era el... Estaba rapado... Tenía la mayor parte de sus brazos tatuados, un aro en su nariz y su ceja tenía una cicatriz... Era de hombros anchos y se nota que hace ejercicio -Majestad... Seguramente se acuerda de mi soy...

-Hayden

El Vasallo y su FeudoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora