〘The zombie song ┆Usamex

┆4

Un día pasó desde que se dio su lugar con esos imbéciles; a regañadientes lo tuvieron que aceptar debido a que si no lo hacían, el ruso les obligaría por las malas a hacerlo. 

Les dieron a él y al mexicano un hogar el cual tuvieron que compartir, por lo cual no pudo estar más encantado con la idea. Sim embargo, los otros no parecían estar de acuerdo; al parecer todos sabían que él no era lo que aparentaba y era en realidad un país zombie.

Dejando aquello de lado, era un hogar lindo el que les asignaron. No era muy grande, pero tampoco era pequeño; era del tamaño ideal para una pareja. Los colores de las paredes eran alegres, como le gustaba al mexicano que fueran. Quizás esto no fue tan mala idea como pensó.

Otra cosa que también era algo bueno —al menos para él— que salió de todo esto es que compartirían cama, a pesar de que haya dos habitaciones. Solo sería por seguridad del azabache y del rubio —mayormente la de este último, parecía que en cualquier momento lo colgarían o lo golpearían o algo peor—.

(•••)

Durante la noche, Alfred estaba despierto, abrazando al mexicano levemente y acariciando tímido su cabello. Parecía que estaba profundamente dormido.

Observó detenidamente su cara; sus ojos cerrados con unas pestañas de un tamaño que cualquier mujer envidiaría, una nariz que a su parecer era perfecta —todo del moreno le era perfecto—, unos labios carnosos de color rosado y unas mejillas un tanto regordetas.

Era demasiado guapo; como no podría tener un harem; más bien, ¿desde cuándo Alejandro tenía un harem?. Es decir, sí, como se dijo anteriormente, estaba guapo y todo, y además se cargaba un gran trasero con el cual varias veces había fantaseado.

Si quería ganar esta 'guerra' tenía que analizar a cada uno de sus rivales, a los cuales vería una forma de quitarlos de su camino.

Bien, primero vamos con los latinos.

El primero de ellos era Efrain¹.

A su entender, Efrain era un amigo de la infancia de Alejandro; eso le daba algo ventaja si quería una relación con él, ¿no?. No le importaba en lo absoluto, con una bala su problema se resolvería.

Catalina² era otra de sus amigas, y aunque dudaba seriamente de la sexualidad del mexicano, ella podía ser una opción de pareja en potencia. Era mujer, tenía ovarios; ella podía darle algo que él no: una familia. Tal vez a ella debería eliminarla primero...

Martín, a el realmente no le importaba en absoluto el mexicano; podía decirse que lo detestaba. Y por esta última razón es que debía morir primero. Nadie podría detestara ese bello ángel moreno.

Antonio, era bastante probable que él no gustara del azabache, pues recoraba que estaba en una relación —un poco tóxica cabe mencionar— con Romano. ¿Pero las cosas pueden cambiar, no es así?. De todas maneras, él tenía cara de pedófilo desde que lo conoció.

Arthur, Iggy, no importa. ¿Por qué el gustaba del mexicano? Eran polos opuestos; por ejemplo, uno tenía una gran gastronomía y el otro quemaba el agua. Aunque... Polos opuestos se atraen...

Francis, a él que le den; solo quería tener el honor de ser el primero en probar su gran y respingado trasero. Sabía que estaba en abstinencia desde que esto había empezado.

Iván, probablemente era el rival más fuerte; es decir, es "la madre Rusia". El país más grande del mundo. Y luego con eso de 'que tiene huesos anchos'. ¿Cómo eliminar a alguien que es más fuerte que tú?. Tal vez con inteligencia... Pero es Alfred, y Alfred es medio imbécil en algunas situaciones. Aunque tenía algo a su favor; tenía a Belarus.

Viendo el lado positivo a sus problemas con nombres, estar a punto de matar a siete naciones tiene su lado bueno, de vez en cuando hay que hacer una purga en personas, ¿no es así?.

(•••)

A la mañana siguiente se levantó temprano era intentar prepararle algo de comida a Alejandro; consiguió algunas naranjas y dos huevos, con esos ingredientes hizo un jugo de naranja y dos huevos estrellados para el mexicano; los colocó en una bandeja y subió las escaleras en dirección a la habitación donde durmieron la noche anterior. Pensaba sorprenderlo con un desayuno en la cama.

Lo vería comer alegre y luego conseguiría algo para él.

El mexicano había logrado devolverle sus características ganas de comer que a menudo tenía. Por si aún no quedaba claro, el mexicano le había devuelto el color a lo que era su monótona no-vida o vida de zombie.

(•••)

Había sorprendido al mexicano con el desayuno en la cama, recibiendo como agradecimiento una sonrisa y un "gracias" de parte del de cabellos azabaches.

Comía algo desesperado, pero intentaba ocultarlo, sin éxito alguno. Al parecer la manzana del otro día no le fue suficiente.

—Gr--gracias otra-- v--vez gor--gordito. —habló dificultosamente por estarse casi atragantando.

—Your welcome Alex. —le sonrió lo más coqueto que pudo, causándole un sonrojo y que desviara la mirada— I would like to do this every morning. —murmuró. 

—¿Hmm?.

—Nothing, continua comiendo.

(•••)

Le molestaba estar en presencia de los demás idiotas que habitaban ahí.

Italia Veneciano siempre tan llorón y dependiente del alemán, el cual no tenía más remedio ya que, por lo que había leído en su diario hace tiempo "Era su único amigo", aunque estaba claro que Ludwig ya había comenzado a verlo como algo más desde hace tiempo. Romano o Lovino siempre con esa actitud tan castrosa, al igual que la de Arthur, aunque la del último era un poco más de tsundere. Francis acosando a cualquier país. Yao con su típico "Aru" que le había comenzado a molestar cuando menos se dio cuenta. E Iván, siempre tan pasivo agresivo con los bálticos —esta vez con los dos que quedaban. Toris y Eduardo— y con los demás en general.

Pero le molestaba más que el azabache estuviera rodeado por los otros idiotas, los cuales lo atosigaban y en ocasiones lo tocaban en donde nadie podía tocarlo, a excepción de él. Él era el único que podía atosigarlo y tocarlo.

Le daban mucha atención al mexicano; y en cierta forma eso era conveniente para él. ¿De qué manera?, fácil. Si ellos preferían prestarle más atención al mexicano que a el, le daba la oportunidad de deshacerse 'sigilosamente' de ellos, los cuales parecían no tener intención de alejarse de Alejandro.

Pero bueno, ellos solo están celosos de Alfred.