❝Yeah, I'd be slowly walking
In a group stalking you
You'd be the only man alive
That I
Could not resist❞Se preguntaba «¿Cómo había llegado a ese punto?». Un muerto viviente vagando por el mundo sin un propósito, aburrido, y sin poder entablar una conversación normal con alguien sin que este se asustara y saliera corriendo o sin que le apuntaran con un arma
Desde que fue infectado con el virus z, su aspecto físico era horrible; había perdido su bello ojo derecho, quedando solo un agujero negro con un poco de sangre coagulada a su alrededor, y el cristal de su gafa derecha estaba rota, el de la izquierda solo estaba agrietado; su cabello estaba más desordenado que de costumbre; su piel, pálida y a penas putrefacta de lado de donde solía estar su ojo; y su ropa, manchada de sangre —de la cual no sabía si era de él o de otras 'personas'—. También tuvo que abandonar a su grupo de sobrevivientes —Iván (y sus dos hermanas), Arthur, Matthew, Yao, Francis, etcétera— ya que si no lo hacía, le iban a volar la cabeza con una escopeta.
Lo que le daba un poco de consuelo era el hecho de que no era al cien por ciento un zombie, y al no ser un cien por ciento zombie, no tenía necesidad de comer a personas —ya saben, destriparlas, comerse sus órganos como si se tratara del más exquisito manjar, etcétera, etcétera—. ¿La razón de esto? no lo sabía y prefería seguir, relativamente, viviendo en la bendita ignorancia.
Y, como el Hero que creía ser, salvaba ocasionalmente a los sobrevivientes que se hallaban en peligro de ser devorados, infectados y convertidos en zombies, claro que, al ser un zombie, estos se asustaban y salían corriendo de ahí a todo lo que sus pies daban
A veces se preguntaba, ¿Cómo estarían los demás países?. ¿Habría otro país zombie no tan zombie que no fuera Prusia?.
Lo único que le quedaba era vagar en hordas de zombies, hasta encontrar un propósito para que su monótona vida volviera a ser alegre y colorida, como lo era antes de volverse un zombie.
(•••)
Actualmente no tenía ni la menor idea de donde se encontraba, claro, no es como si todo el tiempo antes de volverse zombie hubiera sabido en donde se encontraba. No sabía si seguía en Norteamérica —Estados Unidos— o si estaba en algún otro país.
Parecía estar en una pequeña ciudad fantasma. Aunque todos los pueblos y ciudades se habían vuelto fantasma tras el virus; sí, lo mejor era decir que estaba en otra ciudad fantasma.
Los grandes edificios creaban algunos hórridos sonidos, y algunos animales que estaban cercanos a un pequeño bosque paseaban por ahí, evitando claro a los zombies. Evitándolo a él.
Pasando por un cruce peatonal se encontró con la mitad superior de un zombie, el cual se arrastraba con ayuda de sus brazos, uno esquelético y con algo de piel ensangretada pegada al húmero, y otro con más cantidad de piel que estaba obviamente ensangrentada.
«Disgusting»
Lo miró momentáneamente con mueca de repugnacia mientras que el contrario se seguía arrastrando indiferente a él.
Elevó la pierna, juntó toda la fuerza que pudo y cuando la cabeza del zombie estuvo cerca de su pie y la aplastó así sin más, matando «o rematando quizás» al zombie.
Se quedó viéndolo unos segundos, antes de proceder con su caminata sin rumbo.
(•••)
Sentado tomando descanso en una sombra de uno de los árboles por un área donde había departamentos que aparentemente eran lujos estaba descansando tranquilo y sin molestias.
Cerró sus ojos y dejó que el poco viento que había removiera su rubia cabellera.
Por un momento fue uno con la naturaleza, hasta que su momento de calma fue arruinado por varios disparos procedentes de algún lugar cercano a él.
Se levantó y caminó tranquilo al lugar de donde se oían los disparos, últimamente le importaba muy poco salvar a personas.
Pasando por algunos edificios se encontró con un moreno de cabellera azabache disparando a diestra y siniestra a quienes lo rodeaban «obviamente nos referimos a los zombies».
—Oh god... —pronunció en apenas un murmuro.
Diferentes emociones recorrieron todo su cuerpo, creando algunas pequeñas descargas eléctricas y un sentimiento agradable.
Quizo ir con él y abrazarle con todas sus fuerzas, pero tenía algunos inconvenientes.
Primero que nada: él era un zombie. Alfred F. Jones era un zombie. Y no quería tener una bala en el cráneo solo por acercarse a su amor.
Segundo; había muchos zombies, y aunque a él ya no le afectara eso, al contrario sí le afectaba y podían morderlo. Y no tenía la seguridad de decir que si lo mordían acabaría igual que él.
Y tercero; ellos nunca tuvieron ese tipo de relación, así que podía ser recibido con un fuerte golpe por parte del menor. Claro, esto solo pasaría si no recibía un disparo o si no mordían al azabache.
Tenía que idearse algo pronto...
(•••)
—Oh, Alex!. I missed you so much! —Alfred abrazaba con fuerza al mexicano, el cual estaba golpeando su pecho para que se detuviera, ya que se estaba sofocando.
Ninguno de los dos tenían la certeza de como llegaron a eso.
Zombies muertos en el piso y un norteamericano abrazando «y sofocando» felizmente a un mexicano.
Alfred estaba... Feliz, sí. Su no-vida había vuelto a ser colorida y ahora tenía una razón para sonreír.
Y Alejandro, por mucho que le costara admitirlo, también estaba feliz. Ya no vagaría solo intentando sobrevivir por sus propios medios a este Apocalipsis.
(•••)
Estaban caminando tranquilamente durante el ocaso, ya encontrarían un lugar donde pasar la noche
—¿Cómo me dijiste que perdiste tu ojo?.
—In an... accident... Yes. —y obvio que con "accidente" se refería a «mientras era devorado vivo por un montón de zombies».
—Ah, okey. —Alejandro abrazó a Alfred—. Si me dejas solo en esta chingadera como esos hijos de perra yo mismo te sacaré el otro ojo.
—Dummy, por supuesto que no te dejaré, nunca—contestó feliz—. Porque apenas te acabo de encontrar, darling. —susurró.
Apenas iba a empezar su historia de amor 'gore'.
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〘The zombie song ┆Usamex
FanficTítulo¿? - Las versiones de los países son de Hetalia, no de Countryhumans o Contryballs.