1000 Oportunidades más un condón

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 Si bien era cierto que el menor de los Hamada llegaba a ser bastante desordenado, él sabía que tarde o temprano encontraría sus cosas en alguna parte de su cuarto, ya que nunca iban a salir de ahí. Pero esta vez fue una excepción.

—¡Baymax! ¿Has visto mi rollo de planos? —gritó el nipón hacia el robot, el cual estaba en su día de descanso.

—¿Qué clase de rollo de planos buscas, Hiro? —preguntó el robot colocándose a su lado ladeando la cabeza.

—Agh... —lanzó un quejido al lanzar un libro al suelo— donde tengo los planos de los trajes del equipo de Grandes Héroes —seguía dando vueltas y vueltas alrededor de la habitación sin encontrar lo buscado— Juro que lo había dejado debajo del escritorio.

—¿Por qué tan preocupado por eso? —pregunta el robot agachándose para buscar debajo de la cama del nipón— Aquí no hay nada más que ropa sucia... y un condón.

—Veamos... —se sienta sobre la silla de ruedas y frota su cabeza— Los necesito porque ahí están los planos del diseño de Banken, es importan... ¡Espera! ¿Qué dijiste? —miró a Baymax confundido y luego con asco— ¿Está usado?

—No, está en su bolsa de protección perfectamente equipado —le entregó el preservativo— Es bueno usar protección a la hora de tener relaciones íntimas con tu pareja, esto evitará enfermedades de transmisión sexual y futuros embarazos no deseados.

—Baymax, ¿para qué mierda quiero yo un condón? —le pregunta al malvavisco gigante quien estaba enumerando una larga lista de enfermedades.

—Hola Hiro —entró su hermano a la habitación, se quitó su gorra y se la colocó a Baymax— Hola Bay, ¿cómo están?

—Tadashi, necesito tu ayuda —habló Hiro hacía su hermano aun viendo el preservativo— ¿Qué es esto? —levantó el preservativo y se lo mostró, haciendo la cara de su hermano enrojecer.

—Eh... Hiro, creo que ya estás grande y creo que Tía Cass aún no te ha dado la charla de... tu sabes... pero, recuerda siempre usar protección ante todo. Y si te avergüenza comprar condones no importa, me puedes decir con confianza y te lo compraré...

—¿Ah? No. No. No. No. —negó con sus manos y su cabeza repetitivamente— Idiota, yo no quiero ni estoy teniendo relaciones con nadie. No tengo interés en eso ahora. Esto lo encontró Baymax bajo mi cama ¿Acaso es tuyo?

—Hiro, ¿de verdad me estás preguntando esto? —se colocó serio ante su hermano, el cual lo miraba incrédulo.

—Estamos en las mismas con relaciones sexuales se refiere —volteó los ojos y se acostó en su cama.

—Claro —dijo sarcástico— Al menos no eres virgen —habló en lo bajo con molestia.

—¿Mh?

—Nada. Baymax —llamó al robot— Detecta las huellas digitales de esto —le dio el condón— Por cierto, está noche no patrullare, voy a salir —le dijo a su hermano.

—¿A dónde vas? —levantó la vista con curiosidad.

—Al cine, me invitó Miguel —agarró la chaqueta que se encontraba sobre su cama y se la colocó.

—Últimamente andas hablando mucho de Miguel desde el viaje, ¿vas a cambiarlo por Marco como mejor amigo ahora? —se burló el mayor mientras tomaba una revista de su mesa de noche.

—No, sólo me cae bien y como dijiste "Socializa más" —imitó al mayor con una voz aguda y burlesca— Eso es lo que estoy haciendo, o por lo menos lo intento. Por otro lado Marco andaba muy estresado con su proyecto del Petróleo Ambiental que decidí no molestarlo desde entonces.

Al final del muelle -Higuel-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora