Capitulo 1

12 1 0
                                    

La mujer, según lo que muchos poetas dicen, hermosa, fuerte pero frágil, inocente pero mundana, un ángel que trae el infierno entre sus pierna, ellas son las que con todo dolor nos traen a este mundo como almas inocente

Tristemente donde vivo es diferente, en mi ciudad las mujeres no valen nada, ellas están aquí solo para darnos placer a nosotros los hombres, para traer niños al mundo... Eso nos dicen desde pequeños aquí, pobre del que piense lo contrario

Todo aquel que diga lo contrario será torturado, esta es una ciudad donde el hombre es el que manda, a los hombres nos enseñan a manejar un arma desde la hermosa edad de cuatro años, pero no he conocido a nadie que piense lo contrario

Mi nombre es Alexander Warrior, soy un chico de veinte años, parte del cuerpo político militar de la ciudad, en pocas palabras tengo que mantener todo en calma con un grupo de chicos entrenados para matar a sangre fría

Soy hijo único de una pareja respetable, mi padre general mayor Warrior Alejandro de uno de los últimos rangos, es uno de los más importantes generales de la ciudad, un hombre de cincuenta años, procreador de tres hijos varones, de los cuales soy el único que sigue con vida

-Alexander – miro hacia la puerta donde se encuentra mi mejor amigo uniformado – No me digas que te toco escribir otro informe – sonreí, ese bastardo siempre me hace reír

-Estoy escribiendo las notas de vida – de un momento a otro se puso pálido como una hoja

-¿Toca escribirla? – pregunto con miedo en su voz

-Tranquilo, el general Warrior mayor me dijo que fuera adelantándolas que me tenía demasiado trabajo para final de año – su expresión cambio en una sonrisa

-Tu padre no te dejara tranquilo jamás – chasque la lengua

-Tengo que seguir hasta que me case – se acerco

-Alexander, ya se comprobó que no somos gay – rodé los ojos – No veo la razón para casarnos

-En realidad, tampoco le encuentro sentido – suspire – El trabajo cada vez se vuelve más pesado – lo mire – ¿Para qué viniste a mi oficina?

-Se me había olvidado – cambio su expresión a una seria – Hay un caso cuarenta y siete en la celda tres

-No me digas que es el caso que debían resolver los cabos de rango Z la semana pasada

-Casi todos los de rango Z a la W están heridos – suspire

-Así que decidieron pasarlo a los de rango D – asintió – Vamos de una buenas vez

Caminamos hasta la celda tres, pase la mano por mi desordenado cabello rubio, no podía creer lo que estaba viendo, le lance una mirada asesina a los de rango L que estaban allí

En aquella celda se encontraba una chica sentada, cabello ondulado color chocolate entre largo y corto, su rostro estaba tapado por su cabello, su cuerpo parecía esculpido por los dioses, todos se veían embelesados por su belleza, aunque no se sus rasgos faciales

Di la orden de que la trasladaran, todos se negaron, mi padre los mataría al instante, pero debo ver la razón por la que nadie quiere entrar

-¿La tocaron? – les pregunte con ceño fruncido

-Según el informe nadie la ha tocado, porque nadie sale ileso de allí – mire a mi mejor amigo

-Alexis – me miro – Quiero que activen la función silencio

-Claro, de todas formas estaremos aquí para salvarte – levanto una ceja

-¿Salvarme? – sonrió –Me cuesta creer eso

La mujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora