No puedo creer lo que me pasa, me encuentro preocupado por una mujer que no es mi madre, miro la puerta del baño con cansancio, en la madrugada Estefanía entro al baño, cosa que pensé normal, pero ya son las siete de la noche y no ha salido de ahí
Dejo salir un pesado suspiro, me tiene intranquilo que ella no haya comido en todo el día, estúpidas reglas, si no fuera por la estúpida regla de que no puede volver virgen o nos ejecutaran ella estaría junto a mí en algún lugar turístico
-Espero que podamos hablar – la miro de reojo desde la puerta del baño – No tienes porque ocultarme las cosas, somos dos que estamos metidos en este problema – cierra sus manos en puños – Espero que lo entiendas, justo en estos momentos que ya no te veo como el enemigo
Ya no me veía como enemigo, aunque algo dentro de mí me dice... Que ya no es así, debe de pensar que tan solo la quiero en mi cama para sacar placer de entre sus piernas... Lo peor es que no es así... La quiero, no puedo negar que le tome cierto cariño... Cariño de hermanos o amigo... No de amantes... No me llama la atención como mujer, tan solo quiero salvarla; sonrió, pues lo más probable es que elija dejarme morir, ya que ella me dijo muy claro que no pensaba entregarse a un hombre
Las horas siguen pasando, es casi media noche, tengo dos planes listos, el primero es al que más le estoy dando vueltas, este plan es por si se niega, lo que es más probable viniendo de ella; el otro es el que siento que no usare, es que si llega a aceptar le preparare una noche muy romántica, cosa que me está costando un mundo por el simple hecho que no sé nada de romance, por suerte aquí tienen variados libros de dramas románticos
Son las dos de la madrugada, me estoy quedando dormido mientras leo una novela de romance, le estoy tomando el gusto a estos libros, mis ojos se cierran, el libro cae de mi mano, la oscuridad esta que me absorbe cuando escucho una puerta abrirse
Abro levemente los ojos, luego los abro por completo al ver que Estefanía por fin ha salido del baño, ella se sienta a mi lado en la cama, su expresión es demasiado seria, sus ojos estan rojos... Ha estado llorando en silencio todo el día... Suelta un pesado suspiro que hace que me sobresalte
-Alexander – la miro con atención, ella tiene la mirada hacia sus piernas – Ya tome mi decisión – siento un escalofrió recorre mi espalda, me aterra la respuesta
-¿Cuál? – le pregunto en un hilo de voz,
Ella comienza a jugar con sus dedos, su respiración me dice que es difícil decirlo, le coloco la mano en el hombro con una sonrisa, ella me mira, sus ojos denotan tristeza, las lagrimas las tiene acumulada
-Tranquila – le digo lo más cálido que puedo – Te salvare sea cual sea tu decisión – ella se abalanza sobre mi dándome un abrazo
-¿Enserio aceptaras cual quiera que sea mi decisión? – me pregunta sollozando en mi pecho, le acaricio el cabello de manera dulce
-Claro, no pienso obligarte a nada – acuno su rostro en mis manos, le doy un beso en la frente que al parecer la sorprendió – Me alegra haberte conocido – sonrió – Este viaje ha sido una parte muy feliz de mi vida... Gracias por dejarme conocerte
-¿Por qué eres así? – me pregunto, tan solo rio
-No lo sé, solo quiero ser sincero... Presiento que mi muerte está cerca – ella sonríe haciéndome sentir una punzada en el pecho
-¿Quieres saber mi decisión? – asiento – Decido entregarte mi virginidad – mis ojos se abren los mas que se puede por la sorpresa – Seria egoísta de mi parte que después de que me salvaras te deje solo en esto – ladea un poco la cabeza hacia la derecha – No puedo dejarte morir... Como te dije ayer... Somos dos los que estamos metidos en este problema
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La mujer
RomanceUn hombre joven que vive en un lugar donde las mujeres la crían sumisas con la idea de que no valen nada y que están en este mundo para traer niños al mundo, los hombres no pueden llorar o sentir atracción por otro hombre, eso ocasionaría la muerte...