Cinco

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Pedido hecho por Ana___medrano.

Narrador omnisciente:

Una joven se encontraba en su cita de séptimo aniversario con su novio, el singular chico llamado Cinco.

El se había esforzado por hacer ese día uno de los más especiales para ambos, aunque para él cualquier día contigo era especial.

Te recogió por la mañana para llevarte a desayunar a tu lugar favorito y aunque ser expresivo no era lo suyo contigo el sentía la necesidad de hacerlo, te tomaba de la mano y te abrazaba dándote besos llenos de amor.

Te llevo a dar un paseo por un parque temático y siempre procurando caminar a tu izquierda, sabes porque? Para nunca dejar de rozarte el corazón.

El se mostraba atento contigo y tu solo podías sentirte bendecida por tener a alguien como él a tu lado.

Viste un carrito de helados a lo lejos y se te ocurrió comprar algo para ambos.

- Vuelvo en un segundo. - le dijiste dándole un beso en la mejilla para después alejarte.

Te acercaste a el señor vendedor y le pediste dos helados de sus sabores favoritos, en eso un chico que estaba haciendo fila comenzó a hablarte.

- Hey linda, no te gustaría compartir esos helados conmigo? - te pregunto coqueto.

Tu solo sonreiste incómoda y hiciste un gesto con tus manos en señal de negación.

- Ya tengo a alguien para compartirlos.

El chico paso su brazo por tus hombros atrayendo te a él.

- No veo a alguien contigo linda.

Estabas por alejarlo cuando sentiste que te tomaron del brazo y te salvaron de esa situación.

- Pues deberías revisaré la vista por qué ella viene conmigo.

Conocías a la perfección esa voz, el chico se disculpó y se marchó dejándolos solos a ustedes.

- Sus helados señorita.

El hombre te entrego los helados, tu los pagaste y tomaste a tu novio de la mano.

- Este es para ti Cinco.

Le diste el helado de sabor fresa y el lo tomo agradeciéndote.

Continuaron su caminata en silencio, al notar su falta de entusiasmo lo miraste y el tenía la mirada baja pareciendo así un niño que acaba de ser regañado.

- Gracias por ayudarme con ese chico.

Le dijiste poniéndote frente a el haciendo que te mirara, él te sonrió y te abrazo.

- No quiero que alguien te aparte de mi lado (T/N)...

Tu le correspondiere el abrazo y le acariciarte la espalda cariñosamente.

- Eso no va a pasar Cinco.

- Me esforzaré para que eso no pase, me costo mucho ganarme tu corazón como para que alguien venga y lo arruine.

Tu sonreírse enternecida.

Te separaste de él y buscaste en el bolsillo de tu pantalón el obsequio que compraste para él, se lo pusiste en la mano y el lo abrió, lo miro y puso una gran sonrisa.

Era una pequeña pulsera roja con figuritas en ella, una luna y un sol.

Le mostraste tu muñeca enseñándole que tú tenías una igual.

- Dicen que todas las personas tenemos un hilo rojo en nuestro dedo meñique que nos une a lo que sería nuestra persona destinada, el hilo se puede enredar y estirar pero nunca romperse.

El recordaba haberte escuchado hablar sobre esa leyenda un tiempo atrás.

- Yo no creo en el destino Cinco y es por eso que te doy esta pulsera, yo te elijo a ti para para permanecer a tu lado sin importar lo que pase y el destino se puede ir a la mierda por qué  yo no aceptaré a alguien que no seas tú.

Él se puso la pulsera y luego tomo tu rostro con delicadeza para luego unir sus labios en un beso, era un beso lleno de amor, sin prisas y disfrutando el uno del otro.

- Yo también te elijo a ti.

Tu amabas a Cinco con todo tu corazón y no eras idiota como para cambiarlo por alguien más.

ONE-SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora