Cinco

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Esta seria la segunda parte del primer one-shot de Cinco, asi que seria ya un Two-shot supongo
EDITADO (FINAL FELIZ PARA LA RAYIS, NO PARA EL OJETE DE CINCO)

Ella se reia con el chico que se habia ganado su total confianza sin que ella misma se diera cuenta, él era tan dulce,atento y sincero con ella que los trozos de su corazon que Cinco habia roto se volvieron a juntar de manera rapida, él la hacia sentír fuera de su realidad, con sus palabras sentia como si el universo entero desapareciera y solo fueran ellos dos.

Desvio su mirada un poco y lo pudo ver, vio esa espalda que tanto conocia y ese uniforme que era imposible confundir.

Se debatio sobre si ir tras él o no, ¿que estaba haciendo él ahi? ¿la habia visto?.

- Sucede algo? - le pregunto el chico a su lado con tono curioso al verla ponerse seria de pronto.

Ella disperso esos pensamientos y se centró en él, aquel que se habia convertido en su mejor amigo y confidente.

- No, solo me distraje un poco - dijo restandele importancia.

Siguieron platicando entre risas, comportandose como los adolescentes que eran.

Y asi siguio pasando el tiempo, con ahora escasos momentos de nostalgia en los que pensaba en aquel chico que tanta felicidad le habia traido pero tambien le habia quitado.

Y entonces el destino hizo de las suyas.

En un viaje escolar viajo a su viejo hogar, aquella ciudad, aquellas calles en las que tantas ocasiones habia paseado tomada de la mano con su viejo amor.

Estaba tan nerviosa y temerosa de ir, sabia que las posibilidades de encontrarse eran nulas pero aun asi su mente no dejaba de maquinar escenarios en los que ambos se encontraban frente a frente.

El viaje de ida habia sido corto, deseabas que cada segundo fuera mas largo y un minuto una eternidad.

Los horarios ya estaban establecidos, aparentemente lo primero que visitarian seria un banco que resguardaba una de las monedas mas antiguas.

Cuando llegaron al banco los acomodaron por filas, una trabajadora se encargo de explicarles lo que que podian y no hacer, apenas entraron todos se dispesaron ignorando las exclamaciones de la mujer y su profesor.

- vamos a explorar - le propuso su mejor amigo tomandola de la mano y arrastrandola a quien sabe donde.

Llegaron hasta una puerta que tenia el cartel de "solo personal autorizado" y el chico sin dudar la abri y entre jalando a la chica consigo que entrara.

- No deberiamos estar aqui - exclamo ella aunque no pensara eso, a ella le gustaban ese tipo de emociones, sentir adrenalina y rebeldia.

- Solo un ratito - le pidio él con una calida sonrisa.

Ella puso los ojos en blanco pero con una sonrisa de emocion en su rostro.

Estuvieron al rededor de cinco minutos husmeaando lo que habia en la bodega hasta que escucharon un ruido segudo de otro, eran disparon.

Se miraron alarmados y con la confusión plasmada en sus ojos.

Abriron cuidadosamente la puerta, solo lo suficiente para ver lo que pasaba.

Vieron que todos sus compañeros junto otra gran cantidad de personas estaban en un rincon temblando y de rodillas con la cara pegada al suelo.

Sin avisar el chico cerro rapidamente la puerta, con cautela de no hacer algun ruido.

- Que haces? Tenemos que ayudarlos - le dijo ella en susurros.

Él nego rapidamente la tomo de los hombros.

ONE-SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora