Cinco

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Ser una figura publica no era nada facil, menos siendo apenas una adolescente, su padre queria que fuera una heroina, una gran heroina miembro de un asombroso equipo de heroes.

Ella no tenia deseo de cumplir esas expectativas de su padre pero cumplia los entrenamientos y deberes porque le estaba agradecida, aveces se ponia a pensar que si Reginald no la hubiera adoptado lo mas posible es que su vida no fuera feliz, vivir con dos grandes alas negras en tu espalda era algo de lo que la sociedad podria burlarse, aunque aveces no comprendia muy bien a la sociedad porque la gente no la criticaba por su particularidad siendo una heroina y salvando vidas pero si se burlaban de aquellas docenas de niños que no habian sido adoptados, ya sea porque sus poderes se manifestaban fisicamente o por que podian hacer cosas anormales, estaba agradecida con Sir Reginald por haberla adoptado.

Y son esos niños los que mas crecen llenos de rencor y odio.

La alarma sonaba por toda la academia, los adolescentes corrian por los pasillos en direccion a su padre, una vez frente a él este les informo que al parecer otro peculiar estaba causando desastre en la ciudad y les dio la advertencia de que su poder consistia en convertir a las personas en algo al azar

Emprendieron camino hacia una parte de la ciudad en la que no habian estado antes, se escuchaban las sirenas de las patrullas y gritos de los civiles.

Bajaron de la camioneta en la que habian llegado y luego se posicionaron en un lugar en el que podian observar y analizar mejor la situacion sin que el maleante se percatase de su presencia.

- Cual es el plan Numero Uno? - le pregunto su hermana de tez morena.

- Denme tres minutos para pensar en algo - respondio él intentando pensar en diversas alternativad para vencer al joven desquiciado.

-N-no tenemos t-tres minutos, tienes que liderarnos AHORA - exclamo Numero Dos al ver que el villano se acercaba a su posicion.

- Yo lo distraere, piensa en algo rapido - dijo timidamente la joven Numero ocho comenzando a extender sus alas.

-No, tu quedate aqui yo lo distraere - dijo Numero Cinco negandose ante la idea de su mas preciada hermana.

Antes que que alguno pudiera protestar algo el chico ya se habia transportado hasta detras del maleante.

- Ey tu! -le llamo, el chico volteo a verlo y cuando lo reconocio su mirada se lleno de odio .

- ¿pero que tenemos aquí? Uno de los oxigenados de Umbrella Academy - dijo arrogante con una sonrisa maliciosa.

- Deduzco que tu eres uno de los extras que se la pasan lamentandose - dijo con veneno.

El chico enfurecio y empezo a lanzar rayos, Cinco se transporto sobre un auto donde observo tranquilamente como el chico estaba infantilmente desquiciado.

-"Que mediocre" - pensó - sabes? No es por nada pero con esa puntería es una suerte que no estes en la academia, seria denigrante para todos los demas.

El chico ya estaba a punto de lanzar otro rayo cuando recibió un fuerte golpe en la cabeza que lo hizo terminar en el suelo.

- Buen trabajo -le felicito Numero Uno levantando su pulgar.

- ¿Que clase de plan es ese? - se quejo el chico transportandose al lado de la joven (C/P).

El lider solo se encogio de hombros mientras le ponia unas esposas al maleante y revisaba que no tuviera algún arma oculta sin percatarce de que el chico movio su mano rapidamente y empezo a lanzar rayos al azar.

Con suerte lograron esquivarlos pero un ultimo rayo iba directo a la (C/P) quien sabiendo que no podria hacer nada solo cerro los ojos esperando cualquier cosa.

ONE-SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora