~Cap XI: Excursión Padre E Hija~

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Star miraba a través de su ventana con una expresión un tanto molesta. La princesa estaba apoyada de codos con su cabeza sobre sus manos. Observaba fijamente cómo su padre y su mediocre escudero caminaban por el jardín.

Seguramente venían de otra aventura en el bosque en donde le patearon el trasero a unos horribles y feos monstruos.

Tal y cómo lo habían hecho desde hace un par de meses. En dónde el chico de la tierra ya se había adaptado cómo si nada a vivir en Mewni.

—Tonto chico de la tierra —murmuró Star con enojo. —¿Por que él puede pasar tiempo con mi padre y yo no puedo pasar tiempo con mi padre? —Continuó murmurando con enojo. —Aaaaah... —Suspiró. —Cómo quisiera poder pasar tiempo con mi padre.

Era cierto que tenía mucho tiempo libre hasta su coronación pero eso no quería decir que podía hacer cosas tan desagradables cómo lo decía su madre. Tales cómo salir de campamento con su padre, ir al pantano con su padre o ir a algún sitio peligroso con su padre.

Sin duda alguna se aburría de lo lindo gracias a la zorra que tenía cómo madre. Varias veces la descubría saliendo de la habitación a escondidas del rey acompañada por no uno si no dos o hasta tres hombres humanos, de esos que son muy altos, bronceados y musculosos.

Si, la reina no parecía tener llenadera y cada vez era más insoportable. A veces Star quisiera ir corriendo hacía su padre y gritarle en la cara qué su madre era una puta, pero esas que son muy pero muy baratas, de esas que después de cogertelas, cómo pago te piden que te las sigas cogiendo más y más.

Pero el problema es que te dejan seco hasta que quedas cómo una momia. En fin. Star quería exponerla pero sabía que eso podría hacerle mucho daño a su padre.

Por eso se aguantaba y mucho.

—Estúpida... —Dijo Star en voz baja obviamente refiriéndose a la reina Moon Butterfly, su madre y gobernante absoluta de Mewni.

El que sería su próximo reino.

Solo debía esperar poco menos de un año y podría gobernar y dirigir todo cómo se le diera la gana. Cómo enviar a su madre al calabozo y decirle a su padre que ella se tomó unas largas vacaciones y que volverá algún día.

—De todos modos mi padre es muy inocente cómo para darse cuenta de la verdad —le resto importancia al asunto y continuó viendo por la ventana.

Al parecer Marco y su padre ahora descansaban cerca de la piscina de enfrente del castillo. Ambos usaban lentes de sol y reposaban en unas sillas de playa.

Se veían muy relajados.

—Estúpido Marco... —Murmuró Star.

¡Escuche eso! —Gritó Marco desde abajo.

Ella simplemente puso una expresión cansada. No tenía ganas de pelear con su empleado. Él cuál era muy pero muy altanero y la única razón por la que no lo deportaba a la tierra era por que su padre se llevaba muy bien con él.

—Suertudo... —Murmuró por lo bajo. Se veía molesta pero rápidamente cambió su semblante a uno feliz.

Se acercó a una pared y observó un calendario que allí estaba. En él había una fecha encerrada en un círculo rojo. Parecía ser hoy.

—Es hoy, es hoy —salto complacida mientras aplaudía. —Hoy podré pasar tiempo de calidad con papá sin que ese humano idiota ande cerca.

¡Escuché eso! —Gritó Marco desde abajo en la piscina, nuevamente.

Star entre cerró la vista. Para ella Marco si que era muy molesto. Pero eso no importaba. Hoy tenía un día libre y lo aprovecharía estando con la persona más importante en su vida. Su padre.

Star Butterfly: La Princesa de mis pesadillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora