~Cap VIII: Relato De Un Latino~

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Marco caminaba cómo si fuera un zombie por los largos pasillos del palacio. El cuál estaba adornado con grandes columnas de mármol, el suelo estaba hecho de cerámica de color rosa, seguramente la más cara y fina que se puede encontrar en la Tierra o en Mewni aunque eso a él en estos momentos no parecía importarle en lo absoluto.

—Aaaaah... —Lanzó un extraño lamento cómo si se estuviera acordando de algo. Se detuvo de repente y levantó la vista al cielo con una expresión melodramática. —¿Por qué a mi? —Se preguntó para después lanzar otro lamento y seguir con su camino.

Se levantó temprano y después de salir a tomar aire se dirigía ahora a la habitación de la princesa, con la cuál debía presentarse cada mañana para ver que deseaba que hiciera, aunque el día de hoy estaba de lo más agotado emocionalmente, no sólo por los meses que estuvo en la dimensión Heekapoo si no también por lo que ocurrió en su encuentro con Jackie, su chica de ensueño.

Llegó a la habitación de Star y entró sin tocar la puerta.

—¿Princesa, esta despierta? —Preguntó sin mucha emoción.

Star estaba ya vestida con su ropa de siempre, un hermoso vestido azul marino con zapatillas blancas, con su cabello bien peinado y con su reluciente corona ya puesta. Esta estaba sentada en su cama usando su celular para matar el tiempo, estaba muy tranquila hasta que Marco la interrumpió.

—Si, puedes pasar... Aunque de todos modos no creo que necesites permiso ya que entraste sin pedirlo —le recriminó ella mientras lo volteaba a ver con enojo y procedía a guardar su celular.

—Lo siento... —Se disculpo él sin muchos ánimos.

Star lo vio raro. Se le hacía extraño que el humano cuya determinación le daba náuseas se encontrará en ese estado tan deprimente, si apenas ayer se veía que irradiaba felicidad.

Aunque quería preguntar, no quería parecer muy interesada en la vida de un simple humano. Así que decidió disimular.

—¿Qué se te ofrece? —Preguntó ella de brazos cruzados.

Marco se hubiera sorprendido por la pregunta pero estaba tan decaído que simplemente habló en modo automático.

—Vengo a ver si se le ofrece algo, princesa.

Star entre cerró la vista, observó al joven detenidamente y no pudo evitar esbozar una sonrisa muy perversa. Al parecer si, este estaba siendo atormentado por algo y no iba a desperdiciar tiempo en averiguar que le ocurría.

—Si, necesito algo —dijo ella con tono divertido.

—¿Qué se le ofrece? —Preguntó Marco.

Fue entonces que Star palmeo un par de veces al lado de dónde estaba ella sentada, indicándole al chico que se sentará.

Este ladeó la cabeza a un lado como si no entendiera a que se refería ella exactamente.

—Siéntate, idiota —dijo ella con cansancio al ver que el tarado no entendía.

*Suspiro* esta bien —Marco caminó arrastrando sus pies hasta la cama y procedió a sentarse al lado de la princesa sin hacer más preguntas. —Y bien, ¿Qué necesita? —Preguntó.

Star esbozó una enorme sonrisa y con mucha impaciencia lo tomó de las manos y acercó su rostro al de él.

—Cuéntame que te paso ayer en tu cita con Jackie —exigió saber aún con esa desagradable sonrisa.

—Pero no quiero...

—Es una orden chico —sentenció ella con enojo.

*Suspiro* esta bien —aceptó derrotado. —Verá todo comenzó cuándo Heekapoo me dio unas tijeras dimensionales creadas por ella misma. —Sacó sus tijeras del bolsillo y se las mostró a Star.

Star Butterfly: La Princesa de mis pesadillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora