"JOEY" ※Joerick※

※Siete

Una vez descubrí a Joey en la oficina de mi papá mirando la caja fuerte en la que sabia que guardábamos las armas...

Hacíamos tarea en mi habitación, Joey se había mantenido callado toda la tarde.

No le tome importancia.

Mi tonto yo adolescente creía que Joey era raro y dramático.

Joey pidió ir al baño.

Tardó bastantes minutos así que fui a buscarlo.

Lo descubrí en la oficina de papá.

Yo sé lo que él quería, abrir esa caja fuerte y sacar una de las tres pistolas que guardaba mi padre, apuntar a un costado de su cabeza y jalar el gatillo.

Joey no dijo nada, yo tampoco.

Dejé que se fuera.

Como siempre, dejé que se fuera.

Una vez Joey moldeó mi auto en forma de un tronco y se negó a darnos la razón...

Una tarde Joey me pidió prestado mi auto. Horas después su mamá me llamó llorando.

Joey había chocado.

El médico dijo que Joey estaba fuera de peligro.

Solo se fracturó un brazo.

Cuando revisaron el auto no encontraron ningún defecto en los frenos o en el motor.

El lugar donde chocó era una carretera casi vacía, chocó con un poste.

Joey no estaba borracho ni cansado. Él no tomaba.

No encontraron razones de su choque.

Joey se negó a dar sus razones.

Una vez descubrí a Joey en la clase de Biología mirando el bisturí como si quisiera ser la rana, extendido, abierto de par en par, tan honesto...

En la clase de Biología llegué a convencerme totalmente de que cuando Joey hablaba sobre suicidarse, no eran simples palabras, él realmente deseaba hacerlo.

Pero no hallaba la forma ni el momento.

La forma en la que sujetaba el bisturí, y lo acercaba peligrosamente a su muñeca.

La forma en la que miraba a la rana. Joey deseaba estar en su lugar.

Joey fue tan honesto con lo que sentía.

Si yo hubiera sido igual de honesto...

¿Joey se hubiera quedado conmigo?