Me pregunto cuantos niños como Joey querían morir y tuvieron la mala suerte de lograrlo...
Mi psiquiatra un vez dijo que todos alguna vez en nuestra vida deseamos morir.
Pero es diferente desearlo que actuar.
Hay una cifra elevada de suicidios al año.
Jóvenes que están cansados de intentar, intentar, intentar y seguir intentando vivir.
Algunos de ellos hallan una esperanza en el último segundo de su vida.
Pero la gran mayoría logra su propósito, la muerte.
Joey lo logró.
¿Cuantos niños tenían personas que se preocupaban por ellos pero que también tenían que pagar el alquiler?
No podría culpar a sus padres. Su familia era demasiado pobre, con el poco dinero que ganaban apenas podían sobrevivir un mes.
Ellos pensaron al igual que yo, que la depresión de Joey se iría con el tiempo.
Que Joey se recuperaría y viviría una vida normal hasta envejecer.
Nos equivocamos.
Soy tan afortunado de que ahora no estoy describiendo el funeral de Joey...
Hace tres años el día del cumpleaños de Joey, después de una noche sin dormir pensando en porque solo había jugado vídeojuegos por media hora y se había marchado, pensando en porque me trataba distante e indiferente, pensando en todas las maneras que le fallé, acepté que lo amaba y no quería que se fuera de mi lado, como le había dicho a su madre.
Corrí esa mañana temprano a su casa, creyendo que ese día cambiaría nuestras vidas.
Efectivamente ese día marcó mi vida, pero no de la forma que hubiera querido.
Había una ambulancia y una patrulla de policía.
La mamá de Joey lloraba desconsoladamente.
Joey se había ido para nunca más regresar, tal como quería.
Soy incapaz de describir su funeral, he bloqueado ese recuerdo en mi subconsciente.
Mamá dice que enloquecí y tuvieron que llevarme al hospital.
Soy tan afortunado de que todos viviéramos a través de lo que fuimos para convertirnos en lo que somos...
Perdí a la persona que más amaba.
¿Lo más doloroso?
Él jamás lo supo.
Sufrí de presión crónica al igual que Joey, pero yo tomé terapia. Suficiente para recuperarme.
Pero existen las recaídas, ¿no?
Soy tan afortunado...
De haber creado una historia en mi cabeza para no tener que lidiar con la muerte de Joey.
Mi psiquiatría me repetía que imaginara a Joey en un lugar bonito.
Él graduándose de la universidad. Él encontrando un buen empleo, consiguiendo un ascenso. Él lejos de todo lo que le hace daño, sobre todo lejos de mi. Él enamorado de un chico amable y generoso que no teme demostrarle su amor. Él con la familia que se merecía, su esposo, un hijo y un perro, con amigos verdaderos.
Joey es Joe en esa vida, porque el nombre de "Joey" le recuerda su dolor.
Pero esa vida no es real.
En la realidad el murió y a pesar del tiempo y las terapias, sigo sintiendo el hueco que dejó en mi, y las abejas continúan sacudiéndose.
Quiero liberarlas y al mismo tiempo liberarme de mi dolor.
Porque si, Joey sigue doliendo como el mismo infierno.
Soy tan... afortunado.
Por seguir amándolo...
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"JOEY" ※Joerick※
Short Story¿Recuerdas ese momento cuando la caricatura se da cuenta de que está dando tres pasos al vacío, y da una larga mirada a la audiencia como si estuviera pidiendo "AYUDA"? Joey se veía así... No se permiten copias, adaptaciones u homofóbicos.