•19•

2.6K 458 32
                                    

Los grandes ojos de bambi se van abriendo perezosamente, intentando acostumbrarse a la luz que había en toda la habitación por culpa de los rayos de sol que insistían en atravesar las cortinas blancas.

A pesar del cálido sol que entraba por la ventana, la comodidad que sentía Jungkook era de otro mundo. Y no demoró en darse cuenta que no tenía que ver con las almohadas de Taehyung.

Cuando giró un poco la cabeza, se dio cuenta de que estaba, literalmente, enredado con el cuerpo de otra persona.

Notó que se trataba de Taehyung, lo cual de por si le dio un gran ataque de pánico, pero le sorprendió más encontrárselo tan de cerca.

La cabeza de Jungkook se encontraba apoyada en el hombro del rubio, casi con todo el resto de su cuerpo sobre este. Y pareciera que Jungkook estaba a punto de caerse, ya que Taehyung estaba atrayéndole fuertemente contra su cuerpo, incluyendo sus piernas.

A pesar de que intentó moverse un poco, ya que su pierna estaba un poco acalambradas debajo de la del mayor, no pudo ni por asomo.

Taehyung se veía tan plácidamente dormido que prefirió no moverse; ignorando su entumecida pierna, el resto de su cuerpo se encontraba sumamente cómodo.

Incluyendo su mente, que a pesar de tener un pequeño colapso por encontrarse en esa intimidad con el mayor, no pudo evitar disfrutar ese momento como lo que era, un gran balde de alivio.

Si, quizás esa era la mejor palabra que podría pensar ahora mismo Jungkook para describir como se estaba sintiendo en ese momento, un gran alivio.

Porque a pesar de que ayer literalmente se había desnudado frente a Taehyung, contándole todo lo que estaba viviendo en pocas palabras y derrumbándose sobre sí mismo en lágrimas, lo más importante era que le había dejado a claro (y a si mismo) que no volvería alejarse de él, porque lo necesitaba.

Y sabía que necesitar es una palabra muy extrema, ya que en realidad no necesitaba a Taehyung para vivir, pero era increíble como sentía como si la vida de verdad no valía lo suficiente sin su presencia a su lado.

Y quizás estaba mal pesar de esa forma, al punto de pensar que sin una persona no podrías vivir, pero Jungkook se sentía de esa forma, y puede que algún día tendría tiempo de resolver esa dependencia que había creado con el mayor. Pero no ahora.

Justo en ese momento, su cuerpo es removido un par de segundos, terminando apretándolo aún más, y a pesar de que al pelinegro le daba mucha lastima despertar al mayor, no le quedó de otra cuando de verdad sentía que se quedaba sin aire.

Para su suerte, el mayor parece despertarse ya que empieza a estirar sus brazos y de paso, apartándolos de él. Jungkook rápidamente se mueve para quedar sentado y mira hacia donde el perezoso chico esta acostado.

-Buenos días- dice el rubio con una sonrisa de oreja a oreja, aun con los ojos entrecerrados.

-Buenos días- responde Jungkook sin poder evitar soltar una sonrisita por lo tierno que se veía Taehyung en ese momento.

-¿Te despertaste hace mucho?- pregunta sentándose finalmente, con todos los pelos revueltos como él.

-No en realidad- responde, estirando su brazo hasta tomar su celular en la mesita de luz, sorprendiéndose al ver la hora que era- Son casi las dos de la tarde.

-Eso está bien por mí- El mayor se encoje de hombros, frotándose los ojos- ¿Tienes hambre?

-Un poco- responde algo avergonzado, de verdad le estaba sonando el estómago.

-Bien, vayamos al living- sugiere este parándose de la cama, tomando de las manos a Jungkook para hacerle parar. Ambos se ríen cuando el menor decidió ponerse tieso, haciendo que Tae tuviese que hacer más fuerza para levantarle.

La inesperada lluvia [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora