La inesperada lluvia [Taekook]

•22•

Cuando Jungkook se despierta, no entiende absolutamente nada.

Se sentía tan adormilado que cuando se sentó derecho en la cama, no sabía ni siquiera donde estaba.

Hasta que los gritos un poco lejanos, y muy conocidos, le hicieron reaccionar.

Baja rápidamente las escaleras una vez las encontró, y apenas llegó a la fuente de gritos, suspiró al solo ver a Yoongi.

-¿Qué pasó?

-Me quemé- respondió aun maldiciendo por lo bajo.

-Tu... ¿Por qué estas...?- lentamente, frotándose los ojos, gira sobre sí mismo, dándose cuenta que no estaban en su residencia- ¿La casa de Jimin y Ta-?- este se quedó callado, haciendo que Yoongi se volviera en sí mismo para mirarle con el ceño fruncido.

-¿Qué pasó?

-Oh dios...- dijo, tocándose el cabello, para luego pasar sus dedos por sus labios y finalmente mirar con los ojos bien abiertos a Yoongi- ¿¡Esto es real!? ¿Nos quedamos en casa de los chicos?

-¿Tú qué crees?- pregunta Yoongi irónicamente, aunque Jungkook le ignora completamente.

-Ayer fue el cumpleaños de Tae.

-Sí, Jungkook. ¿Qué fumaste?

-¡Me besé con Taehyung!- susurra, más para sí mismo que para Yoongi, quien vuelve a verle.

-¿El qué?-pregunta con los ojos entrecerrados, sin comprender que decía el menor.

-Nos besamos...- vuelve a susurrar, aun sin poder creérselo.

-Habla fuerte Jungkook porque juro que-

-¡NOS BESAMOS! Tae y yo, nos besamos- grita, con una sonrisa en el rostro.

Ahora los ojos de Yoongi pasaron a abrirse en grande.

-¿En serio?- pregunta Yoongi, aun sorprendido por la respuesta.

-¡Si si! Yo... ¡Es cierto! ¡Lo juro! Yo... ¿Dónde está Taehyung?- Pregunta finalmente, recién percatándose que estaban en su casa, pero ellos ni siquiera estaban allí.

-Se fueron a terminar las últimas cosas para la obra de hoy.

-¿¡Hoy es la obra!?- pregunta- Oh cielos...

-¡Te besaste con Tae!

-¡Lo hice!

-Estoy orgulloso de ti.

-Yo...- se empieza a sonrojar, dándose cuenta de que significaba- ¿Ahora qué tengo que hacer? ¿Tengo que decirle algo? ¿Disculparme o...?

-¿Disculparte? ¡No! Estoy seguro de que Tae también lo quería, no tienes porqué disculparte- niega el mayor- Y no tienes que hacer nada, tu tranquilo. Solo... Disfruta, Jungkook.

El menor asiente, con una sonrisa en su cara. Aún era difícil de creerlo, pero el recuerdo de la cara de Tae tan cerca de la suya, sus manos moviéndose inquietas, sus caricias... Eran tan reales como si las estuviera viviendo en ese momento...otra vez.

-Ven, come algo, nos tenemos que marchar en una hora a prepararnos- Jungkook asiente, sentándose frente al mayor, aun con una gran sonrisa en el rostro.

Yoongi y Jungkook llegan justo en la hora pico, porque ni siquiera podían llegar a sus asientos.

Por suerte los chicos les habían reservado un buen lugar adelante, pero el llegar hasta allí era más difícil aun, ya que la entrada estaba al fondo y el escenario quedaba muy lejos de ahí.