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-¿De verdad no me conoces?- Mira al castaño extrañado, un poco dolido por la vil mentira que estaba soltando su amigo de la infancia, pero aun así se mantiene firme.

-No, lo lamento... por... tu ropa- responde pausadamente, mirando nuevamente sus pantalones.

-¡Eso no importa Jungkook! ¡Soy yo! ¡Tae! Nos conocimos en la escuela ¿Te acuerdas? Quizás porque ahora soy pelirrojo no me reconoces, pero sigo siendo yo, el niño de 8 años, y tu... sigues siendo-

-De verdad no te recuerdo- Y Tae de verdad se estaba creyendo que este chico no lo conocía en absoluto, la forma en la se negaba a estar a su lado, intentando escapar de él. Seguro el menor pensaba que este era un pervertido, pensaba el rubio.

-No me molestaría hacerte recordar- Taehyung se arrepiente rápidamente de sus palabras, ya que habían sonado más bien como coqueteo, pero de verdad quería hacerle recordar, sin malas intenciones de por medio- Lo siento, sonó... yo de verdad, Jungkook, debes creerme.

-Yo... me tengo que ir-

-¿Esperas a alguien?- pregunta rápidamente, jurándole que iba a esperar con él si este se lo permitía.

-Si pero está a punto de llegar y-

-Déjame esperar contigo, por favor-Jungkook sin saber que más decir o hacer, solo asiente. Soltándose de la mano que aún se encontraba en su antebrazo-Bien... yo- ambos caminan, Jungkook bastante apartado de este, pero aun caminando- No sé por dónde empezar- le mira, con una gran sonrisa, pero rápidamente el pelinegro aparta la mirada incomodado- Nos conocimos hace años, en la escuela, tu... me enseñaste esta canción que hasta ahora me encanta y... te enseñé a montar en la hamaca, también-

-De verdad no lo recuerdo- le interrumpe, tembloroso.

-Haz el intento ¿Sí?- Jungkook desvía la mirada un poco más, para que el mayor no le viera en esa situación de miedo que le estaba envolviendo- Yo... te extrañé tanto todos estos años, los primeros días fueron difíciles y luego...-

-Ya luego te olvidaste de mí, seguro- Jungkook se muerde la lengua, por suerte lo había dicho bajito

-¿Que dijiste?- el pelinegro niega con la cabeza, mirando a la calle esperando que mágicamente su amigo se teletransportara hacia donde él estaba y salvarlo.

-Nada.

-Bien yo... no se en que quedé, es que estoy tan sorprendido, creí que jamás volvería a verte y ahora estas... frente a mi- Jungkook le mira, la sonrisa del pelirrojo le provoca nervios y desvía rápidamente la mirada- te ves igual que antes, tan reservado y tímido.

-No me conoces- y siente pena al tener que usar esa expresión tan repetitivamente.

-No, tienes razón. Quizás no eres así pero yo... desearía ver cómo eres ahora- Taehyung se acerca descaradamente, pero no se da cuenta porque la desesperación que albergaba que era mucho mayor- solo déjame...

Un gran bocinazo los interrumpe, y ambos giran a la calle encontrándose a un despeinado espécimen gruñón con las manos en el volante del auto de sus padres y bastante preocupado.

-Me tengo que ir...- le susurra, alejándose lentamente.

-Dame tu número por favor- suplica, tomándole nuevamente de la mano, y Jungkook lo mira, tan seriamente que todos estos años de soledad pasan volando por sus ojos, hasta el punto del comienzo de su amistad, la única y verdadera amistad que había tenido en toda su vida, que apenas había durado semanas. Y luego sigue avanzando, hasta este momento, donde tiene a la persona que había añorado durante años frente a sus ojos, ahí, suplicándole por su amistad.

La inesperada lluvia [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora