•08•

3.4K 531 226
                                    

Tae mira animadamente su celular mientras chatea con Jungkook, quien tampoco ha podido despegarse la sonrisa de la cara desde que le llegó el mensaje mañanero.

Jimin en cambio está comiendo su desayuno tranquilamente, mirando directamente su tazón de cereales, bastante concentrado. Tae se da cuenta y deja el celular a un lado.

-¿Estás bien Jiminie?- pregunta volviendo a su comida, aunque sin su sonrisa encima ya que ver en ese plan a su amigo no era de su agrado en absoluto.

-Si... solo estaba pensando- responde, aun mirando su tazón sin prestar mucha atención a su amigo.

-¿En algo en especial?- vuelve a cuestionar.

-No lo creo, solo...- le mira, pasándose nerviosamente la lengua por los labios- ¿Crees que soy tonto?

-¿Que? ¿Quién te dijo eso?- el tono de voz del castaño se eleva un poco más, entrando al enojo. ¿Quién pudo ser el idiota que le dijo eso a su Jimin?

-Nadie solo... creo que a veces me comporto como uno- Suspira escandalosamente, para luego volver a pintar una sonrisa falsa en su rostro- pero no te preocupes Tae, ya se me pasará.

-Jimin- Tae se para hasta ponerse frente a él, sin tener una mesa que les separe. Se inclina un poco y tomas su regordetas mejillas- tú no eres tonto, no digas eso de ti mismo. Eres mucho para menospreciaste de esa forma- le confiesa sinceramente- no dejes que nadie te haga dudar de ti mismo ¿Okey?- agrega, dándole un apretado abrazo que el otro recibe gustosamente.

Para Tae, Jimin ha sido su ancla en todos los momentos difíciles por los que ha tenido que atravesar, la madre de Jimin, ha sido como su propia madre. Y a pesar de que Tae quería devolverle todo ese amor, a veces sentía que no era suficiente, pero Jimin tampoco se quedaba atrás demostrándole lo importantes que era el uno para el otro, la reciprocidad era la mejor palabra para describirlos, y siempre seria así.

-Gracias Tae- responde el peliazul sonriente mientras se aleja, pensando seriamente las palabras de su amigo y cuánta razón tenía siempre que le aconsejaba. Él valía más que eso, no dejaría que nadie le hablara de esa forma nunca más.

-Hoy saldremos con Kookie, ¿Te gustaría acompañarnos?- le pregunta volviendo a su silla para terminar su desayuno.

-No quiero ser mal tercio- responde negando suavemente.

-¿Cómo tu podrías llegar a ser un mal tercio? ¡Vamos! Le decimos a Kookie que invite a aquel sujeto de negro otra vez, me olvide su nombre...

-Min Yoongi- responde Jimin de mala forma- No quiero verle.

-¿Todo bien entre ustedes?- pregunta confundido, no sabía que ellos dos se hablaban.

-Sí, claro. Solo... no tengo ganas de salir hoy, iré a visitar a mis padres- Jimin le sonríe falsamente nuevamente, y pesar de que Tae conoce perfectamente esa sonrisa de Jimin, también entiende que el peliazul no quiere hablar más sobre el tema, así que lo deja tranquilo.

-Bueno, ¿Estás seguro que no quieres venir con nosotros?- Jimin niega nuevamente- okey, ¡¡pero para la próxima sales con nosotros!!

-Okey- ambos se ríen y terminan de comer el desayuno.




Jungkook y Yoongi se encuentran de camino a sus clases cuando un bocinazo bastante conocido se escucha a sus costados.

Ambos suben rápidamente al auto, dándole el típico saludo a la piloto, pero su reacción es bastante diferente a como normalmente se le conocía. Sus ojos aún siguen fijos adelante y sus puños se cierran con fuerza en el volante. Bastante enojada.

La inesperada lluvia [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora