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-Danbi Noona, muchas gracias por traerme- El menor le brinda una linda sonrisa, producto del sincero agradecimiento que sentía ahora mismo por su novia, ya que siempre era muy amable con él. Dirige su mano a la perilla para abrir la puerta del auto, pero esta lo detiene.

-¿Tan rápido? ¿No puedes quedarte un poquito?

Jungkook sonríe, pero estaba seguro que no era igual a la sonrisa anterior que le había brindado, ya que con todas sus fuerzas intentaba no soltar nada inapropiado a su pareja.

A pesar de que al pelinegro le frustraba mucho cuando sus horarios puntualmente grabados en su mente no eran cumplidos, el respeto a su mayor siempre era más grande, así que simplemente asintió, queriendo decirle que tenía que irse a estudiar para un examen que tenía dentro de 3 semanas. Si, lo sabía, muy poco tiempo para estudiar.

-Claro- suelta, mirando al frente, como la gente pasaba de un lado al otro, sin prestar atención al par de jóvenes que se encontraba dentro del carro.

Estos momentos no eran los de mayor agrado para el menor, se sentía un poco incómodo con la mirada de Danbi sobre él, incapaz de poder mirarla de la misma forma. Creía que era romper más allá de las barreras del espacio personal que a este le encantaba mantener firme.

-¿Por qué eres tan lindo?- Danbi habló, sin despegar los ojos de soñadora sobre su adorable novio, quien en un segundo se había tensado lo suficiente para girar un poco más la cabeza en dirección a la ventana, para que esta no viera el fuerte sonrojo que desprendía.

Al menor no le gustaba sentirse así, le incomodaba mucho no tener poder sobre sus reacciones, en especial cuando lo halagaban con términos como con el que recién había dicho la mayor, pero nada podía hacer al respecto.

-Danbi Noona... yo, lamento no poder quedarme un rato más, es que tengo ganas de ir al baño- y no mentía, no del todo. Tenía muchas ganas de ir al baño a encerrarse a estudiar.

-¡Eres tan Tierno! ¡Por favor ve! ¡No te molesto más!- la rubia le respondió muy tiernamente, y cuando este se iba a retirar, el carraspeo de la chica lo hizo detenerse nuevamente en sus movimientos- ¿No se te olvida algo?- agregó a sus espaldas. Y el chico se giró lentamente, para encontrar a la linda chica con los labios un tanto estirados, y sus ojos cerrados.

Se acercó rápidamente, dándole un suave toque entre sus labios para retirarse rápidamente. Aún no se acostumbraba a besar tan libremente a su novia, se le olvidaba por completo.

-Nos vemos Noona, gracias de verdad- abrió rápidamente la puerta para salir, y cerrándola suavemente, saludó desde afuera a su novia quien con una linda sonrisa se retiró.

Suspirando, el pelinegro emprendió camino al gran edificio que tenía de frente, sonriendo un poco más, por fin poder ir a empezar su rutina de estudio.

A pesar de que sus padres no estaban todo el tiempo diciéndole que estudiase como lo hacían cuando era niño, él había quedado con rutina del estudio, sin poder evadirla siquiera los fines de semana.

Algo que odiaba mucho era romper esa rutina, era indispensable para él, y se sentía como un traicionero cuando no la cumplía.

Y desde que Danbi y él eran novios, su rutina iba en picada de a poco.

Los sábados esta insistía en llevarlo a las fiestas o las salidas con sus amigos, y a pesar de que en algunas ocasiones lograba excusarse, creía que era demasiado cruel rechazar todas, así que terminaba en alguna de las casas donde se hacían las fiestas, fingiendo beber cuando en realidad pensaba los temas que tendría que repasar más de una vez para ciertas materias.

La inesperada lluvia [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora