[¿SUEÑO O REALIDAD?]

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SeokJin se quedó estático ante aquella sonrisa maliciosa que le brindaba el chico de hermosos cabellos rubios.

—¿Taehyung?

—Así es, me han contratado como el nuevo jardinero... ¿Y usted es?

El sacerdote se quedó callado, por alguna razón no podía pronunciar más palabras. Era como si el miedo se hubiera posesionado de su cuerpo impidiéndole moverse. No parpadeó, incluso contuvo la respiración al notar aquel brillo de maldad reflejado en esos ojos azules. Sin decir nada, se dió la vuelta y empezó a caminar de regreso a la iglesia. Su corazón palpitaba como loco y su frente había comenzado a sudar en exceso.

—Padre.— habló la señora Lee al ver el semblante pálido del hombre.

—Perdóneme... Ahora no puedo.

SeokJin siguió su camino a paso rápido hasta que al fin llegó a su habitación, cerró la puerta de madera detrás de si y apretó su cabeza caminando en círculos.

Aquella sonrisa permanecía ahí, como si se estuviera burlando.

El sacerdote se asomó por la ventana y observó a Taehyung en los jardines traseros de la iglesia recibiendo instrucciones por parte del obispo.

—No, no, no... No puede ser.— se repetía en voz baja sin apartar su vista.

El obispo se retiró minutos después y en ese momento, Taehyung levantó la mirada directamente a la ventana donde estaba siendo observado y sonrió con malicia.

SeokJin se alejó con rapidez y tragó en seco ¿Cómo sabía Taehyung que lo miraba? Con un poco de temor se acercó nuevamente y se encontró con aquel rubio aún viéndolo fijamente, así que le sostuvo la mirada por unos segundos hasta que Taehyung se lamió los labios con lascivia.

SeokJin se alejó de nuevo y negó con la cabeza, eso no podía estar pasando.

...

La noche cayó, SeokJin se encontraba apagando las velas de la iglesia cuando escuchó unos pasos detrás de él.

Inmediatamente volteó pero no vió nada, los nervios le recorrieron el cuerpo de nuevo y tragó en seco.

Trató de restarle importancia pero el ambiente se volvía cada vez más tenso, el aire sopló con fuerza, mandando olas de escalofríos a todo su cuerpo.

El sacerdote volvió a girar aún sin encontrar nada, se apresuró a terminar su labor para poder irse de ahí pero en el momento en que la última vela se apagó, sintió una fría mano sujetar su muñeca. Quiso gritar pero otra mano le cubrió la boca, sintió como era empujando hasta que estuvo de frente a la pared.


—Puedo sentir tu exitación.— habló una voz gruesa en su oído.— No puedes resistirte a mi, tú y yo estamos conectados.

SeokJin soltó un jadeo cuando sintió la dura erección de su atacante contra su parte trasera.

—¿Te gusta?

Lucifer sonrió con lascivia y empezó a frotarse contra el sacerdote de una manera morbosa y descarada. SeokJin no pudo evitar soltar un gemido y sujetarse de la pared mientras él mismo empezaba a empujarse hacia atrás en busca de más contacto y Lucifer echó la cabeza hacia atrás mientras que con sus manos recorrió el cuerpo del sacerdote bajo la sotana que le estorbaba notablemente en ese momento.
S

eokJin mordió sus labios y una lágrima de placer escurrió por su mejilla cuando sintió la mano de Lucifer dentro de su pantalón.


Levantó la cabeza y pudo ver la cruz arriba de él.


—Perdóname Dios mío.— susurró sin detener lo que estaba por ocurrir.

—Pronto serás mío Belial.— susurró Lucifer antes de azotar la cabeza del sacerdote contra la pared.

...

SeokJin despertó bruscamente sudando otra vez. Negó con su cabeza y apretó los ojos ¿Cómo era posible haber soñado eso?.


No, él no podía, eso debía ser un error. Su conciencia estaba intranquila, su corazón agitado y el sentimiento de culpa estaba muy presente.

—Perdóname señor por haber tenido esos pensamientos impuros.

Se quedó diciendo oraciones pero aún sentía que debía hacer más, su conciencia estaba sucia.

El dolor en su frente le estaba molestando demasiado y creyó que quizá se había golpeado durante la noche, así que decidió darse una larga ducha; sin embargo, cuando se despojo de su ropa, sus piernas le temblaron y por poco pierde el equilibrio, sus ojos se abrieron de sobremanera al notar las marcas de unos dedos en su muñeca. 

LUCIFER, el ángel caído || Pausada IndefinidamenteWhere stories live. Discover now