Capítulo 7: Frustración

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Parte Yuya: 

Después de unos minutos Calle me llevó el desayuno a la cama acompañado de una rosa. ¿Cómo es que podía ocultarle todo a esta bella mujer?, ahora veo por qué Poché está tan perdida en ella, realmente lo tiene todo. 

- Gorda, iré a hacer mercado, ¿quieres acompañarme?.  Preguntó con una pequeña sonrisa.

-No, quiero quedarme acá recostada. Contesté devolviéndole la sonrisa.

-Vamos a un médico amor, no puedo verte así.  Dijo preocupada.

-Tranquila que solo es cansancio. Anda ve que cuando regreses estaré bien.  Asintió mientras se retiraba de mi lado y tomaba las llaves del auto. Escuché la puerta de entrada y solté un suspiro.

Tomé el celular, moría por saber que había sido de mi cuerpo. Fui al servicio de llamadas y marqué el numero de Sebas, solo esperé escasos segundos para que él respondiera la llamada. 

- ¿Qué hay Pochosaurus?, Contestó Sebas con su tono tan natural.

- ¡Sebas!. Contesté apresurada

- ¿Hablas con Poche?. Escuché mi voz a lo lejos. -Sí nena, ve que ya te la paso.  Le respondió Sebas a aquella chica.

- Pochas, una amiga mía es tu gran admiradora al igual que de Calle. ¿Podrías saludarla?. Volvió a dirigirse  mí

- Si. Dije sintiendo un nudo en la garganta 

- ¿Aló?... No sé quien seas pero tu tienes mi cuerpo. Dijo aquella voz tan conocida para mí.

Estaba en shock, simplemente no sabía que decir, ella también tenía mi cuerpo. Colgué la llamada sin dar respuesta. 

Me tiré a la cama y sentí las lagrimas rodar por mis mejillas, Sebas estaba con ella, pero al igual que Calle él no sabia nada de lo que sucedía. Tenía tantas preguntas en mi cabeza, y había surgido una nueva, ¿Y si realmente yo no quería volver?.

Escuché el sonido de la puerta nuevamente y este me sacó de mis pensamientos, se  trataba de Calle que había olvidado su billetera, la miré acercarse al mesón y tomar sus cosas, se quedó observándome y se dirigió lentamente a la cama. 

La tuve lo suficientemente cerca y justo cuando sentí su aliento dispararse en mi sistema respiratorio no podía resistirme a robarle un beso. Tomé su rostro con delicadeza y la besé en los labios desesperadamente, la necesitaba, necesitaba más de Daniela Calle.

Mientras nos besábamos comencé a desprender su chaqueta, lentamente fui quitando su ropa hasta que estaba completamente desnuda ante mis ojos. Estaba enloquecida con lo que observaba, yo seguía con mi ropa intacta, pero ahora me sentía completamente culpable, más que encendida. Me levanté de la cama y busqué en el suelo su ropa interior y le pedí que se la colocara de nuevo. Sacudí mi cabello y me encerré en el baño. Estaba frustrada, enojada conmigo misma, no concebía la idea de mentirle a la chica que estaba allí afuera, mucho menos aprovecharme de su inocencia. 

- ¿Poché, acaso estas loca?,  esto es lo peor que has hecho. ¿Cómo así de la nada me dejas ahí?. Reprochaba Calle golpeando la puerta del baño.



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