Suspire cuando ya nos encontrábamos de regreso, los niños se encontraban profundamente dormidos en la parte de atrás del carro.
Y sentía que casi podía tocar la incomodidad que había dentro.
Escuchaba la música que la radio reproducía y detestando cada comercial que salía.
- Emilia ¿estás segura de que quieres que me vaya?
Pregunto con suavidad, volteé a verlo con cara de obviedad.
- Si... Sinceramente no tengo ganas de tolerarte esta clase de cosas - Negué bufando.
- Déjame explicarte - Suspiró y noté cómo movía las manos sobre el volante nervioso.
- No hay nada que explicar, ¿no lo entiendes? Si te valió madres verme la cara de idiota con alguien más, no necesito escuchar tus excusas, porque créeme, estarán de más.
- Ese es el problema yo...
- Jos, basta... Por lo que más quieras, no me hables, no toleró tu voz en estos momentos - Dije sincera, por lo que este no insistió más.
No mentía, escucharlo, o el tenerlo a mi lado se sentía como si me quemará, como si Jos lo único que pudiera hacerme al simplemente dirigirme la palabra era dañarme.
Porque mi mente no dejaba de imaginarse la imagen de él a lado de alguien más, de él besándola, tocándola o el simple hecho de estar riendo a su lado.
Siempre supe que Jos no era lo suficientemente fiel, que siempre fue un poco "ojialegre" pero siempre creí que cuando encontrara a la correcta no habría necesidad alguna de voltear a ver a alguien más.
Y entonces, me equivoqué, porque tal vez yo no era la correcta para él. Pero que más daba, hiciera o dijera, lo que quisiera, no iba a funcionar, el daño ya estaba hecho y no iba a poder repararlo, porque esta vez, ya no era más la persona que me hacía daño y me podía reparar otra vez.
Porque aunque no lo admitiera, después de leer aquel mensaje, algo se rompió dentro de mi.
Suspire nuevamente, y me acomode sobre mi lugar.
- ¿Sabes porque te estoy pidiendo tiempo? - Pregunte y hice una pequeña pausa - Porque si te pidiera otra cosa, sería el divorcio... Pero yo a diferencia de ti, no me atrevo hacerles algo así a los niños - Dije mientras me quitaba el anillo de casada y lo ponía enfrente suyo.
- ¿Podrías ponértelo? - Pregunto en tono de queja, yo levante una ceja con sarcasmo y reí secamente.
Me acomode sobre mi lugar y fingí dormir, por que la verdad era que su presencia comenzaba a molestarme demasiado.
Más tarde regresamos al fin a la casa, ya era de noche, y los niños habían despertado con mucha hambre, por lo que terminaron pidiéndole a Celeste que les prepara algo, mientras yo iba a mi habitación.
Subí ambas maletas y las subí hasta el cuarto de lavandería, más tarde lavaría la ropa sucia.
Entre a la habitación y solté la liga que mantenía mi cabello amarrado.
Me dirigí hacia al baño sintiéndome completamente cansada, escuché que tocaban la puerta por lo que me detuve.
Gire sobre mis pies antes de hablar - Pasa.
La puerta se abrió y vi a Jos entrar con una mueca.
- Sólo venía por una pijama - Soltó dirigiéndose al closet.
Decidí no darle importancia a su presencia por lo que continúe mi camino al baño.
Lave mi rostro, y mojé levemente mi cabello, para después comenzar a lavar mis dientes.
Comencé a quitarme la ropa, queriendo ponerme una de mis cómodas pijamas que la ropa que traía.
Salí del baño así pensando que él ya se habría ido, mi sorpresa fue cuando lo encontré sentado sobre la cama.
Camine a pasos rápidos hacia el closet y saqué la primera pijama que encontré para colocármela lo más rápido posible.
- Emilia...
Me hice la que no lo escucho y me senté enfrente de tocador buscando mi crema para comenzar a echármela.
- Ya hable con los niños, les dije que tengo que hacer un viaje de trabajo y me creyeron...
- Por supuesto, porque últimamente eres demasiado bueno mintiendo - Dije interrumpiéndolo con una sonrisa sarcástica.
- No te molesto más... Por la mañana ya me habré ido - Murmuró y me dio una mirada rápida.
Como si siquiera que me retractara, pidiéndome que lo detuviera, que le dijera que no se fuera, que se quedará... Y posiblemente que lo perdonaba, pero para ser sincera conmigo misma, no estaba segura de poder algún día poder perdonarlo.
Y tampoco pensaba ser vulnerable ante él, ya no más.
- Ya te estás tardando ¿no?
Sin más salió de la habitación suspirando, me quede estática en mi lugar, sintiendo mis ojos picar, pero no me permití llorar de nuevo, no quería hacerlo, a pesar del dolor que sentía, no iba a llorar.
***
Para los niños todo volvió a la normalidad cuando llegó el lunes.
Los llevé a la escuela y de camino me hicieron la pregunta a la que ni yo tenía respuesta.
- ¿Cuando va regresar mi papi, ma'? - Pregunto Josa mientras suspiraba.
- No lo sé, su papá no me lo dijo...
El mentirles me hizo revolver el estómago, no se sentía bien hacerlo.
Pero la verdad era que no sabía, no tenía la más mínima idea de en que momento estaré lista para soportar estar en la misma casa, en el mismo cuarto, y sobre todo en la misma cama.
Suspire y acomode mi cabello detrás de mi oreja.
- Miren, si quieren yo le puede marcar y preguntar cuando vuelve ¿si? Pero apuesto a que no se tardará mucho, en un dos por tres ya lo tendrán aquí, ya verán - Dije por lo que ambos sonrieron un poco más animados.
Me dieron un abrazo y un beso para después entrar a la escuela.
Necesitaba ser fuerte, por ellos.
Camine nuevamente hacia mi camioneta y abrí la puerta, me senté en el asiento del piloto y me mantuve ahí unos minutos más.
Siempre supe que había crecido en un hogar roto, pero jamás me imaginé que estaría nuevamente en uno.
Pensaba en una manera de arreglar esto, pero no la encontraba, no en una en donde sacará las imágenes de Jos en mi cabeza con alguien más.
Porque imaginarte a la persona que más amas en brazos de otra... Eso si que es crueldad.
Necesitaba hablar con alguien, contárselo, escuchar lo que me diría... Pero para ser sincera, no me atrevo a decirlo en voz alta, no me atrevo a contárselo a alguien.
Entonces tendría que aguantármelo y guardármelo para mi misma, y buscar la respuesta por mi cuenta.
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A Tu Lado » J.C
FanfictionEl tiempo ha pasado, ellos siguen juntos... Pero ¿el amor sigue siendo tan fuerte cómo antes? [Tercera y última temporada de LADR]