Doce

307 42 4
                                        

"Todo es diferente"

- ¿Hace cuánto no tienen intimidad? - Preguntó la psicóloga viéndonos a ambos con una ceja alzada.

- ¿Cómo sabe que no lo hemos hecho? - Pregunto Jos está vez confundido.

- Comúnmente las parejas comienzan a distanciarse cuando dejan de tener sexo... Y esto provoca que busquen a alguien más.

- Si, ese no es nuestro caso - Dije con seguridad - Aunque si ya tiene un par de meses en el que, no pasa nada de nada.

La psicóloga suspiró y alejó de ella la pequeña libreta que traía consigo.

- Término la sesión, nos vemos la próxima semana ¿de acuerdo?

- Está bien - Respondimos ambos al mismo tiempo.

Salimos de ahí y nos dirigimos juntos hacia el carro de Jos, intente tomar su mano pero él se alejó, suspire pesadamente.

- Sigo pensando que es muy estúpido venir aquí - Se quejó por lo que hice una mueca.

- Jos, hemos cambiado mucho últimamente y no sé tú pero yo si me preocupo ello.

- Algunos cambios son para bien....

- O para mal, y en este caso creo que es la segunda - Escuché el leve bufido que soltó mientras nos subíamos al carro.

- Siento que estás muy alterada últimamente... Yo considero que estamos bien.

- ¡Por favor! Apenas hoy me di cuenta que si ya tiene bastante tiempo que tú y yo ya no...

- Tú fuiste la puso esa barrera después de lo qué pasó, dijiste que necesitabas tiempo ¿no? Es lo que te estoy dando.

Soltó malhumorado por lo que yo suspiró nuevamente, prendió el carro y yo me coloqué el cinturón.

Decidí ya no insistir más con el tema, si él no quería venir más tampoco lo podía obligar.

El camino fue un silencio incómodo a la casa de los Villalpando, donde se encontraban los niños.

***

- Cómo que ustedes andan muy raros ¿no? Hace mucho que no los veo derramando miel - Alonso se burló, yo sólo dirigí mi mirada a él sin muchas ganas de contestarle.

- Problemas en el "paraíso" supongo...

- Cuando dijiste lo del otro día no era broma ¿verdad? - Dijo está vez poniéndose serio.

- No, no era broma... - Suspire y tome un poco de agua.

- Niños ya nos vamos - Anunció Jos con la mirada fija en su celular, después se dio que no estaban cerca y fue a buscarlos.

- Emi.... Tengo que contarte algo.

- Claro - Respondí encogiéndome de hombros.

- ¿Recuerdas que nos dijiste que él pasaba mucho tiempo en el conserva...

- Ya nos vamos - Dijo Jos entrando nuevamente a la sala con ambos niños siendo seguidos por él.

- Te cuento después... - Suspiró Alonso con una media sonrisa.

Fruncí mi ceño sin entender pero aún así me despedí de ellos.

***

Los niños habían decidido que veríamos una película, hasta prepare palomitas y todo, pero como es costumbre se quedaron dormidos a la mitad de esta.

Vi la hora en mi celular notando que ya eran las doce de la noche, era una buena razón del porque se habían quedado dormidos.

Cómo ya era costumbre ambos subimos uno y uno a sus respectivos cuartos mientras no podía dejar de pensar en lo que nos había dicho la psicóloga.

Entre a la habitación porque Jos no regresaba aún, me senté sobre la cama.

Minutos más tarde regresó éste guardando su celular en su pantalón.

- Jos - Lo llame por lo que este me volteó a ver levantando una ceja.

- Dime

Me paré de la cama y me acerqué a este, rodeé su cuello con mis manos y lo besé.

Porque tenía demasiado tiempo que no lo hacía, y ya lo extrañaba, pero sentía algo raro, como si hubiera algo diferente al besarlo, cómo si ya no fuera lo mismo.

- ¿Estas segura qué... - Se alejó un poco de mi viéndome atentamente.

- Muy segura - Respondí interrumpiéndolo y besándolo nuevamente.

A pasos torpes nos dirigimos a la cama, comencé a levantar su playera con ayuda suya.

Y así fue prenda, por prenda, hasta que ambos quedamos absolutamente desnudos.

Pero nada era lo mismo de siempre, los besos, las caricias, todo se sentía tan, diferente.

Se sentía como si lo estuviera haciendo con otra persona, como si al que tuviera enfrente fuera un completo extraño.

Volví a besarlo queriendo dejar de pensar las cosas, porque no lo estaba disfrutando.

Pero es que, si no lo disfrutaba ¿porque no lo detenía? ¿Porque no le decía que se parara? ¿O ya era demasiado tarde?

Tal vez era el hecho de que yo había comenzado, o tal vez era yo tratando de obligarme a mi misma a fingir que todo estaba siendo lo mismo de siempre y que nada había cambiado.

¿O es que tanto tiempo pasó que olvide como se sentía?

Voltee a verlo y tampoco es como si el lo estuviera del todo disfrutando, esto se sentía tan, forzado.

Era como si ambos tuviéramos en la mente lo mismo que había dicho la bendita psicóloga, porque si regresábamos, porque si volviera a preguntar... Tan sólo esta vez si habría una respuesta.

Cuando al fin todo acabo me giré del lado contrario a él, quería que me abrazara, y nunca lo hizo.

Paso un largo rato, en el que por un momento pensé que ya se había quedado dormido, no fue hasta que en toda la oscuridad de la habitación se notó la luz de su celular.

Quería no ser paranoica pero comenzaba a sentir que siempre estaba en el bendito celular, todo el tiempo.

Sentí el frío cuando se paro de la cama, y escuché la puerta del baño cerrarse, para después el sonido del agua cayendo.

Me giré hacia su lado y observé atentamente su celular pensando en la mínima posibilidad de...

No, no estaba bien, no debía desconfiar tanto de él, a fin de cuentas es mi esposo ¿no? Lo principal es confiar el uno en otro.

Me senté sobre la cama suspirando, me paré de la cama y me puse mi pijama.

Este día había sido un completo desastre... Estaba muy cansada de todo.

Me volví a acostar tapándome con las cobijas.

Lo había comprobado totalmente, las cosas han cambiado demasiado... Pero sentir que tenía un extraño a mi lado es de las peores sensaciones del mundo.

Sin darme cuenta comencé a llorar, hasta quedarme dormida.

















¡Helloooooo!
Bueno ya saben... Si les gusto el capituló voten y comenten mucho y así me alegran el alma 💕
En fin mis bellas... Prepárense para el siguiente capituló que esta tan AHHHHHHHHH
CHAU

A Tu Lado » J.CDonde viven las historias. Descúbrelo ahora