⚜Parte ocho⚜

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Danny aún tenía el papel firmemente guardado en su bolsillo del pantalón, la energía rebosante que dejaba ver atraía unas cuantas miradas, sonriendo a cada uno de ellos siguiendo aun el camino hacia su auto, entrar, encender el auto, ponerse el cinturón de seguridad, acariciar su vientre por última vez e ir a su casa donde seguramente Steve le estaba empezando.

Danny se detuvo en un semáforo en rojo pensando en la reacción de Steve a la par que inconscientemente acariciaba su vientre. Aun no se vería nada por al menos un mes o dos pero la sensación de saberlo y sentirlo nunca se fue, aun cuando ya salió del hospital y aun cuando tenía un papel donde comprobaba que efectivamente estaba esperando un hijo. Su hijo con Steve.

Una leve preocupación se instaló en su pecho, apagando un poco la llama de su felicidad por tal conocimiento, esperando lo mejor cuando siguió con su camino.

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— ¿No te llamo ni nada? —. Steve se pasó la mano por el cabello, desesperando —. ¿estas segura, Kono? Porque no contesta mis llamadas y... —. Steve escucho el motor de un carro y las ruedas sobre las piedritas al frente de su casa —. Espera, creo que ya llego —. Steve se acercó a la ventana, abriendo un poco la persiana y ver el auto de Danny —. Sí, es él... sí, estoy calmado, Kono... sí, te aviso si paso algo. Está bien —. Steve corto la llamada y tiro el teléfono al sillón, vio a Danny avanzar hacia la casa luego de detenerse un poco a tomar aire. La alarma en la mente de Steve se encendió.

Se alejó un poco, quedándose sin ideas de qué hacer con sus manos cuando la puerta de su casa sonó y el tintineo de las llaves llamó su atención hacia Danny. Steve noto la tensión en su cuerpo, oculta fácilmente para un ojo no observador, pero no para él. No para Steve, que se consideraba como alguien conocedor de Danny al derecho y al revés.

— Steve —. Danny dijo, una pequeña sonrisa en su rostro cerrando la puerta Danny busco con la mirada alrededor —. ¿Y Charlie?

— Se quedó con Grace, en su casa con Rachel y tío Stan, a pasar la noche con su hermana —. Steve se quedó en su lugar, viendo como Danny también hacia lo mismo junto a la puerta. Steve arrugo el cejo un poco —. Espero no te moleste, Danny.

— No, para nada —. Danny metió ambas manos en su bolsillo, meciendo el cuerpo levemente, Steve lo considero extremadamente adorable cada vez que hacia eso. Moviendo la cabeza levemente, Steve se despejo por un momento para el tema principal.

— ¿Paso algo hoy? —. Danny lo miro, los ojos un poco más abiertos de lo normal. Steve suspiro lentamente, aguardando —. ¿Dónde has estado? Te llame varias veces y no contestaste —. Steve trago un poco, mirándolo directamente —. Me preocupaste.

— Lo siento por eso —. Danny se disculpó, Steve de detuvo rápidamente antes de hacer una mueca —. Lo tenía en silencio y no me había fijado.

— ¿Pasa algo, Danny?

— ¿Cómo qué?

— Danny...

Williams suspiro, quitando las manos de sus bolsillos Steve vio algo blanco, solo un segundo —. Si, bueno... eh, no sé cómo decirte esto. Verás, Steve, yo, no, diré tú sabes que yo... bueno sabes que yo —. Danny empezó a tartamudear y sus manos empezaban a cobrar vida propia, Steve se acercó levemente y se detuvo cuando Danny puso una mano levemente entre ellos, el corazón de Steve se hundió un poco.

— Todo está bien, sea lo que sea que paso, todo está bien. Estaremos bien —. Dijo Steve, las manos sueltas a los costados cuando claramente y todo lo que quería hacer era ir y envolver a Danny con ellos y no dejarlo ir nunca más.

Placer y Consecuencia |McDanno|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora