⚜Parte seis⚜

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Steve llamo a Danny por teléfono cuando, al regresar al cuartel, Danny no estaba en ninguna parte como se lo había pedido (ordenado). Al menos dijo por favor.

— ¿Dónde estás?

Chin se retiró a su oficina cuando la voz tensa de Steve sonó alto cuando Danny contesto. Kono se acomodó frente a Steve, su barbilla descansaba sobre su mano y sus ojos brillaban. Chin la llamo para que se saliera de allí antes de que vea la catástrofe.

Pero Kono quería ver el huracán de cerca. Chin nunca pudo convencerla de lo contrario, así que solo alzándose de hombros, Chin le deseo buena suerte a su prima y se encerró en su oficina.

En una tienda de comida, animal ¿Dónde más?

— Ah... —. Steve se quedó en silencio un poco, mirando el ceño fruncido de Kono. Una pequeña advertencia de preocupación ante el silencio de Steve por no reclamarle a Danny en donde estaba. ¿Qué demonios? Pensó Kono —. ¿Te dio hambre?

No, vine acá a preguntar la hora —. Steve podía sentir los ojos de Danny voltearse, el sarcasmo Steve casi lo toca —. Obvio que sí.

Steve escucho el crujido de una bolsa por el auricular lo que le hizo doler un poco y de que en verdad Danny estaba comprando. Seguramente malasadas con café.

Pero no puede tomar café.

— ¡No vayas a tomar café! —. Steve medio grito, Kono enderezó su espalda mirándolo como si le hubiera salido otra cabeza.

¿Qué? —. Danny dijo luego de unos segundos, por su lado, un temblor llego a su cuerpo.

— Y-ya sabes —. Steve trago y se aclaró la garganta —. Por la última vez que tomaste café, ya sabes cómo termino —. Steve no miro a Kono cuando ella se tapó la boca.

Steve se detuvo también de llamar el nombre de Danny, rogar un poquito tal vez —. Bien —. Dijo Danny y colgó.

Pero la sensación de inquietud no de salió de Steve. Poniendo el teléfono sobre la mesa, Steve tecleo en la computadora el número de Danny, rastreándolo.

— Eso no está bien —. Dijo Kono y Steve se detuvo. Chin saco la cabeza cuando vio a su prima algo inquieta.

Steve levanto la mirada, viendo los ojos caramelos de Kono y la mirada inquisitiva de Chin. ¿Cómo llego tan rápido?

— ¿Qué no está bien? —. Steve miro a Kono, viendo la respuesta en sus ojos que se desviaron de él, a la computadora, al celular y por último a Steve.

— ¿Utilizarás la computadora para rastrear a Danny? —. Dijo Chin, en voz calmada. Pero Steve escucho la acusación por debajo de una pregunta supuestamente tranquila.

Steve afronto a ambos primos con la cabeza en alto, cruzándose de brazos, dijo —. ¿Hay algún problema?

— Si —. Dijo Chin.

— Y muchos si Danny se entera —. Dijo Kono, cerrando la pantalla, y dejándola apagada aun con el celular encima y prendido —. No puedes hacer esto si ya son pareja.

— Es cierto, además —. Le continúo Chin —. Confías en Danny, ¿verdad? —. Steve asintió solemnemente —. Entonces no hay razón para usar un sistema de rastreo por teléfono para saber si Danny esta donde te dijo que estaba —. Eso, para Steve, si sonó a reproche. McGarrett se desinfló un poco, viendo su celular y el fondo de pantalla de Danny con Grace y el pequeño Charlie abrazados antes de que se bloqueará.

Kono sonrió cuando también vio la imagen, volviendo a mirar a su jefe y la cara perdida que tenía. Son tan idiotas que se aman tanto, pensó ella.

— Será mejor que vaya a casa jefe, terminamos por ahora. Le diré a Danny que lo espera en su hogar.

Steve asintió, tomando el teléfono y saliendo de la oficina con una despedida.

Pero si había algo que Kono tenía, era demasiada curiosidad.

Una vez que se aseguró que Steve estuviera afuera, prendió la pantalla ante la mirada arrugada de Chin —. ¿Qué haces?

— Yo no soy pareja de Danny —. Dijo ella —. Soy su amiga y me preocupo por él —. Kono tecleo el número de Danny nuevamente.

— ¿Y tú harás lo que Steve no hizo?

— Dime que no sientes curiosidad y me detendré —. Kono se giró, con el dedo sobre pero sin presionar en la tecla de buscar y miro a su primo.

Chin cerró la boca en una línea recta, mirando a su prima y luego a la computadora, por último dándose por vencido —. Esto está mal.

Kono alzo las cejas dos veces y se volvió a la máquina, presionando la tecla. Unos segundos después de pasar por varias antenas, la ubicación de Danny estaba a su vista.

El mapa mostraba que el teléfono de Danny estaba en el hospital central militar de Hawái.

Kono arrugo la frente y Chin suspiro pesadamente, ambos primos se miraron con preguntas y preocupación en la cara pero solo una resaltaba.

¿Por qué Danny mintió a Steve diciendo que compraba malasadas cuando estaba en el hospital?

¿Porque será no? :v

Nos leemos :)

—Allex—

Placer y Consecuencia |McDanno|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora