Capítulo IV: 300 años.

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Luego de una enorme ronda de juegos con los gemelos y la plática de hermanas, Moon, Nightly y Star se retiraron luego de que los hijos de Moon recibieran los fantásticos regalos que su tía les había dado. Se despidieron y partieron de nuevo a su hogar en el carruaje real.

Al llegar a casa Star corrió a su habitación y abrió el regalo que le dió su tía, un hermoso collar de media luna, se lo puso y le quedaba perfecto, era de un tamaño mediano, liso y plateado.

― Luciérnaga, ¿qué te dió tía Sun? Mira, a mí me dió una nueva cuchilla para mis misiones estelares y nocturnas. ― presumió orgulloso Nightly sacando una cuchilla muy filosa de color plateado con su respectiva funda.

― Es hermosa Nightly, a mí me regaló esto ― le mostró el collar a su hermano.

― Que bonito ― sonrió ― A madre le encantará ― Nightly le acarició la cabeza a su hermana menor, pensó que esa joven le iba a caer mal, pero era todo lo contrario, él no podía ser el heredero al trono de su madre, pero Star sí.

Nightly se sintió orgulloso, jamás pensó tener una hermana menor, pero al escuchar de los labios de su madre lo que sus amigos y su ex novio le hicieron, no tuvo más remedio que considerarla su hermana menor y hacerle creer que llevaba casi trescientos años con ellos, como una familia perfecta. A pesar de que la joven no tenía ni un día ahí, digamos que al chico se le hacía muy fácil mentirle.

― Lo sé, iré a enseñárselo ― la voz de la chica lo despertó y nada más la vio salir de su habitación. Suspiró y miró a la ventana, la chica (que solamente sabía que se llamaba Flora anteriormente) se había convertido en algo muy valioso para él en esas pocas horas. Quizá tener a un hermana menor no es tan malo después de todo. Ese día pasó muy rápido para la familia real y para las Winx en la Tierra (quienes seguían sin notar el que Flora se había ido). Moon elevó la Luna con sus poderes. Desde luego que esa Luna era totalmente falsa, ella era la verdadera Luna. Y ahora su trabajo era ver que todo estuviera en orden en los sueños, mañana en el día tomará un pequeño descanso.

― Me iré a dormir madre ― la vocecilla de su hija la sacó de sus pensamientos.

― Descansa mi amor ― le dió un beso en la frente a Star y ella se marchó con una sonrisa en el rostro hacia su cuarto.

Una semana había pasado exactamente, y un Nightly muy emocionado tocó la puerta de su hermana sin recibir respuesta, abrió la puerta con cuidado de no despertar a su hermana, y puso el pastel aún lado en la mesita de noche.

― Star.. ― susurró, removiendo un poco a la chica que hoy cumplía trescientos años. La joven se removió un poco entre las sábanas ―. Oye... Luciérnaga... Arriba.. ― volvió a insistir sin recibir respuesta ―. ¿Quién está lista para ir a la Tierra? ― se sentó en la cama y escuchó gruñir a Star.

― Yo no.. ― Nightly dejó escapar una risa burlona ―. No va a ser divertido.

― Ya lo sé... Vamos levántate ― con pereza Star se levantó dejando a la vista su cabellera toda despeinada ―. Parece que te poseyó un demonio hermana.

― ¡Largo de aquí! ― gritó Star dandole unos almohadazos a su hermano quién terminó por cerrar la puerta de su habitación riéndose. Star suspiró. Hoy era el día en que bajaría a la Tierra, y no quería eso.

― ¡Feliz cumpleaños mi constelación brillante!

― Gracias madre...

― ¿Qué te pasa mi cielo nocturno? ― cuestionó Moon preocupada.

― No quiero ir...

― Star, debes de cumplir con la tradición, aunque no le desees, ya hemos hablado de esto hija ― acarició su cabello con cariño. La chica se incorporó.

― Bien.. ― suspiró resignada, ¿qué podía hacer contra las reglas del trono? ―. Lo haré, pero que quede claro que no lo hago por mi, si no por la tradición.

― ¡Claro mi amor! ― sonrió Moon, quizá Star no era su hija de verdad, pero en esta semana se ha portado digna de la realeza (algunas veces pesada con sus travesuras junto a su hermano), amable, educada, una perfecta heredera ante sus ojos, como si de verdad la hubiese criado durante todo ese tiempo.

Dejó a Star preparase, la chica se metió a la ducha, se aseó, y preparó su vestimenta para ese día, un vestido corto negro con figuras de lunas muy pequeñas, mallas azules marino, zapatillas negras, joyería de plata puro y guantes largos brillantes color negro. Su cabellera se la dejó suelta con rizos y un pasador de media luna en el pelo, sombras azules, rímel negro, rubor y gloss coral.

Salió y recibió una que otra felicitación por parte de la servidumbre. Caminó por el pasillo, fue a las escaleras y bajó hacía el comedor.

― Tu desayuno está listo, mi amor ― sonrió Moon, pasándole un plato con ensalada de frutas picadas, miel y almendras, jugo de naranja y tres brawnis.

― Gracias, que delicioso...

― Disfrútalo hermana. Mamá está de buen humor y ella misma metió manos al fuego, o lo que sea.

― Que lindo de tú parte madre ― sonrió Star.

― No hice mucho en realidad ― probó bocado.

— Todo cuanto has hecho es más que suficiente para mí. — sonrió la joven. Moon la miró totalmente agradecida, se preguntaba por qué sus amigos la dejaron ir tan pronto. Pobres de ellos.

Terminaron de desayunar y fueron a celebrar con Sun, Ray y Cloud, quienes recibieron a la heredera con gran emoción. Su fiesta de cumpleaños fué algo totalmente especial para la niña, Moon la hizo sentir totalmente amada, pensando que si lo hacía, se quedaría con ella para siempre, gobernaría su reino con sabiduría, fortaleza y justicia. La amaba. La amaba demasiado.

En la noche Nightly, Star y su madre regresaron a su hogar.

― Okay, luciérnaga. ¿Lista para tú regalo? ― preguntó Nightly un tanto misterioso.

― ¿Qué me traes preparado hermano? ― cuestiona curiosa la joven. Nightly sacó un frasco en donde venía contenido estrellas fugaces, diminutas pero con una gran cantidad de magia ―. ¡Awwww! ― chilló Star de emoción ―. ¿Es en serio?

― Ajá.. ― Nightly miró a su madre y sonrió, sabía que era lo que venía ―. Creo que tú y madre deben hablar un momento, yo mañana me iré a mi viaje, pero regresaré en unas noches.

Star abrazó a su hermano y le deseo una buena noche, también mencionando que lo echaría de menos y que lo esperaba con bien. Nightly le deseó lo mismo.

― Descansa hermana ― se retiró a su habitación.

― Star.. ― habló Moon, Star le miró. ―. Acompáñame ― ambas se dirigieron al balcón, observando las estrellas... Moon tragó saliva antes de decir las palabras...

𝔽𝕣𝕚́𝕒 𝕔𝕠𝕞𝕠 𝕖𝕝 𝕙𝕚𝕖𝕝𝕠 ❆╎𝒇𝒍𝒐𝒓𝒂 & 𝒉𝒆𝒍𝒊𝒂.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora