Capítulo XVIII: Savvanah.

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He regresado por más!!!

Tiemblen ante mi presencia,
XD!!

Pd: El Wattpad no me dejaba
subirlo :(

Estaba en la habitación que compartía con Layla, cubierta con las mantas de la cadera para abajo, posó una de sus manos por la frente, sintiéndola un poco pegajosa por el sudor. La habitación a oscuras mientras ella trataba de conciliar el sueño. Una pequeña lámpara apareció en medio de la oscuridad. Layla había encendido la lámpara por el insomnio que tenía.

- Oh, lo siento -se disculpó la princesa de Andros -. No era mi intención despertarte Star.

- Tranquila Layla, tampoco podía dormir -admitió.

- Ya veo.. -susurró incorporándose, la menor le copió el movimiento, ambas quedando frente a frente en su respectiva cama. Silencio total. Ninguna quería hablar, Layla sabía que si abría la boca se echaría a llorar por la pérdida del hermano de Star. Le había encantado, fascinado, como si se hubiera enamorado de él en otra vida. Algo total y absolutamente loco.

Star en cambio no quería hablar y miraba a otro lado que no fuese a los ojos de la morena. Terminaría por aceptar que le encantaba ese lugar, Magix, los helados y las tiendas de Stella eran lo mejor. Pero sin duda nunca se compararían con las hermosas tardes que pasaba con Helia. Sobre todo la de esa tarde. Aún podía sentir los delicados labios del chico rozando los suyos para envolverla en el más dulce manjar que haya probado en su vida. Soltó una risita.

- ¿Qué pasa? -cuestiona Layla, mirándola, Star estaba perdida en su mundo, con ya saben quien.

- No... Nada -murmuró avergonzada, poniéndose las mantas hasta el hombro y acomodándose para dormir -. Hasta mañana, Layla.

- Descansa Star -y con eso la habitación volvió a estar a oscuras y la chica se tuvo que dormir con la duda sobre la risita de su amiga, aunque más con un profundo dolor en su corazón.

[•••]

La mañana transcurrió normal, a excepción claro que la reina Moon estuvo todo el tiempo pegada como chicle a su heredera. Sin dejarla sola con esas extrañas. Ya bastante la había descuidado y una vez que fueran por Nightly todo volvería a la normalidad.

En la hora crepúsculo terminaron de quitarle el vendaje a Nightly, su pecho estaba bien, solo con una pequeña cicatriz pero nada de que preocuparse.

- Ya ha quedado -sonrió Codatorta recogiendo el vendaje -. Para ser casi tres semanas fue bueno.

- Gracias profesor, Bloom, Sky, Mirta, princesa Krystal -las dos últimas asintieron con una sonrisa -. Layla.. -dijo el nombre de la morena, pero no se encontraba en el pequeño cuarto. Bajó la mirada un poco triste, una muda de ropa paró en sus piernas cubiertas por la sábana azul delgada.

- He traído ropa para ti. Cámbiate y nos vamos -ordenó su madre. Nightly obedeció y se cambió de ropa en una de las habitaciones de los especialistas. Una vez con una camisa azul marino, pantalón de vestir negro y calzado del mismo color salió. Guapo, elegante, un caballero digno de la realeza y del título de un verdadero príncipe. Moon agradeció a los cuidados, hacia el maestro y una vez que divisaron a Nightly estaban listos para irse.

O algo así...

- Linda noche, ¿no lo crees Moon? -Hazael volaba de lo más normal por el cielo anaranjado, casi azulado -. O bueno... Un lindo ocaso en realidad -agregó para después reír.

𝔽𝕣𝕚́𝕒 𝕔𝕠𝕞𝕠 𝕖𝕝 𝕙𝕚𝕖𝕝𝕠 ❆╎𝒇𝒍𝒐𝒓𝒂 & 𝒉𝒆𝒍𝒊𝒂.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora