Capítulo VII: Dragones.

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Star suspiró y siguió mirando, ahora era turno de un chico de cabello morado, apariencia macho alfa y egocéntrico... O bueno, eso leía en su mirada, por qué amable... No se veía.

Riven bajó y unos cuantos centímetros del suelo, tomó las riendas e inclinó un poco a su lado izquierdo, soltó las riendas y bajo de un salto, aterrizando con firmeza en el suelo, corriendo lo más rápido que le daban sus piernas, casi iba a la cabeza del dragón, pero de un momento a otro este lo rebasó. Riven dejó escapar una sonrisas un poco burlona, estaba casi hasta la larga cola de su dragón, hasta que se sujeto firmemente de esta... El dragón comenzó a moverse de un lado a otro de arriba a abajo, como si quisiera quitarse a Riven de encima, hasta que de un momento a otro el dragón con escamas lo lanzó hacia arriba.

― ¡Riven! ― escuchó un grito, nuevamente las miradas de los hermanos se activaron y vieron a la peli azul que detuvo a la rubia minutos antes, se miraron confusos y mantuvieron su vista al frente. Riven hizo una voltereta en el aire, cayendo de pie cual gato en la noche, pero... En el dragón, mantuvo el equilibrio por unos segundos tal y como lo había hecho Brandon al inicio, y bajó con cuidado tomando las riendas del salvaje animal, volviendo con sus amigos y escuchando los aplausos de los admiradores.

Star y Nightly miraron a la chica quién ya se había calmado un poco, lo notaron porque suspiró de alivió. La mirada de Star se hizo aún más profunda, divisando a la rubia gritona del romanticismo, a su lado la preocupante, al otro lado la pelirroja del conejito Kiko, le seguía otra que no tenía idea porque no había comentado nada o gritado, y por último la princesa de Andros, atrás de ellas estaban tres más, una de cabello fucsia, otra de un tono más rosado claro y otra de un cabello rojizo quemado muy corto.

La concentración de Star regresó cuando un chico de lentes se detuvo en el suelo con su dragón, bajó de este y se posicionó al frente, dió unas cuantas órdenes que no comprendió bien, parecía ser un tipo de coordenadas. El dragón rugió un poco y se elevó, hasta estar a unos metros del suelo, Timmy empezó a dirigirlo con su mano, eso me impresionó mucho a los dos hermanos, pues no detectaban algún tipo de magia positiva o negativa que emergiera del muchacho, y el dragón seguía sus órdenes: Daba giros en el aire, hacía remolinos cortos pasaba cerca de las primeras gradas.

― ¿Qué crees que haga el muchacho para controlar a la bestia? ― susurró el mayor a Star.

― No lo sé, pero sea lo que sea, no es nada malo ― dijo de la misma manera, el show de Timmy duró unos cuantos minutos, el dragón regresó y se montó en él, dando inicio al vuelo de regreso a sus compañeros, obviamente los aplausos no se hicieron esperar.

― Debo admitir hermana... Me gustó ese último show ― Star sonrió y abrazó a su hermano de lado quién solamente pasó su brazo por el hombro pequeño de esta y siguieron mirando.

Helia, quién era el último de la fila, bajó a los mismos metros que Brandon, mientras el dragón volaba, él dió un especie de giró sobre este, quedando su espalda junto al cuello del dragón, todos le aplaudían y gritaban de la emoción, dió unos giros y nuevamente hizo el mismo truco para quedar con las riendas al frente, estaba apunto de volar hacia sus amigos, hasta que su mirada azul profunda se concentró en una chica...

Detuvo a su dragón alándo las riendas con cuidado, el animal obedeció su acción y buscó con la mirada a la chica, pues se había pasado un poco, y entre tanto público no lograba distinguirla. Frustrado consigo mismo decidió volver con los demás, quienes lo miraron un poco confusos por su repentino paro.

― Es hora del acto final ― les recordó Sky ―. ¡Muchachos.. ― todos asintieron ―. Andando!

Bajaron en picada, pero antes de bajar al suelo cada uno tomó rumbos diferentes, y salieron disparados, haciendo que una pequeña ráfaga de aire despeinada un poco el cabello de las personas al pasar por las gradas, su distancia era lo suficientemente grande para que no chocaran unos contra otros. Luego de pasar siguieron dando la vuelta, ósea que ya estaban de cabeza, estaban por juntarse en el medio hasta que nuevamente bajaron todos al suelo firme, en la posición en la que se separaron.

― ¡Por mis constelaciones! ¿Qué fué eso? ― se preguntó Nightly, abrazado a su hermana por la cercanía del dragón que casi le daba un paro cardíaco.

― No lo sé.. ― respondió tímida y ocultando su rostro en el pecho de su hermano. Los especialistas bajaron de sus dragones mientras los aplausos se oían por el lugar, Moon aplaudió un poco y miró a sus hijos quienes estaba abrazados.

― Tranquilos mis niños ― sonrió maternalmente. Star se relajó y descubrió su cara por un mechón de cabello muy pequeño y le sonrió a su madre, sin separarse de su hermano. Ambos sonrieron.

El show acabó... Pero Helia estaba buscando a esa chica, se parecía muchísimo a... Flora... O su dulce Flora... Como la extrañaba, estuvo buscándola como loco, por cielo, mar y Tierra, atravesando todas las dimensiones mágicas que se le ocurrían, pero jamás dió con ella, era como si la misma Tierra se la hubiera comido viva. La gente se empezó a dispersar de las gradas y con ello los especialistas dejaron de saludar con la mano.

― ¡Brandon! ― dice Stella sonriente al llegar a los brazos de su novio, quién la recibe con un amoroso abrazo ―. Estuviste fantástico, cariño.

― Oh, ¿en serio lo crees, princesa? ― la rubia asintió.

― ¡Sky! ― hizo lo mismo que la anterior, cada una de las Winx felicitó a su novio por tal maneóbra con los animales, los cuales ya estaba siendo guardados por Codatorta.

― ¡Krystal, Mirta, Roxy! ― un alegre Helia se acerca y abraza a cada una ― Nos alegra de que estén aquí, chicas.

― No podíamos faltar por nada ― mencionó Krystal abrazando a su mejor amigo.

― Hay que irnos, seguramente nuestros padres desean vernos ― habló el líder de los especialistas y los demás asintieron.

La familia de Star recorría los pasillos del instituto, junto a todas las familias reales, la menor iba tomada del antebrazo de su hermano mayor.

― Oh, aquí están el director de Fontana Roja... ― se detuvo la familia de la dimensión de Andros. Saladino saludó cortésmente a cada una de las familias.

― Vaya, veo que tenemos invitados nuevos ― sonrió ―. Bienvenidos a Fontana Roja.

― Gracias ― dijeron los tres haciendo una leve reverencia. Las chicas llegaron y cada una fue a visitar a su familia, saludándolos animadamente, excepto Tecna y Musa, quienes estaba junto a sus novios y los demás especialistas. Star se sujetó fuertemente del brazo de su hermano.

― Luciérnaga, me lastimas ― susurró un poco Nightly.

― Perdón ― suavizó su agarre, sin despegar la vista de los desconocidos, su mirada chocó con unos ojos azules... Helia la estaba mirando fijamente.

𝔽𝕣𝕚́𝕒 𝕔𝕠𝕞𝕠 𝕖𝕝 𝕙𝕚𝕖𝕝𝕠 ❆╎𝒇𝒍𝒐𝒓𝒂 & 𝒉𝒆𝒍𝒊𝒂.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora