Capítulo XI: Pijamada.

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Una vez en la escuela para hadas, Star se seguía sintiendo extraña y con muchas preguntas en su cabeza.

-¡Hemos llegado! -anunció Stella sonriente, deteniéndose levemente en el suelo junto a sus amigas, Star imitó las acciones de la rubia, siguiéndolas por los pasillos hasta que llegaron a unas habitaciones, en total tres por lo que pudo contar la princesa.

-¿Comparten habitación? -preguntó curiosa la joven, pero sin dejar su tono frío de voz.

-Así es majestad, Stella y yo compartimos una habitación -mostró Bloom la suya que era la primera, una habitación muy linda y a la moda.

-Esta es la nuestra -dijeron Tecna y Musa al unísono.

-Y pues... Yo no tengo compañera, pero puede dormir en mi habitación -dice Layla con una sonrisa. La chica de cabello degradado azulado se acercó a la habitación de la princesa de Andros.

-¿Quién es Flora? -preguntó curiosa mientras miraba el nombre de esa chica tallado con madera en la puerta de Layla.

-Ella es... Pues... Una ex-compañera nuestra -susurró Bloom.

-Ah, bueno. ¿Entonces me quedaré aquí? -pregunta una vez más.

-Sí. Por supuesto, Star.

-Preferiría que me llamaran por la realeza, sólo mi familia tiene permitido tutearme -se adentró a la habitación, las demás la miraron un poco confundidas y hasta con un toque de tristeza.

-¡Ya sé! -exclamó la princesa de Solaria repentinamente -¿Qué tal si hacemos una pijamada? Así rompemos el hielo.

-Pues no creo que ella lo quiera romper -dijo Musa con un gesto de disgusto.

-Vamos chicas.. -suplicó la rubia -. No perdemos nada con intentar, aunque sea un poco -hizo ojos de cachorro y junto sus dos manos.

-Supongo que podemos intentarlo -dijo la princesa de Domino.

-¡Fantástico! Layla intenta hacer algo de plática con ella, iremos a arreglarnos.

-B-Bien.. -aceptó nerviosa la morena mientras entraba a la habitación -. ¿Todo bien, majestad? -pregunta una vez que la puerta se cerró detrás de ella.

-Eso creo... Le seré sincera, nunca he compartido habitación con nadie -dijo mirando cada detalle de la habitación. Y era cierto. No recordaba algún recuerdo de ella compartiendo habitación con Nightly o con su mamá, pese a que son muy unidos.

-Comprendo. Pero, puede nombrarme Layla, usted sí puede tutearme -le sonrió.

-Alteza, no es correcto tutear a las princesas.

-Ya sé. Pero no están nuestros padres y... Eso, de alguna manera, nos da ciertas libertades.

«Libertad»

La última vez que ella fue libre, terminó encontrándose con tres lunáticas desconocidas. Ella era una princesa de cuatro paredes. No conocía más allá del término libertad, en realidad, no estaba en su diccionario real.

-¿No le interesan sus deberes reales? -preguntó tomando asiento en la cama de al fondo, tomando una almohada de color verde y poniéndola en sus rodillas, contemplando el bordado de flores blancas de diseño.

-No en realidad. Aunque siempre me ha importado mi gente de Andros. Y sé que algún día tengo que tomar el trono. Pero por lo mientras, tengo que vivir al máximo cada día de mi vida. Disfrutar de la libertad.

Star la miró sorprendida, era fácil hablar con ella, nunca había tenido algo como una "amiga", o algo cercano. Su mejor amigo y hermano siempre había sido Nightly, pero aparte de él, nadie. Podía contar a su madre pero ella se enfocaba en la realeza y no en sus sentimientos. Si es que los tenía, claro.

𝔽𝕣𝕚́𝕒 𝕔𝕠𝕞𝕠 𝕖𝕝 𝕙𝕚𝕖𝕝𝕠 ❆╎𝒇𝒍𝒐𝒓𝒂 & 𝒉𝒆𝒍𝒊𝒂.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora