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La Semana de la Moda estaba en puerta y HeeChul iba corriendo de un lado a otro por todos los pedidos que tenía que hacer.
Sesiones de fotos que supervisar porque su Jefe estaba ocupado en juntas para cubrir la Semana entera, así que tendrían material para al menos dos publicaciones enteras o incluso más.
Necesitaba su domingo con urgencia, ya.¡HeeChul, necesito que llames a los diseñadores gráficos, la letra no me convence para el titular! ¡HeeChul, necesito que vayas al distrito Gangnam por mi ropa! ¡HeeChul, ve con los editores, necesito la previa a la revista! ¡HeeChul, acompáñame a la reunión de editores!
¡HeeChul esto, HeeChul lo otro! ¡Dioooooos! ¡Quería matarlo! Pero bueno, respiro profundo y se recordó lo mucho que amaba su trabajo y que si renunciaba no recibiría tal paga en otro lado. Así que así estuvo durante esa semana previa a la Semana de la Moda.
— Deberías de estar ya acostumbrado, digo, ya llevas unos añitos trabajando en VOGUE como para no haberte acostumbrado ya.
— Lo dices tú porque solo eres fotógrafo.
— Es bastante, ¿sabes?
— Tienes asistentes que se encargan de imprimir las fotos como tú les órdenes.
— Okey, me la llevo mejor que tú. —sonrió burlón. — Ya, venga, deja te ayudo.
Fue así como aquella tarde se dedicaron a terminar de organizar la agenda a modo que estuviese lo menos pesada y que todo estuviese en orden.
Y fue también así como aquella semana tan ocupada ni siquiera se había molestado en ir por sus rosas semanales.
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Tacones, maquillaje, ropa de un lado a otro, diseñadores dando órdenes a diestra y siniestra a las modelos, una que otra caída, entrevistas, reuniones, juntas, dormir al menos cinco horas, pastillas para el dolor de cabeza y cócteles, muchos cócteles. A eso se resumía la vida de Siwon durante la Semana más importante para la revista.
Sobo el puente de su nariz mientras se levantaba a apagar la alarma de su celular. Se estiró y trono su espalda para relajarse. Necesitaba su café.Ya recién bañado, el traje de Chanel y su café en mano, estaba listo para comenzar la rutina de su día a día.
— ¿Bueno? —Contestó serio— Aja... No, no, espera, ¿a qué te refieres con qué no está recibiendo las rosas? —Sobo sus cienes— Ha... Okey, no te preocupes, supongo es mi culpa por cargarle de trabajo. Te veo al rato.
Colgó la llamada y observó la rosa que reposaba tranquilamente dentro de un empaque de cartón y un moño dorado. ¿Por qué justo ahora que se esmeraba en la presentación de sus rosas no las estaba recogiendo su amado? ¿Acaso...acaso ya se había aburrido de él?
No, se negaba ante tal idea. Dio un último trago, tomó su maletín y una menta antes de salir del departamento.
Muchas luces y flashes de las cámaras de reporteros que se acercaban a él para preguntarle temas relacionados a la revista o halagarle su apariencia. Agradecía que los guardias lo sacaran rápidamente del lugar y le permitiesen meterse antes que todos a la pasarela.
Música de piano y un cóctel en mano le ayudaron a relajarse. Solo tenía que aguantar este día y sería libre...o bueno, al menos tendría menos trabajo.
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🌹 25 Rosas. 🌹(SiChul)
Fiksi Penggemar╭┈─────── ೄྀ🌹ˊˎ- ╰┈─➤HeeChul comienza a recibir rosas de un remitente anónimo. ✨ Historia inspirada en la canción "25 Rosas" de Joan Sebastian. ✨ Completamente mía. ✨ No se permiten adaptaciones, es mi trabajo y aunque no sea mucho es algo que llev...