Capítulo 2

540 56 44
                                    

Como todos los días Rin y Kagome llegaron al trabajo, su padre quien ya se encontraba allí las recibió con muy bueno humor —Buenos días mis niñas

—Hola papá —Saludaron al mismo tiempo

—Rin, Kagome necesito que cubran el día de hoy la zona del centro comercial Galleria Vittorio Emanuele II

—¿Ocurre algo? Esa zona es de Ayame papá —Cuestiono Kagome algo molesta ya que allí era más concurrido y eso significaba más trabajo para ellas

—Ayame se lesiono y no podrá venir por dos semanas

Rin la comprensiva de las dos le sonrió y a su padre y lo abrazo —Esta bien papá, tú no te preocupes, que nosotras nos encargaremos

—Sabía que contaba con ustedes —Miroku salió de la oficina dejando a sus hijas solas

—¿Por qué aceptaste? Allá afuera tiene varios empleados

—Kag! ¿Entiendes que esto es nuestro? Hermana la familia se mantiene de esta empresa, porque no quieres ayudar a papá

—No es eso Rin... simplemente que el centro comercial es muy concurrido

—Ja! Lo dices como si tu les dieras el tour... dramatizas demasiado Kagome —Rin la jalo de la mano y salieron de la oficina, subieron al auto donde Renkotsu el chófer de la familia las esperaba, de camino ambas platicaban en clave sobre los planes que tenían para esa noche —No puedo creer que Ayame se perderá todo —Exclamo emocionada Kagome

Rin la miro intentando que cerrará la boca pues Renkotsu solía espiar sus conversaciones para informar a Miroku —Si hermana, pero tranquila que nosotros la cubriremos en el trabajo —Le hizo una ligera presión en el brazo para que comprendiera

Kagome miro disimuladamente a su hermana y comprendió todo —Oh! Si pero, están entretenido estar en la plaza que no lo creo, pobre de ella —Intento cubrir rápidamente su error.

Cuando por fin llegaron al centro comercial se despidieron del chófer y llegaron a abrir el local que ocupaban allí, Bankotsu y Byakuya las esperaban —Ya era hora —Comento Byakuya fingiendo enojo

—Lo siento chicos... nos avisaron de último minuto que vendríamos nosotras —Bankotsu saludo tiernamente a la castaña —Tranquila Rin todo está bien... ¿Cómo estás?

—Bien... gracias Bank —Respondió amablemente

—Bueno a trabajar entonces —Exclamó Kagome para salvar a su hermana de las manos del moreno. Organizaron el itinerario del día y dieron inicio a su jornada laboral.

Los hermanos Taisho llegaron a las 9 de la mañana hora Italia, la diferencia de horario los estaba fulminando, recogieron su equipaje y buscaron un taxi para que los llevará al hotel donde se hospedarían, camino al Hotel Meliá Milano Inuyasha disfrutaba el paisaje y Sesshomaru iba con los ojos cerrados, desde que bajo del avión sentía una gran ansiedad, eso no era normal de él y lo estaba estresando, en la recepción del Hotel pidieron la habitación y subieron, él sin duda se fue directo a la ducha, Inuyasha lo observaba extrañado —¿Estas bien?

—No lose... me siento muy extraño

—Ja! Es tan gracioso ver a un Yōkai enfermo

—Cierra la boca bestia...

—Tranquilo aquí no hay nadie que lo pueda escuchar

—Mejor avísale a nuestro padre que hemos llegado

Inuyasha le marco a su padre pero no respondió, mientras se dejaba caer en una de las camas marcó el numero de Iza, espero por unos minutos hasta que respondió —Mi amor ¿Cómo llegaron?

Cáliz de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora