Capítulo 4

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Las chicas subieron al auto de su tía en cuanto se aparcó, no sin antes despedirse de los hermanos Taisho. Al ver que las hermanas Fiore se alejaban ellos decidieron volver al hotel donde se hospedaban. Durante el camino ninguno comento nada, Inuyasha podía percibir el mal humor de su hermano y sabía que tenía motivos, Sesshomaru era sumamente orgulloso y la manera en la que Bankotsu le había hablado había sido un insulto al Yōkai y debía admitir que le preocupaba un poco lo que su hermano pudiera hacer.

En cuanto entró a la habitación Sesshomaru saco su celular y le marco a su padre, necesitaba despejar aquella duda sobre Bankotsu que no lo dejaba en paz y después de lo que le dijo Naraku sabía que Inu podía ayudarlo.

Inu no Taisho se encontraba en la empresa cuando sonó su celular, al ver el número de su hijo respondió de inmediato.

—Sesshomaru que grato escucharte hijo

—Necesitamos hablar

—Me imagino sobre que es... Naraku me ha contado algo al respecto

—Bien... Si lo sabes habla entonces

Inu no Taisho cambió su tono de voz, adquiriendo uno muy autoritario y serio —No Sesshomaru... Será mejor que olvides a esa chica y regreses a Japón

—¿No estás hablando en serio?

—Por supuesto que sí... Olvida la sede en Milán se cancela el proyecto, quiero que tú y tu hermano regresen ahora mismo

—No lo haré... Si Inuyasha desea irse esta bien... Si quieres cancelar el proyecto es tu problema pero yo no pienso volver a Japón ahora

—Sesshomaru no quiero que tengas problemas por una humana... Y mucho menos meterás a la familia en una batalla innecesaria

Sesshomaru estaba completamente furioso por las palabras de su padre —¿Batalla innecesaria? ¿No hablas en serio?... Espero no olvides que tu hiciste lo mismo por Izayoi

—Por supuesto que no lo olvido pero... Esa fue una situación completamente diferente

—No voy a retractarme padre y si lo que quieres es estar libre de problemas lo estarás... Esta batalla es mía y yo sólo afrontaré lo que sea necesario por estar con Rin

—No estás pensando claramente Sesshomaru... Te prohíbo que cometas esa estupidez

—Te equívocas... Esto es lo más coherente que he hecho en mi vida y no importa cuánto me lo prohíbas, ya no soy un niño padre —Terminó la llamada bruscamente arrojando el celular contra la pared, mientras Inuyasha lo observaba algo asombrado, tal parecía que las cosas no habían salido bien —No importa lo que el diga... Yo te apoyo Sesshomaru —Exclamó seguro de su decisión para demostrarle a su hermano que no estaba solo.

Sesshomaru lo miro fijamente, no comprendía como Inuyasha lo podía apoyar poniendo en riesgo su vida —No Inuyasha, tú debes volver a Japón, el proyecto se a cancelado y esta es mi batalla

—Sesshomaru... comprendo que nunca nos hemos llevado del todo bien, pero... soy tu hermano puedes confiar en mí, y con gusto peleare a tu lado —Aquellas palabras dejaron frio al gran Yōkai, a pesar de que Inuyasha no era un demonio puro como él no mostraba ningún temor, al contrario en su rostro veía una gran determinación.

—¿Estás seguro de querer hacerlo?

—Claro idiota... no podría perderme una batalla de gran magnitud —Y allí estaba el Inuyasha arrogante de toda la vida

—Esta bien bestia, quiero que hables con Izayoi, estoy seguro que ella sabe porque mi padre tomó esa postura

—¿Crees que Irasue no lo sepa?

Cáliz de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora