Capítulo 12

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Los cuerpos de los hermanos Taisho ingresaron con urgencia al Sanno hospital ubicado en Tokio casi al amanecer, ambos fueron llevados a quirófano, cada uno con distintas heridas.

Inu no Taisho y sus dos esposas no tardaron en llegar allí, Irasue se acercó a recepción para pedir informes —Señorita, necesito saber el estado de dos pacientes

Sin duda los hermanos Taisho eran conocidos en la sociedad al ser los modelos de la empresa Knitbrary Taisho, la enfermera no demoró en reconocer a Irasue —Claro señora, Inuyasha y Sesshomaru Taisho ¿Cierto?

—Así es —Confirmó la lady

—Su salud es crítica, después de que el avión se desplomara fueron los únicos sobrevivientes, aunque no se encontró que provocó tan profundas heridas

—¿Qué es lo que intenta decirme?

—El joven de nombre Sesshomaru, ingreso con una profunda herida en la parte posterior del abdomen, perdió demasiada sangre y aun sigue en quirófano

Irasue sintió que todo le daba vueltas no lograba comprender cómo habían sucedido las cosas para que su hijo terminará en una cama de hospital —¿Qué me puede decir de Inuyasha?

—El sufrió un traumatismo craneoencefálico que de igual forma le provocó gran pérdida de sangre... Es toda la información que tengo hasta el momento

—Gracias —Se alejó de la recepción, mientras caminaba a la sala de espera donde se encontraba Izayoi e Inu no.

Bankotsu llegó a la mansión Akiyama en compañía de sus hermanos, su rostro irradiaba felicidad después del golpe que había dado —Espero estés feliz —convento Menomaru con algo de indiferencia

El moreno intentó ignorar el mal humor de su hermano — Por supuesto que estoy feliz... Tanto Sesshomaru como Inuyasha perderán la vida, sólo es cuestión de tiempo...

—¿Qué hay de Rin? —Cuestionó Suikotsu ignorando lo ocurrido con la castaña

—A esa zorra su padre ya debió hacerla pagar... Su peor error fue entregarse al maldito de Sesshomaru

—Solo espero que esto no tenga consecuencias Bankotsu —Exclamó el mayor

—¿Qué te ocurre Menomaru? No me digas que... no querías hacerlo —Se acercó a él hasta tenerlo de frente —Me lo debías, no lo olvides

—Ahora no te debo nada... No volveré a meterme por ti —Subió a su habitación sin decir más.

Las hermanas Fiore no habían podido dormir en toda la noche, eran alrededor de las 10 de la mañana y seguían en su habitación cuando Mukotsu tocó la puerta —¿Puedo pasar? —Pregunto el hombre

Rin se levantó y abrió la puerta —Buenos días Mukotsu ¿Podemos ayudarle en algo?

—Kaede las espera para que le ayuden con los deberes de la finca, la hora del desayuno se les ha pasado, podrán comer cuando sea horario —Ordenó con dificultad, le costaba hablarles así

—¿De que está hablando? —Cuestionó Kagome confundida

—Su padre fue muy específico, deben ayudar con los deberes de la finca como todas las mujeres, y si desean comer deberán hacerse cargo de ello.

Kagome estaba por negarse cuando Rin la detuvo, la castaña miró al hombre con una leve sonrisa —¿Podrías ser algo comprensivo por ser el primer día? Bajamos en dos minutos

Mukotsu suspiro pesarosamente —Esta bien niña Rin, Kaede estará esperándolas

—Gracias Mukotsu —Cerró la puerta y miró a su hermana —Antes de que digas algo... Kag, no podemos negarnos... Las cosas no nos han salido nada bien y mientras logramos comunicarnos con los chicos debemos obedecer a nuestro padre

Cáliz de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora