Capítulo 11

289 40 14
                                    

Sango abrió la puerta cuando el timbre sonó, al ver a su hermana frente a ella dedujo que sus hijas la habían llamado —¿Qué haces aquí Eri?

—Vine a visitarlos hermana ¿No es buen momento?

—Si te soy sincera, No, estamos solucionando algunos problemas familiares

—¿Puedo ayudar?

Miroku escucho la voz de su cuñada, sin duda sabía que ella había ayudado a sus hijas para cometer aquel terrible error, se acercó a la puerta detrás de su mujer —Ya has ayudado bastante Eri... No te quiero ver cerca de mi familia en especial de mis hijas

Eri fingió asombró al escucharlo hablar con tanto enojo —Mi... Miroku... ¿Por qué dices eso?

—A mi no me engañas Eri, tú siempre le cubres la espalda a Rin y Kagome... Su gran falla fue tu culpa y no pienso perdonarlo.

—¿Falla? No estoy entendiendo nada

—Eso no importa... Lárgate de mi casa —Jaló a Sango para meterla mientras cerraba la puerta de un fuerte golpe.

Bankotsu iba en compañía de Menomaru, era el momento de hacer pagar a Sesshomaru.

Inuyasha escuchaba música mientras que Sesshomaru leía, llevaban dos horas en el avión y era una noche tranquila, en ambos la felicidad irradiaba en sus rostros, estaban a pocas horas de ver por fin a las mujeres que tanto amaban.

Suikotsu se había encontrado al fin con sus hermanos —Hola Bankotsu ¿Estás listo?

—Por supuesto —Respondió el moreno con una gran sonrisa

—En poco estarán sobre nosotros, prepárate

—Estoy preparado Suikotsu... No tienes idea de cuantas ganas tengo de aniquilar a Sesshomaru —Suikotsu sonrió ante las palabras de su hermano, los tres miraron al cielo y divisaron las luces del avión, Bankotsu alzó su Banryu preparando su ataque, en pocos segundos un fuerte relámpago partió a la mitad el avión donde los hermanos Taisho viajaban.

Sesshomaru reaccionó antes de recibir el impacto, con sus garras rompió el cinturón de seguridad de él y el de Inuyasha, para desgracia del menor ya había perdido sus poderes sobrenaturales por la luna nueva, Sesshomaru no pensaba dejarlo solo, lo sujetó del brazo y bajó volando hasta tocar el piso, segundos después cayó el avión a pedazos detrás de él provocando una fuerte explosión.

Inuyasha al encontrarse en su apariencia humana, había quedado inconsciente después de que Sesshomaru lo dejará en el suelo, el Yōkai se había percatado de quien había sido aquel ataque, caminó un par de pasos cuando detectó la presencia de Bankotsu y dos seres sobrenaturales más, uno era conocido.

—Lograste esquivarlo Sesshomaru... Es sorprendente

—Imbécil... Creíste que tu patético ataque me haría daño

—Por supuesto que espero un poco más de ti... Después de todo tengo que aniquilarte con mis propias manos.

—Tal parece que no te sientes capaz de hacerlo solo por eso has invitado a Suikotsu... No te culpo Bankotsu enfrentarse a mí nunca a sido fácil

—Sesshomaru, Sesshomaru... Debes bajar un poco tu ego, no querrás perder la vida con esa actitud tan arrogante —Exclamó el moreno con una sonrisa, mientras sus hermanos lo ayudaban a rodear al Yōkai, Inuyasha reaccionó poco después, al ver a Sesshomaru rodeado por los hermanos Akiyama no pudo evitar preocuparse ...¡Maldición! Justo ahora tuve que perder mis poderes... El menor sabía que no sería fácil, Sesshomaru no solía cargar ninguna de sus espadas y con su apariencia de Yako no podría con aquellos tres seres por muy fuerte que su hermano era.

Cáliz de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora