Viviendo con The Vamps [Editando]

Capitulo 26

Y Tristan tenía mucha razón respecto a mis hormonas, este chico si que me entendía.

Lo bueno es que mañana era San Valentín y no había rastro de la marea roja de estos días.

-¿Planes para hoy?.- preguntó Cody sonriendo cuando los cambiábamos en el cuarto.

-Brad me tiene algo preparado.- respondí sonríendo.

-¿Y tú? ¿le tienes algo preparado?.- dijo sonriendo pícaramente.

-Si, un conjunto de 50 libras de Victoria Secret.- respondí.

-Es un buen regalo.- dijo riendo.

-Si no piensa con la cabeza será algo bueno para los dos.- respondí riéndome.

-Ya verás como hoy no piensa.- respondió riéndose.

Salimos del cuarto y me despedí de Cody, me fui caminando a casa aprovechando que Brad hoy trabajaba hasta tarde.

Subí a casa y me fui corriendo a la ducha antes de que viniese Brad,

Entre el champú de manzana, el acondicionador de limón, el gel de fresa y la crema de coco parecía una macedonia. Me sequé el pelo y me puse una sudadera que le había robado a Tristan hace unos días y me paseé tranquila por casa.

-¡Ay Brad qué adorable eres!.- dije cuando vi un ramo de rosas blancas en medio del salón.

Cogí la tarjeta y la leí.

-"Ve a mi habitación, tengo un regalo para ti"

Subí corriendo a su habitación, había una caja grande de color rosa, igual estaba ahí metido.

Pero no.

Había un vestido.

Un vestido rosa palo de tirantes, con falda de tubo y varias aberturas en la cintura y la espalda. Debajo había unos zapatos negros y dorados con un bolso a juego. Abrí el bolso, otra tarjeta.

"abajo te espera tu limusina"

-Me lo como.- me dije a mi misma mientras me ponía el abrigo y salía de mi casa.

Ahora que me daba cuenta, ¿Qué iban a hacer Connor y Tristan?

Porque James hoy iba a estar de ceniciento de Turner, o de Puto, que básicamente era lo mismo. Salí del edificio y me metí en una limusina que había en la puerta.

-el señor Simpson la está esperando.- dijo el chofer.

Me tiré media hora en esa enorme limusina mientras recorría el centro de Londres, estaba muy nerviosa porque no sabía que esperarme de Brad, lo gracioso es que cómo estuviésemos en un hotel el conjunto de de Victoria Secret lo tenía en casa, ahora iba con un conjunto de Hello Kitty. Brillante Reynolds, brillante.

La limusina me dejó en la puerta de un hotel de cinco estrellas, desde luego mi suerte, ¿me había mirado un tuerto o qué pasaba aquí? Un guardaespaldas me miró y me idicó que tenía que ir a la azotea del hotel. Yo asentí y caminé por el hotel hasta llegar a uno de los ascensores, ese hotel era una preciosidad, en serio, todo decorado con muebles de madera blanca y con las tapicerías en tonos azul claro. Subí al piso 17, el ascensor se abrió y ahí estaba el muy idiota, sonriendo con una rosa roja en la mano, con una americana negra, pitillos grises y una camisa blanca.

-Ya tardabas en venir.- dijo antes de besarme.

-He salido un poco tarde del trabajo.- respondí antes de coger su mano.

-He reservado esto para los dos solos,.- dijo señalando la parte cubierta de la azotea, desde la que se veía todo Londres.

-Es precioso, creo que no te merezco.- dije apoyando mi cabeza en su hombro.