Viviendo con The Vamps [Editando]

Capítulo 59

-Mirala, es que es más fea que pegarle a un padre.- dice Tristan.

-No es fea, sólo está loca por Connor. Me lo maltrata.- le respondo.

-Tú les emparejaste.

-Y dejó de gustarme cuando me encontré aquel numerito en mi salón.

-¿Qué numerito?.- pregunta Sophie.

-Una mezcla de Imagina ser ginecólogo con fresas y nata.- respondo.

-Que asco.

-Les hice llevar la funda del sofá a la tintorería. Pero ahora he pensado que la voy a quemar.

-¡Summer por dios!.- dice Tristan.

-No te escandalices San Tristan, que tú eres mucho de palabra y luego nada.

-Como Brad.

-¿Sabéis lo rápido que se calienta Brad? Es como una cerilla, se prende y al poco se apaga.

-Summer, ¿Qué le hiciste?

-Escribir su nombre,en un espacio en blanco.

Sophie comienza a reírse y Tristan nos mira pensando en como meternos a un psiquiátrico.

-¿Las suelto?.- pregunta Tristan.

-Ya estás tardando.- respondo.

-Venga bonitas, atacad a la puta.- digo riéndome.

Tristan abre la jaula y salen cuatro o cinco ardillas rabiosas cual Shakira hacia ellos. Más bien hacia Connor.

-¡NO NO NO!.- digo cuando se suben a las piernas de Connor.

Salimos corriendo los tres para allá y cogemos las ardillas.
Cat soguee tan tranquila sentada en el banco.

-¡ESTÚPIDAS RATAS HE DEJADO MUY CLARO QUE ATACASEIS A LA PUTA! - digo cogiendo a dos de la cola y metiéndolas a la jaula.

-¡SUMMER QUITAMELAS DE ENCIMA!.- me chilla Connor dando saltitos.

-¡ESTOY EN ELLO JODER!.- digo cuando me muerde una.

Tristan coge otra con cuidado y la mete a la jaula, y Sophie bueno, de las dos que quedan una está en su pelo y la otra enganchada en la espalda de Connor, que sale corriendo como una niña asustada conmigo detrás.

-¡ESTATE QUIETO!

-¡QUE ME DAN ASCO!

-¡CONNOR NO ME SEAS MARICA LOCA! ¡PARA ESO YA ESTÁ BRAD!

Tristan viene, coge al bicho que casi raja la camiseta de Connor y lo guarda en la jaula.

-¡NO VOLVERÉ A USAR ARDILLAS NUNCA!.- digo.

-¿Segura?,- pregunta Tristan.

-Por si acaso no borres el número del dueño. Pero intentaré no hacerlo.

-Connor, vámonos.- dice Cat cogiéndole del brazo.

-No me voy a ningún sitio.- responde.

-Si, nos vamos.- dice tirando de él.

-No, te vas tú. Él se queda.- digo agarrándole del otro brazo.

-No, se viene.

-A ver pequeña zorra, que mi primo no quiere verte ni en pintura.- digo tirando de Connor.

-Pues que me lo diga él.

-¡Te lo he dicho veinte veces hoy!

-No.