Me salvo la vida

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Pov. Manuela

[Flashback]

--¡La música está súper buena!-- Grite para que lograra escucharme Machu, estábamos súper prendidas en la pista.

--¡Ya sé, además de que el Dj está muy guapo!-- Volteo a darle una miradilla al chavo con audífonos, y él se la regreso

--¿Y Leon?—

--No lo sé, pero tranquila tampoco es que me lo valla a ligar solo dije que estaba guapo—Termino con una sonrisa juguetona.

Comencé a meterme más entre la gente a seguir bailando, buscaba a Renata no había tenido tanto tiempo de estar con ella.

Las luces no me ayudaban a ver mucho pero creí verla de camino a la salida trasera.

Me presura a alcanzarla

--¡Renata!—Grite

Se quedó parada un tiempo, pero no volteo y siguió su camino

--Tal vez no me escucho-- Dije en voz baja--¡Renata!—Volví a gritar más alto pero siguió sin voltear, camino más rápido

Trate de seguirle el paso y sin no hubieras sido por un grupo de chavos bailando que se le cruzaron el camino y freno su paso, no la hubiera alcanzado

La tome por atrás de la cintura

--De mí no te escapas-- Le susurre al oído mientras me pegaba su cuerpo

Tomo una reacción fuerte y se dio la vuelta muy agresivamente

--¡Regina!-- Quede avergonzada por lo sucedido. Ella no dijo nada, solo paso saliva y siguió su camino-- ¡Que la he cagado! -- dije entre mi cerrando los ojos.

[Fin de Flashback de Manuela]

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Pov. Regina

[Flashback]

Estoy temblando, lo sucedido con Manuela me ha dejado así, tenía mucho sin sentir sus manos en mi cuerpo, aunque siendo sincera podría confesar que ya no sentí tan especial sus caricias, solo me impacto el momento.

Necesitaba aire, había mucha gente en el antro me sentía asfixiada por eso estaba saliendo. Ya afuera me ente en el filo de la rampa y comencé a admirar la noche estrellada, el aire soplaba frio, pero apenas sabia rico. Me incline hacia atrás apoyándome en mis manos, cerré los ojos y inhale aire lentamente.

--¿Puedo sentarme? -- Me interrumpió una voz hace unos minutos escuchada muy pegada a mi oído

Abrí los ojos, sin mirarla e indecisa asentí con la cabeza.

Se sentó un poco separada de mí. Volví a cerrar los ojos tratando de volver a la relajación.

--Lo siento--Volvió a interrumpirme-- Por lo de hace rato, no quise incomodarte

No le tome importancia así que no le conteste

--¿Regina?--

Abrí los ojos de golpe y suspire

--No te preocupes, pero ahí te encargo que no vuelva a pasar-- Me levante y comencé a caminar hacia el pequeño jardín que había en frente

--¡Espera!-- Grito, quería estar sola así que seguí mi camino

--Sé que no hemos hablado de lo sucedido pero quisiera que....

--Haber Manuela, ya no tengo ningún problema, puedes andar con mi hermana ya lo he aceptado-- Conteste de mala forma

--Bueno ¿pero que pasa con tu yo?

--Nada pasa, es mejor así, si no estamos cerca no duele tanto-- En lo último de la frase me puse sentimental, aun no estaba preparada para hablar de ello con ella

-- ¿Por qué no?

--No lo sé, necesito más tiempo o algo que me borre la memoria--Termine sarcásticamente

Manuela se quedó pensando un rato

--¡Tengo una idea!-- Dijo mientras me daba la espalda y daba unos cuantos pasos hacia adelante después de regreso y me estiro la mano

--Hola, yo soy Manuela Gandía

Su reacción me hizo sonreír

--¿Qué estás haciendo?

--Comenzando de nuevo

Mi sonrisa se convirtió en risa, pero me gusto su forma de arreglar las cosas, era algo que admiraba de ella

--Hola, soy Regina Regil

Las dos reímos

--¿Qué hacen dos bellezas aquí solas?-- Escuchamos una voz desconocida saliendo de la oscuridad-- ¿No saben que es un sitio peligroso para dos mamacitas como ustedes?

--Tranquilo amigo, ya nos íbamos-- Dijo Manuela jalándome de la mano rápidamente

--¿Por qué tan rápido si hace unos segundos estaban tan a gusto?-- El tipo nos frenó la pasada

--Escucha amigo no queremos problemas-- Solté con voz temerosa, poniéndome enfrente de manuela con los brazos en calma para tratar de persuadirlo

--Yo tampoco quiero problemas y no los tendremos si me dan todo lo de valor que traigan-- Estiro la mano mientras con la otra sacaba un cuchillo de su bolsillo

-- Tranquilízate amigo, no es necesario eso-- Pase saliva

--¡Que me den todo lo que traigan!-- Las dos nos sobresaltamos

Voltee a ver a Manuela quien me indico con la cabeza que no

Después pude leer en sus labios "corre", voltea a ver su mano con la que estaba contando

" 1" "2" "3"

Cuando su mano llego a los tres mis pies no dudaron en correr.

Trate de alejarme rápidamente por un lado y Manuela se fue el otro, pero el chavo me seguido a mí. Cuando iba a subir la rampa sentí como una mano me tomo del hombro y me jalo hacia atrás aventándome contra la pared.

Me queje un poco del dolor.

--¡Fue una mala idea!-- Grito el chavo acercándose a mí, dispuesto a encajarme el cuchillo, el miedo me inmuto y solo cerré los ojos esperando el dolor de la hoja atravesando mi cuerpo, pero no fue así.

Después de unos cuantos segundos abrí los ojos y vi a Manuela entre el asaltante y yo. Primero no reaccione, pero cuando vi a Manuela desplomarse entendí lo que había pasado

¡Me salvo la vida!

El chavo al ver el daño que había causado salió corriendo a toda velocidad de ahí

Mi cuerpo quedó quieto, Manuela empezó a quejarse de dolor, había mucha sangre no sé qué hacer

--¡Manuela!-- Me agache con ella, quien no podía hablar por el dolor

--¡Manuela no, no, no por favor no! --Sentí como las lágrimas salían

Trate de parar el sangrado pero parecía inútil, en menos de un minuto ya había un rio de sangre alrededor de las dos.

Por Una BromaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora