Confesiones

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Pov. Manuela

Después de darle miles de vueltas a lo que se me había ocurrido, he decidido hacerla práctica. Me acercaría un poco a Renata para ver si podría pasar algo más para que comience el rumor por Like.

Solo habían pasado dos horas desde que hablé con Regina en la cafetería, y aún estaba en clase, aun le faltaba una hora y estaba segura de que Renata no había asistido a esas clases también así que decidí ir a su habitación.

Cuando llegue no toque la puerta solo entre sin avisar. Renata estaba acostada en su cama. Pero al parecer estaba dormida por que no dijo nada. Me acerque lentamente y despacio hacia ella. Cuando por fin llegue a un lado de su cama logre ver que efectivamente está dormida.

--Renta—Dije primero en voz baja, pero sin respuesta de ella.

Me acerque un poco más a su oído.

--Despierta, Renata—Trate de moverla un poco.

Solo conseguí unos pucheros, pero no se despertó.

Suspire y me le quede viendo, se veía demasiado tierna, creo que me caía mejor asi que cuando esta despierta. En eso empezó a hablar entre sueños. Primero no le entendí nada, pero después logré escuchar mi nombre.

--Manuela, tengo que decirte algo-- Me acerque un poco más para poder escuchar mejor lo que me estaba diciendo en los sueños.

--¿Aun quieres a mi hermana? Ella solo está jugando contigo, ella nunca te va a querer, pero yo...

En eso dejo de hablar

--Pero tú que--Levente un poco la voz, tratando de que terminara la frase, pero nada –Tu que Renata, termina lo que estabas diciendo. —la moví un poco al decir esto y esto fue suficiente para que se despertara.

--¡Que hacer aquí! —Se sobre salto de la cama

Yo me aleje un poco de ella

--Quería hablar Contigo, pero estabas dormida -- Deje un pequeño momento de silencio mientras ella se paraba de la cama enojada.

--Comenzaste a hablar entre sueños y me quedé atenta a lo que decías—Seguí mientras ella se ponía los zapatos – Estabas hablando de mi entre tus sueños

--¡Que! —me volteo a ver un poco preocupada—Claro que no nunca soñaría contigo, ni en tus sueños, ya quisieras.

--Entonces porque decias mi nombre—Comencé a discutirle

Se quedó un momento en silencio pensando en lo que iba a decir –Haber hay muchas Manuela, no eres la única que existe, el mundo no gira alrededor de ti heee—Por fin dijo.

--Pues estoy muy segura de que si te referidas mi—Me quede en silencio observándola –Porque me preguntaste que si aún quería a Regina.

--Entendiste mal las cosas—Se tratado de ir y la detuve

-- No, no las entendí mal, tu eres la que no me quiere dar explicaciones de nada y me estas evitando desde -- suspire, continúe con voz baja—El beso que nos dimos.

Nos quedamos en silencio un rato, era de esos silencios tan incómodos que ya no sabes que va a seguir después.

--Pensé que no le recordaba—Por fin soltó Renata

--No lo recuerdo—Continúe—Bueno si, pero la verdad es que pensé que a la que había besado había sido a tu hermana.

--Si me di cuenta de que la estabas buscando a ella

--Bueno pero la verdad es que después del beso no recuerdo nada

--Si de hecho esa parte es más interesante que el beso –Rio un poco—No porque haya pasado más entre nosotras, solo fue el beso, pero después te quedaste dormida y me la tuve que arreglar para llevarte a tu cuarto sin que se dieran cuenta, además de que la verdad no estás tan livianita como te vez—Siguio riendo y también me hizo soltar una sonrisa a mí.

--Perdón—Solté en verdad arrepentida

--Perdón porque, por el beso o por el trabajo que me hiciste hacer – Respondió al pasar saliva

--No sé, porque me tengo que disculpar, ¿Por las dos cosas o de que no te arrepientes tú? –Conteste con un suspiro y sin quitarle la mirada de encima. Podía ver su nerviosismo, no dejaba de juguetear con sus manos.

--No te has puesto a pensar por qué criticabas a tu hermana, cuando ella y yo anduvimos—Continúe diciendo. –Ahora que yo lo veo así, te podría decir que la criticabas ya que ella si se atrevió a contarle al mundo lo que sentía por una mujer, y tal vez tu nunca has podido.

--De que estas hablando Manuela, eso es una estupidez—Se fue hacia su cama para tomar su almohada, dandome la espalda, seguía nerviosa, solo me estaba evitando

-- Renata –Comencé a decirle en voz un poco seductor – ¿Te gusto el beso?

No me respondió, soltó un suspiro.

--Renata-Volví a hablarle, pero esta vez me acerque a ella y la tome de los dos brazos.

En cuanto me sintió, se volteo, levantando los hombros haciendo que la soltará, pero no lo hice. Cuando se volteo la tome de la cintura y me acerque un poco más ella. Me tomo del abdomen y juntamos nuestras miradas.

--¿Te gusto? —Podía escuchar su respiración que cada vez iba más rápido.

Sin palabras y sin perder más tiempo se impulsó hacia mí y me beso.

Si soy sincera, yo solo iba en modo amiga, para tratar de acercarme un poco más ella, pero creo que todo se me salió de las manos. Nunca había visto a Renata como algo más, primero porque es la hermana de la persona que ¿Amo...ame? Pero no lo sé, Renata tiene algo diferente a Regina. Cuando la bese volví a sentir lo que había sentido al dar mi primer beso, sentí sinceridad, inocencia y aun que no quisiera aceptarlo también logre sentir amor.

Por Una BromaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora