"𝐿𝒶 𝒶𝓁𝓊𝓂𝓃𝒶 𝓈𝓊𝓂𝒾𝓈𝒶"

Parte 9

MELINA
Hoy debía arreglarme para ir con la profesora Monforte, ya que hoy jugaríamos.

Cuando salí, mamá extrañamente no estaba en casa, y papá estaba arriba dormido.

Por lo que decidí decirle a Máximo que iría a casa de una amiga, y que cuando mamá llegara, le dijera que regresaré un poco tarde.

Yo decidí ir caminando, admirando las bellas estrellas del cielo, la noche era tan hermosa, pero no tanto como la sexi profesora Monforte.

No estaba muy lejos, estaba por llegar, cuando ya estaba en la entrada, decidí antes mirar un poco, o como ustedes le digan "espiar" a la bella profesora, a ver qué es lo que se encontraba haciendo.

Así que me dirigí a un árbol que daba perfectamente una buena vista de su habitación, escalé hasta llegar a acomodarme perfectamente, y miré a la ventana.

La escena que tenía frente a mis ojos, fue ver a mi madre lamiéndome los pechos a Juliette, mis ojos instantáneamente se llenaron de lágrimas, tenía un enorme coraje, ¿Desde cuando a estado pasando?, no es justo, Juliette no me permite engañarla, pero ella, ella lo hace y con mi propia madre.

Decidí bajar lentamente del árbol, y cuando lo logré, trate de respirar bien, y comencé a correr, por una calle que ni siquiera conocía.

Corrí y corrí, sin importar que, solo quería sacar todo el dolor y coraje que me provocó mirar aquello.

Pensaba en que fui una tonta, que se dejó enamorar por su profesora, debí saber desde el principio que ella no me quería, no me quizo y nunca lo hará.

Me paso por tonta, por ingenua.

Seguí corriendo, pero de pronto solo sentí un fuerte golpe, un auto había impactado sobre mi, mi cuerpo salió volando al aire, hasta que sentí un golpe horrible, y quede totalmente inconsciente.

ESTEFANÍA
Esta tarde, había estado pensando en Juliette, en cuánto placer me daba cuando yo acepté ser su sumisa. Sé que ella aún sigue molesta, porque decidí casarme, pero de algo estoy segura, ella no puede resistirse a mi.

Esa tarde, mi esposo se había quedado dormido, debido a que estaba muy cansado por el trabajo, así que yo bajé y decidida, tome las llaves del auto para ir a casa de Juliette.

Conducí hasta llegar a mi destino, cuando llegué me encontraba con los nervios de punta, era algo que ella provocaba en mi.

Nerviosamente toque la puerta, unos dos minutos después, ella me había mirado de arriba a abajo y me invitó a pasar.

Una vez ahí, la salude con dos besos, magnificándome con su perfume, y su bello cuerpo.

Decidí conversar con ella, acerca de todo lo que habíamos pasado, pedirle perdón, decirle que la amo, como nunca.

Juliette: ¿Porqué me dices esto ahora?

- ¿Porqué?, porque no aguanto más un solo día sin ti, extraño cada vez que hacíamos el amor Juli, perdóname por favor, yo te amo (Dije llorando)

Juliette: lo lamento estefi, enserio, pero yo ya no siento lo mismo (Dije firme)

-¿Nunca te enamoraste de mi?

Juliette: No te negaré, sí, me enamoré como loca de ti hace años, pero dejé de hacerlo hace mucho tiempo.

-No es cierto

Juliette: ¿Qué?

-Que no es verdad, te apuesto a que en este momento tienes ganas de llevarme a la cama y hacerme el amor como nunca.