"𝐿𝒶 𝒶𝓁𝓊𝓂𝓃𝒶 𝓈𝓊𝓂𝒾𝓈𝒶"

Parte 51

-NO TIENE SENTIDO AMAR AL VIENTO, PORQUE SIEMPRE CAMBIA SU VUELO.

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MELINA

El vuelo duró dos días exactamente, dos días en los que literalmente pasé mi tiempo escuchando música, y también pensando en ella.

Bueno, el vuelo aterrizó y yo al fin había llegado a Houston, olvidé contarles que yo viviría en el mismo fraccionamiento privado que mis tíos, al menos no estaría tan sola.

Mi tío fue a recogerme al aeropuerto, ya casi había olvidado como era el, cabello rubio, piel blanca, ojos verdes, se parece tanto a mi papá.

Lo salude, mientras que el me decía que yo ya era toda una mujer a comparación de la última vez que me vio, que fue cuando yo tenía 8 años.

El me llevo a mi propio apartamento, que por cierto era muy bello, y muy grande como para ser solo mío, deje las maletas en mi "casa" y el me dijo que mi tía estaba esperándome para cenar.

Caminamos hasta su casa, cosa que solo nos llevo aproximadamente unos 3 minutos, y me recibieron tan bien, la tía no paraba de decir que era tan hermosa como mi madre, aunque eso debía ser un halago, porque mi madre es realmente hermosa, yo me sentí muy mal, porque ya se han de imaginar los problemas.

Mi tío Jonás y mi tía Katie, fueron muy amables conmigo, incluso dijeron que si no quería estar sola en mi nueva casa, podía quedarme a dormir con ellos, pero le dije que preferiría ir a mi casa, aunque antes olvide que papá me había depositado dinero en el banco para comprar mi auto, así que como la escuela comenzaba pasado mañana, debía ir a escogerlo, por lo que le pedí el favor a mis tíos para ver si podían llevarme a la agencia, por un auto.

Ellos accedieron sin duda alguna, la verdad es que lo que jamás pude olvidar de mis tíos, es que son unas personas muy amables, de verdad.
Me enseñaron un poco la ciudad, la verdad es que agradezco tener muy buena memoria, porque me enseñaron el camino hacia mi escuela, algunas tiendas cercanas, centros comerciales entre otras cosillas, hasta que al fin llegamos a la agencia.

Un hombre ya algo viejo nos atendió, y nos enseñó los modelos de autos más recientes, pero yo quedé súper enamorada de un auto color beige con blanco, no era muy grande, pero era especial para mi, y muy cómodo, asientos de piel, era un coche definitivamente hermoso y va de acuerdo a mi personalidad, es un KIA.

Sin dudar, me lo lleve y pagué enseguida, oh Dios, voy a conducir esta belleza... tengo que buscarle su nombre.

Seguí el auto de mi tío en todo momento y me grabé el camino a casa, de verdad, bendita sea mi mente que se aprende muy rápido las cosas.

Estacione en la cochera de mi casa, y baje a despedirme de mis tíos, les dije que quería descansar, ya era tarde... bueno, había olvidado mencionar que aquí hablaban inglés, bueno, no mucho, pero casi todos, o en su gran mayoría eran bilingües, aunque gracias al cielo que yo aprendí perfectamente a hablar el inglés, gracias a papá que me enseñó varios idiomas.

Entre a mi casa, y lo único que le faltaba era que yo colocara mis ropas en el armario, y algunas otras cosas mías... así me pase toda la noche... dejando reluciente mi hogar.

Acabé exhausta, y decidí ducharme a altas horas de la madrugada, me coloqué una pijama que constaba de un short corto y una camisa muy corta, que apenas cubre mis pechos.

Decidí ir a mi habitación, que por cierto contenía una cama matrimonial, porque yo la pedí así exclusivamente con la tonta idea de que Juliette viniera conmigo.

Bien, hay un pequeño detalle que olvide comentarles, ¿Recuerdan la caja de recuerdos?... pues si es así, quiero decirles que la traje conmigo, y la he escondido en un cajón bajo llave.

Tome mi teléfono y le escribí un texto a mi mejor amiga, luego a mi papá y le dije que ya había llegado, había comido y había comprado mi auto, el me llamó y estuvo diciendo que yo aprovechara todo el tiempo para ser la mejor cirujana... por su voz, noté que había estado llorando, así que lo tranquilice diciéndole que estoy muy bien, el me decía que solo quería que yo fuera feliz, así que le prometí que lo sería.

Colgué la llamada, porque ya era muy tarde y papá debía ir a trabajar mañana... yo deje mi teléfono cargando y me tomé una almohada entre mis brazos y la abracé... y pensé en que todo habría sido tan diferente... si Juliette estuviera aquí, de seguro estaríamos haciendo el amor por todas las malditas partes de la casa, miraría su carita iluminada cada vez que le decía un Te amo, ¿Porqué no puedo sacarla de mi cabeza?...

Juliette, tan siquiera te hubieras despedido de mi, tan siquiera me hubieras dado una razón por la que te querías marchar... pudimos haber sido felices como tanto soñábamos, pudimos conquistarlo todo juntas, pero tenías que arruinarlo otra vez, a pesar de que habías jurado no volver a hacerlo.

Lloré toda la noche, toda la madrugada... me siento tan mal, porque a pesar de todo... yo la extraño y la necesito conmigo... ¿Será que ella se fue porque tenía a alguien más?... si tan solo hubiera sabido que te irías, te hubiera besado más la última vez, te hubiera echo el amor más de la cuenta, te hubiera dado muchas razones para quedarte, en especial haberte demostrado más mi cariño, porque yo de verdad que me enamoré como una idiota.

Mis ojos ya se han secado mucho, mis párpados están exageradamente pesados, me siento tan cansada, por ti...

Me quede dormida sin esperarlo, sin nadie que pueda velar mis sueños, sin nadie que me haga el amor antes de dormir como ella lo hacía, sin sus besos de las buenas noches, sin escuchar su voz, sin sentir sus brazos abrazando mi cuerpo... me dormí sin ella, y creo que así será a partir de hoy hasta el resto de mi patética vida.