Cuando Jimin despertó no era completamente consciente del lugar en donde se encontraba, solo estaba claro que se encontraba en una habitación pero por más que pensara, no sabía de quien era, la que compartía con Hobi-hyung no tenía cortinas grises, la que usaba el maknae tenía paredes verdes, no blancas, la de TaeHyung era prácticamente la de JungKook así que no valía la pena estar pensando si era la habitación de su mejor amigo o no, Jin y Nam por lo contrario, jamás encajarían con esa habitación en la que se encontraba, y conocía perfectamente la habitación de YoonGi-hyung para decir que en la que se encontraba no era de él.
Se levantó completamente desorientado de la cama, solo llevaba un bóxer negro y unas medias del mismo color, avanzó tanteando el terreno desconocido ante él y abrió la puerta para observar mejor el lugar en donde se encontraba, era un apartamento que por ningún motivo se asemejaba al que compartía con Bangtan y tampoco era el de su hyung. Siguió avanzando por el desconocido lugar hasta que distinguió la presencia de alguien más en lo que parecía ser la cocina del lugar.
— Buenos días Jimin-ah. — Saludó la misma mujer de aquel ¿sueño? — Oh, vaya ¡no me mires así! — Alzó las manos simulando inocencia mientras jugaba con una manzana. — Pareces confundido.
— Estoy confundido. — Confirmó. — ¿En dónde se supone que estamos? — Preguntó viendo el lugar. — No recuerdo haber estado aquí antes.
— Es normal. — Se encogió de hombros restándole importancia. — ¡Bienvenido a tu nueva vida! — Exclamó divertida mientras mordía la fruta antes mencionada. — Pediste un deseo, ¿lo recuerdas? — El castaño asintió. — ¿Recuerdas también que te dije que sería bajo mis reglas? — El asintió nuevamente no entendiendo nada del rumbo que llevaba la conversación. — También te di un acertijo. — Jimin frunció el ceño notablemente confundido.
El verano y el invierno se fusionan, él duerme eternamente bajo el bucle del tiempo, todo lo que sana trae esperanza.
— Hay cosas que son imposibles, Jimin-ah. — Susurró la pelinegra de hermosos ojos azules. — ¿Qué creías? — Preguntó divertida. — ¿Qué resucitaría a tu YoonGi-hyung como lo hizo Jesús después de tres días? — Rió sin gracia. — Aunque serían dos semanas en este caso. — Murmuró pensativa mientras veía el lugar a su alrededor.
— ¿Entonces en dónde estoy? — Preguntó el castaño mientras se acercaba a la mesa en donde estaba la mujer y tomaba asiento.
— Estás en una realidad alterna. — Mencionó sin más. — Aquí no existe Army, no existe BTS, aquí no eres el Park Jimin que conocías. — Susurró. — Es el precio a pagar que vi conveniente. — Le restó importancia. — Tampoco conoces a Jin, NamJoon, Hoseok, TaeHyung Y JungKook. — Susurró como una niña pequeña apunto de hacer una maldad. — Ese tal YoonGi no sabe quién eres tú. — Concretó.
— Creo que no escuché bien. — Rió sin gracia mientras negaba y veía el rostro serio de la mujer al frente de él. Von simplemente lo ignoró.
— Bajo mis reglas. — Mencionó la pelinegra. — Al momento en que aceptaste mi demanda, no tienes derecho a quejarte de como hago las cosas. ¿No leíste las letras pequeñas del contrato? — Fingió inocencia. — ¿Nadie te advirtió de lo traviesa que puedo ser?
— Yo solo quería ser feliz con Yoon... — La pelinegra lo interrumpió.
— ¿Y quién dice que no lo serás? — Arqueó la ceja intrigada. — Solo tienes que encontrarlo, si el caprichoso destino hizo que coincidieran en BTS, ¿no estará de acuerdo en que se unan una vez más? — Preguntó. — Además... ¿No es mejor así? Detrás de las cámaras esperando un momento de privacidad, ¿quién es feliz ocultando lo que siente? — Inquirió. — Tú puedes decirlo por ti, y puedes tratar de hacerte creer que lo eras, posiblemente pero... Este chico al que tanto buscas, no lo era Jimin-ssi. — Mencionó apenada. — El pagó un precio muy alto para que tú fueras feliz.
— ¿De qué hablas? — Preguntó confundido. — ¿De qué precio?
— Te dije que te mostraría cada uno de tus errores y que te concedería la oportunidad de elegir en un futuro, pero antes debes aprender. — La mujer lo observó fijamente, Jimin sintió un escalofrío al ver aquella fría capa adornando aquellos ojos azules. — Me duele a veces las decisiones que toman algunos por amor, pero también me decepciona cuando es algo unilateral.
— Yo amo a YoonGi-hyung. — Mencionó el castaño seguro de lo que decía.
— ¿Después de cuántos malos ratos que le hiciste pasar te diste cuenta de ello? — Cuestionó con un pequeño tono de molestia adornando su voz. El castaño negó en automático al escuchar esas palabras. — Jimin-ah, el amor que te fue otorgado era puro, intenso e incondicional, — Lo señaló. — El amor que tú entregaste fue peligroso como un veneno, dulzón para los matices vivos y oscuros en los tiempos de presión. — La pequeña mujer bajó del mesón y se pavoneó al frente del castaño como si fuera una cazadora evaluando a su presa. — Te concedí el deseo que habitaba en tu corazón. — Susurró. — Pero incluso a veces... — La mujer calló y negó antes de terminar lo que iba a decir, sin embargo Jimin sabía perfectamente lo que ella iba a decir.
— Quizás solo estamos destinados a no ser.
— Tú sabes algo que yo no sé. — Comentó el castaño viendo fijamente a la pelinegra.
— Yo lo sé todo. — Agregó. — En algún momento te diré lo que sucedió en la noche que YoonGi murió y si te ganas mi buena voluntad, puede que te deje cambiar las cosas. — Susurró la mujer parándose al frente del castaño. Jimin abrió los ojos desmesuradamente ante la mención de aquello. — Pero aquí en esta realidad estás solo. — Mencionó cambiando el tema. — Eres un estudiante de leyes, creo que estás por culminar no recuerdo. — Se llevó la mano al mentón y fingió pensar. — Conocerás a YoonGi pronto, pero eso sí Jiminnie. — Mencionó con un toque divertido. — Tienes que aprender las lecciones y saber que las cosas son diferentes.
— ¿Más de lo que lo son ahora? — Preguntó arqueando una ceja. — No entiendo. ¿Qué se supone que debo hacer ahora? ¿Debo seguir tus órdenes sin sentido solamente?
— Es eso o regresarte a sufrir eternamente porque más nunca verás a tu amor. — Mencionó seriamente. — Eres lo suficientemente inteligente para poder entender mis órdenes sin sentido. — Mencionó sarcástica. — Te voy a enseñar a valorar lo que tienes, Jimin-ssi. — Susurró. — Te diré y mostraré cuales fueron tus errores y te permitiré regresar y evitar todo. ¿No puedes solamente hacerme caso? — Preguntó con fastidio. — No te dejaré solo, te iré guiando. —Lo observó sin emoción. — ¿aceptas o regresas nuevamente a tu triste realidad?
— Dame una garantía de lo que me dices es cierto. — Pidió Jimin. Von meditó antes de hablar.
— La muerte de YoonGi no fue un accidente. — Jimin palideció al escuchar aquellas palabras- —podrás evitar...
— Acepto. — Mencionó rápidamente sin dejar terminar de hablar a la pelinegra. Von sonrió complacida.
— Ya nos estamos entendiendo Jimin-ah.
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¡Muchas gracias por leer!
Creo que con esto ya vamos viendo como marcha la trama, y si, si habían pensado que YoonGi bebé se había suicidado, pues no, no es así.
Hay muchas cosas escondidas(?)
Nos leemos la próxima semana.
Lean "Hunter" , "Were Pregnant" y "Chico heterosexual" es gratis. 👀
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Pide un deseo » YoonMin.
Fanfiction«Si pudieras pedir un deseo... ¿Cuál sería?» «Poder salvarte.» JiMin nunca pensó que aquellas palabras cambiarían su mundo por completo. |-| »Capítulos cortos. »Mención del TaeKook. » Copyright © Marinalightweight. » No adaptaciones, traducciones ni...