Pide un deseo » YoonMin.

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YoonGi solo observa la habitación, mientras una extraña sensación de incomodidad crece dentro de él. Se ha venido sintiendo así desde que terminaron el concierto y desde que había decidido revisar twitter y darse cuenta de todo lo que las fanáticas hablaban sobre ellos, en especial de Jimin y JungKook.

"Son demasiado lindos juntos, se nota que realmente pueden ser una pareja".

"Jimin no tiene ojos para nadie más que Jungkook, incluso el maknae ignoró a Taehyung por ir detrás de Jimin".

"El YoonMin es algo que ya se extinguió, hay prioridades para Jimin ahora y JungKook es una de ellas".

"El JiKook es lo más real en Bangtan".

— Mierda. — Susurró revolviéndose el cabello en un gesto de frustración mientras trataba de ignorar las punzadas de dolor que crecían cada vez más dentro de él. — ¿Qué puedo hacer? — Preguntó al vacío de la habitación mientras sus manos jugaban delicadamente con los cabellos del menor durmiente a su lado, Jimin dormía sin ningún tipo de problema y remordimiento encima, dormía con la paz con la cual Min YoonGi no había podido dormir en días. — ¿Qué puedo hacer para que me ames de verdad? — Aquellas palabras dolieron incluso más de lo que se esperaba, sintiéndose incluso más vacío de lo que estaba al iniciar el concierto y durante el transcurso de todo este. Salió en silencio de la habitación y caminó sin rumbo fijo hasta quedar en medio de la desierta sala que compartía con el resto del grupo.

— ¿Hyung? — La voz de un adormilado Taehyung se dejó escuchar en la habitación. YoonGi observó como el más alto se dejaba caer a su lado en medio del silencio de la habitación. — ¿Tampoco p-puedes dormir? — Preguntó ahogando un bostezo.

— Por lo visto no. — Susurró de forma baja para no perturbar la paz que los rodeaba. — Taehyung. — Llamó en baja voz. El menor asintió. — ¿Cómo puedes estar tan tranquilo después de ver lo que ellos hacen? — Preguntó el mayor. — ¿Cómo puedes seguir aparentando estar bien siendo que cada vez se ven más reales de lo que nosotros podamos ser alguna vez?

— No lo sé hyung. — Se encogió de hombros el menor. — Quizás ya me acostumbre a este sentimiento. — Mencionó con un mal sabor de boca. — Sabes, estoy seguro de que JungKook me ama, o por lo menos es lo que me repito siempre cuando los veo hacer sus juegos.

— ¿Nunca has tenido miedo? — Preguntó el mayor serio. — Miedo de perder algo de lo que no estás seguro de tener.

— Sí. De hecho sí. Todos los días, pero por eso me trato de convencer que soy tonterías mías, hyung, si me pongo a pensar mucho en ello seguramente me volveré loco. — YoonGi asintió en silencio mientras distraídamente acariciaba los cabellos rubios del menor. — Solo tengamos paciencia hyung, algún día. — Mencionó con determinación, tratando de ignorar los miles de sentimientos encontrados dentro de sí.

— Algún día. — Correspondió el mayor. YoonGi así lo esperaba, que algún día pudieran ser verdaderamente felices con las personas que amaban.

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Jimin despertó sobresaltado y con el sudor corriendo libremente por su rostro, llevó sus manos a su pecho, lugar en el cual sentía una pequeña molestia picar dentro de él, la luna brillaba de forma resplandeciente por el balcón.

— Ellos tenían miedo. — La fina voz de Von logró asustarlo solo un poco, la mujer de cabellera negra se encontraba sentada a escasos metros de él mientras también observaba la luna brillar. La misma manzana roja reposaba en sus manos. — YoonGi te amaba mucho ¿sabes? Pero tú nunca lograste ver más allá de tus juegos, dejándolo solo con el poco de inseguridades que lo arropaban con su manto por las noches frías, así como estás ahora, con la mano aferrada a tu pecho y el corazón doliendo, así muchas veces el terminó durmiendo a tu lado, incluso tu mejor amigo.

— Solo era un juego. — Susurró para sí mismo mientras recordaba lo vivido de aquel sueño. —No era real.

— Un juego al cual le diste más importancia que a tu relación, y a lo que podía sentir tu mejor amigo, Jimin-ah, ese fue uno de tus errores. —Así mismo como la pelinegra apareció ante él, se desvaneció dejando el ambiente incluso dos tonalidades más frías que antes. Jimin se dejó caer en la cama mientras una de las tantas palabras dichas por su hyung se repetía en su mente "¿Nunca has tenido miedo? Miedo de perder algo de lo que no estás seguro de tener" con lágrimas corriendo por su rostro, pidió perdón al cielo, intentando simpatizar con alguien que le pudiera devolver tan solo un poco de tiempo para poder enmendar sus errores.

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¡Gracias por leer!

Hasta la próxima.